Las empresas deben adaptar su negocio a la situación actual

Deloitte prevé un incremento de reestructuraciones financieras y societarias de las compañías tras el verano, para modificar estrategias y afrontar la recuperación

La nueva normalidad es una incertidumbre para el mundo económico-empresarial y la sociedad en general, y todo son dudas sobre como afectará a la demanda. “En todas las crisis nunca la situación posterior es igual a la anterior, siempre es diferente”, asegura Pablo Mugica, socio Director zona norte en Deloitte. Por ello, la firma ha analizado los diferentes escenarios para poder atender las necesidades de sus clientes.

Así, tras la primera fase de respuesta, donde el foco ha sido la preservación y acumulación de caja (Ertes, ICOs, etc), llega la recuperación. Para Javier Giral, socio responsable de Financial Advisory en zona norte, la clave va a ser el visualizar cómo va a ser de prolongada-rápida y los cambios coyunturales-estructurales que va a suponer.

“Se avecinan adecuaciones de estructuras financieras y societarias tras el verano, y serán complejas porque mezclarán los dos parámetros: financiero y corporativo”. Según Giral, las empresas deben lograr la estructura financiera óptima con respecto a un nuevo plan de negocio y se darán absorciones, fusiones, reorganización, reestructuraciones financieras y de negocio y cambios societarios.

Respecto de la situación en Euskadi, “contamos, en general, con compañías que tienen estructuras de financiación y costes prudentes en relación con otras geografías, lo que les ha venido bien y servirá para una recuperación más ágil y rápida”, afirma Giral.

Reinvención de operaciones

Después de la recuperación llegará la reinvención, explica José María Grande, socio de Monitor Deloitte. “Se dará la reinvención de operaciones. Venimos de un modelo en el que cada vez era más importante la optimización de los costes y buscábamos cadenas de aprovisionamiento globales, y la tecnologia y la movilidad facilitaban tener una cadena fragmentada con un nivel de subcontratación alto”.

Pero en la nueva situación, Grande augura que se pondrá en valor un nuevo concepto, fruto de la capacidad de ser resilientes. “Igual en algunos momentos tenemos que sobreponderar nuestra capacidad de respuesta y poner más atrás la optimización de costes. Por ello, se plantean temas como volver a traer parte de la producción a Euskadi o España, por evitar problemas de suministro futuros. Recuperar un componente un poco más local y, a nivel industrial, ver que sectores de actividad son críticos, como por ejemplo ha sido el sanitario”.

Pablo Mugica concluye que “esta crisis como las anteriores nos pone a prueba, nos plantea retos y tenemos que responder con talento, con productos que se adapten a las necesidades del cliente y anticipar esas necesidades”. El socio Director zona norte en Deloitte aconseja afrontar la crisis con confianza. “Hemos salido de otras crisis y tenemos fortalezas para salir reforzados. De la de 2008 salimos y fue larguísima”, recuerda. Mugica señala que hay que trabajar para que la industria siga siendo el motor, proteger la industria actual y garantizar que sigan naciendo industrias. “Y eso se consigue siendo una sociedad atractiva para la inversión. Abrirnos al mundo que se vea Euskadi como una oportunidad, territorio amigo, competitivo, favorecer integración, atraer talento, desarrollarlo, etc., se está trabajando y ahí tenemos que insistir”.

Para José María Grande, la cooperación público privada, vivir de acuerdo a la realidad socio-sanitaria, ser flexibles y estar conectados globalmente son ahora claves, además de la confianza. “Tenemos fortalezas y saldremos reforzados”, finaliza.