Aitor Urzelai, director de Emprendimiento e Innovación del Gobierno vasco: “Las incubadoras de empresas están percibiendo un repunte en las propuestas de nuevos proyectos”

Las ideas siguen surgiendo en tiempos de crisis. Según explica Aitor Urzelai, director de Emprendimiento e Innovación del Gobierno vasco, “los centros de empresas e innovación vascos (BIC) están percibiendo un repunte en las propuestas de proyectos”. Programas de aceleración como ‘Bind 4.0’ favorecen este hecho

Euskadi destaca por su ecosistema emprendedor con una oferta amplia de impulsores de nuevos proyectos, que se complementa con ayudas a la creación de empresas y programas de aceleración como Bind 4.0, un ejemplo de la innovación abierta.

¿Cuál es la radiografía actual del emprendimiento vasco?

El sector emprendedor de Euskadi no ha sido una excepción a la hora de sufrir los efectos del Covid. A corto plazo se han estado trabajando líneas de financiación para reforzar la liquidez de las startups. A medio plazo tocará retomar las inversiones y afianzar los modelos de negocio. Euskadi tiene un perfil muy marcado de emprendimiento y destaca sobre todo en la creación de empresas tecnológicas de base industrial. Los datos que manejan los BIC de Euskadi nos dicen que la creación de empresas de base tecnológica e innovadora sigue aguantando el ritmo de años precedentes.

En Euskadi hay sociedades impulsoras de nuevos negocios en ayuntamientos, diputaciones, Gobierno vasco, etc. ¿Cree necesaria una reordenación de la oferta?

Nosotros consideramos positivo que existan muchos agentes impulsores del emprendimiento en el ecosistema. A partir de ahí, debemos tratar entre todos de seguir engrasando y coordinando todas las piezas para que la actividad fluya de la mejor manera posible.

¿A qué situación se enfrenta el emprendimiento en la era postCovid? ¿A un parón o a una reactivación de nuevas ideas y oportunidades?

Efectivamente, una crisis como ésta puede tener un doble efecto sobre el emprendimiento: por un lado puede generar incertidumbre y miedo a generar nuevas actividades; y por otro lado puede ser un periodo en el que surjan nuevas oportunidades. En el caso de Euskadi, los BIC, que acogen empresas, están percibiendo un ligero repunte en las propuestas de proyectos emprendedores en éstas últimas semanas, por lo que parece que, a pesar de la complicada situación, también estamos siendo capaces de identificar nuevas oportunidades y apostar por ellas.

¿Ayudas como el programa ‘Gauzatu’, de 28 millones para la creación y desarrollo de pymes de base tecnológica y/o innovadora, servirán para animar al emprendedor o proyecto que se ha paralizado?

Esa es la idea. Normalmente, cuando los proyectos son muy incipientes, innovadores y tecnológicos, llevan consigo un elevado riesgo en cuanto a sus probabilidades de éxito, por lo que es complicado que el sector privado invierta en las fases más semilla. Entendemos que son en las fases más incipientes, donde como administración pública hacemos una apuesta para impulsar este tipo de proyectos innovadores y tecnológicos.

La innovación como gran apuesta y necesaria para la nueva economía.

Los retos del Gobierno vasco pasan por seguir apostando por una industria fuerte en Euskadi, y con unos servicios avanzados que permitan evolucionar en materia de innovación y tecnología. Sin olvidar otro tipo de sectores que generan riqueza y empleo en nuestra sociedad, seguimos creyendo que la industria debe ser el pilar de la nueva economía. Eso sí, una industria fuerte y avanzada, generadora de valor añadido y diferencial gracias a su nivel tecnológico e innovador.

En ese escenario de nuevos negocios por la transformación de la economía, ¿dónde se crearán oportunidades?

Yo creo que las oportunidades vendrán en multitud de sectores y escenarios, aunque destacaría, por el momento que vivimos, que habrá que estar atentos a las oportunidades que se puedan crear en los ámbitos de la salud, la digitalización y la economía verde.

