La inversión temática ‘dispara’ a neobancos, juegos y telemedicina

2020 fue un año extraordinario para los fondos temáticos, por la excepcional situación que vivimos. Los expertos desvelan a ‘Inversión a Fondo’ las tendencias que experimentarán mayor crecimiento en los próximos años. Hablamos de renta variable, y de largo plazo

Inversión en neobancos, en empresas de la llamada economía de suscripción, en deportes online, en semiconductores o en hidrógeno. Son algunos de los nichos a los que apuntan los expertos consultados por elEconomista Inversión a Fondo. La inversión temática gana relevancia en un mundo en el que es preciso rastrear nuevos segmentos para arañar rentabilidad, y los clientes lo demandan, explica Paulo Gonçalves, analista senior de estrategia de mercados de Banca March: “Hemos recibido muchísimas preguntas acerca de cuestiones como el hidrógeno. Lo cierto es que el ahorrador que pretende superar la inflación debe buscar estas palancas que le permitan preservar su capital en un mundo que cada vez crece menos”, advierte. La inversión temática, añade, no consiste tanto en encontrar esa empresa que lo va a hacer mejor que ninguna este año, sino en entrar en valores que permiten “tener exposición a cambios estructurales que están modificando nuestras vidas para siempre”.

Al ser temas tan concretos, no siempre hay fondos para invertir en ellos, y en ocasiones solo es posible entrar vía ETF (fondos cotizados). Ocurre, por ejemplo, con el mundo de los semiconductores: para el inversor que quiera ganar exposición a este sector -cuyas compañías reciben en el 75% de los casos recomendaciones de compra por parte de los analistas-, en España está disponible un ETF (no hay fondos activos del sector a la venta en nuestro país). Se trata del VanEck Vectors Semiconductor ETF, que se lanzó el año pasado. Entre sus principales posiciones están Intel o Nvidia.

“A medida que se dispara la digitalización de las compañías, se precisan muchos más semiconductores”, explica Luis Buceta, vicepresidente de CFA Society Spain y director de Inversiones en España de Creand AM. El universo de estos chips es muy amplio, y en los últimos tiempos su escasez ha disparado su cotización.

“En el caso de la inversión temática, es cierto que crear un fondo exclusivamente para un tema muy particular puede ser complicado, ya que debe tener un tamaño mínimo y una serie de clientes que permanezcan largo tiempo”, señala Ignacio Ezquiaga, responsable de Banca Privada y Gestión de Activos de Bankia. En muchos casos, el universo de compañías no es tan grande para que el gestor sea capaz de generar un gran valor añadido mediante la selección activa.

Salomé Bouzas, analista de Tressis, apunta a la oportunidad que representa la inversión en neobancos: “Un neobanco es una fintech que ofrece todos los servicios de un banco tradicional sin serlo”. Y que, al no tener los costes de la banca clásica, “pueden prestar servicios mucho más ágiles y baratos”. En este sector se incluirían entidades como la británica Revolut; o, más cerca, MyInvestor, el neobanco de Andbank, y el español BNext (ambos nacidos en 2017). Pero ¿cómo invertir en este tipo de negocios? “La forma de hacerlo es entrando en fondos de fintech, lo que tiene sus ventajas: al posicionarte en ellos también te expones a medios de pago, a la tecnología, con lo que te beneficias, por ejemplo, del crecimiento de la clase media emergente”, explica Bouzas. Países como India destacan por su uso del pago móvil (ver página 14).