Un gurú vasco ha afirmado: “Cuidado con el emprendimiento por necesidad”. ¿Qué opina al respecto?

Desconozco el contexto en el que se ha emitido la opinión, pero todo tipo de emprendimiento es bienvenido en la medida en que genere actividad, empleo y bienestar.

Uno de los objetivos futuros es reforzar las cadenas locales para asegurar suministros críticos, ¿en qué áreas surgirán nichos?

Habrá que ver cómo evolucionan las cadenas de suministro tanto locales como globales, y nuestras empresas (tanto startups como consolidadas) deberán estar atentas a las oportunidades que se puedan generar tanto en las cadenas de nuestro entorno geográfico como a nivel más global.

También se dice que hay dinero para emprender, pero que primará la prudencia. ¿Comparte esta visión?

Seguramente será así. Durante los meses más duros de la pandemia se ha apreciado una ralentización en las inversiones en startups que ahora parece que se vuelven a reactivar. No obstante, hasta pasado algún tiempo, es probable que las inversiones, en general, sean más “segurolas”.

Se ha abierto la quinta convocatoria ‘Bind 4.0.’ ¿Cuáles son las cifras globales de las anteriores ediciones?

Desde su nacimiento en 2016, el número de empresas tractoras colaboradoras ha pasado de 15 a 57 en 2020. En cuanto a startups candidatas, comenzaron 257 de 41 países en 2016 y se ha llegado a 577 de 78 países este año. De las seleccionadas para el programa fueron 11 en el inicio hasta las 38 actuales. Respecto del número de contratos firmados entre tractoras y startups, de 16 en 2016 a 53 en 2020. La iniciativa Bind 4.0 está focalizada en cuatro sectores: manufactura avanzada, con Mondragon, Mercedes, Michelin, CAF, Gestamp, ITP y Aernnova como tractoras; Energía, con Iberdrola, Petronor, EDP, Enagás; Salud, con la participaicón de Quirón, IMQ o Faes Farma, y Alimentación, con Coca-Cola, Unilever, Angulas Aguinaga, Eroski, Uvesco y Natra, entre otras.

¿En qué reside su éxito internacional?

El éxito reside en que es una iniciativa que ofrece beneficios a todas las partes implicadas. Las empresas tractoras pueden acceder al talento, la tecnología y las soluciones de las mejores startups del mundo, para mejorar sus propias empresas. Por su parte las startups pueden acceder a las tractoras, que pasan a ser clientes. De esta manera, una pequeña startup incorpora en su portfolio referencias de clientes de talla mundial. Y desde Euskadi se atrae talento internacional, lo que enriquece nuestro ecosistema industrial y tecnológico.

¿Qué se aportan mutuamente, gran empresa y ‘startup’? ¿Y después?

Las startups aportan innovación, tecnología y agilidad a las grandes empresas. Éstas aportan oportunidades de mercado a las startups. La experiencia de estoscuatro años nos ha mostrado que 2 de cada 3 startups, una vez finalizado el proyecto en el marco del programa de aceleración, firman un segundo contrato con la empresa tractora para seguir colaborando con ella.

Claves y recomendaciones para conseguir una buena colaboración entre las partes.

Es muy importante escucharse mutuamente. Se debe entender muy bien cuál es la necesidad o interés que tiene la empresa tractora y el valor que le puede aportar la startup. Una buena escucha facilita el entendimiento y el éxito de la colaboración. Lo más complicado suele ser acompasar los ritmos; normalmente la startup quiere correr mucho y la gran empresa necesita plazos más dilatados en la toma de decisiones.

¿Es la innovación abierta necesaria para que haya un ecosistema avanzado?

Las empresas y startups empiezan a entenderlo así, y Bind 4.0 es un ejemplo de ello. Las tractoras reciben tecnología e innovación de forma ágil y las startups tienen un trampolín al mercado. Euskadi es ahora mismo un hub de referencia en innovación abierta entre grandes empresas industriales y startups.