Otro segmento al alza es el de los negocios de suscripción, en los que el cliente paga una tarifa por uso (como Netflix para el video o Spotify para la música, aunque también ocurre en el mundo de los videojuegos o el software). En febrero de 2020, Thematics AM, gestora afiliada a Natixis IM, lanzaba su Thematics Subscription Economy Fund, entre cuyas principales posiciones se encuentran la franquicia de gimnasios Planet Fitness y el fabricante de sistemas informáticos Adobe. Según explica Luis Buceta, “el mundo se está dando cuenta de que el modelo de negocio estilo Netflix es fantástico, genera mucha caja y es aplicable a diferentes áreas, como la música, donde ya lleva tiempo utilizándose. También en antivirus como Avast, o en la alianza de Ubisoft (desarrolladora gala de videojuegos) y la tecnológica china Tencent para ofrecer juegos en China. “Cada vez más industrias intentan migrar hacia este modelo de suscripción”, añade.

También apunta Salomé Bouzas a la teleasistencia, “los diagnósticos médicos desde casa, con un móvil o un iPad; que no tengas que ir al hospital para que te confirmen que tienes gripe. Nos parece que tiene muchísimo recorrido. Y los eSports, los deportes online”. Los seguidores de estas competiciones virtuales abarrotan estadios para presenciar partidos entre jugadores de videojuegos en pantalla gigante. La gestora VanEck ya permite monetizar este negocio con su VanEck Vectors Video Gaming and eSports UCITS ETF, que en 2020 se revalorizó más de un 71%, según recoge Morningstar.

Megatendencias y temáticas se entremezclan

La diferencia entre una megatendencia y una temática de inversión la explica Mathias Blandin, director de Desarrollo de Negocio en Iberia y Latinoamérica de La Financière de l’Échiquier (LFDE): “Una megatendencia es algo más genérico; por ejemplo, una de ellas sería el envejecimiento de la población, y dentro de ella se enmarcarían varias temáticas: la salud, el consumo para mayores, el ocio...”

Al mismo tiempo, una temática puede encajar en varias megatendencias: la salud es una temática que puede vincularse al envejecimiento de la población, pero también a la inteligencia artificial, que es otra megatendencia.

En este último campo, LFDE (boutique dedicada a la gestión activa) cuenta con un fondo, el Echiquier Artificial Intelligence, que en 2020 se revalorizó un 82,9%, según Morningstar. Entre sus principales posiciones, compañías como Okta (dedicada a la gestión de identidades online), o la empresa de análisis de big data Palantir Technologies. Y acaban de listar en España el Echiquier World Next Leaders, que incluye 12 temáticas de futuro, como la salud 2.0, la ciberseguridad, la nube o las energías renovables.

La A y la G de “ASG”

La llamada economía azul, sobre cómo explotar la riqueza de los océanos, está en el epicentro del Mediterranean Fund, lanzado por Banca March en 2019. Y de 2018 data el March Next Generation Fund (cuyo nombre es similar al del Plan de Recuperación de la UE, que es posterior). El Next Generation es un fondo multitemático, explica Paulo Gonçalves, que invierte en 3 subtendencias: la revolución 4.0, la demografía y la sostenibilidad.

Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España, señala en concreto a una de las tres patas de la ASG, a la gobernanza (las otras dos son la ambiental y la social): “Puedes encontrar un fondo centrado en valores con criterio ambiental, y social, pero es más difícil dar con uno que afirme que su universo de inversión es la G”. Este pilar de la sostenibilidad sería, para muchos expertos, el más importante, ya que son los directivos de la compañía los que van a poner en marcha las políticas ambientales y sociales en la misma.

Más conocidos, pero igualmente potentes, son temas como la realidad aumentada, según explica Ignacio Ezquiaga, una tecnología que permite, por ejemplo, a un cirujano visualizar órganos en 3D, o al cliente de un estudio de arquitectura conocer su casa ya finalizada. También explica Ezquiaga que desde la entidad están investigando “las empresas que tienen una orientación hacia la gestión diversa, tanto racial como de género. Diferentes estudios demuestran que las empresas gestionadas de forma equilibrada tienen un mejor performance”.

Desde Fidelity International apuntan a la conectividad como tema clave. La tecnología 5G va a revolucionar la conectividad, señalan: “La presentación del nuevo iPhone 5G hace unos meses supone que ahora las redes de telefonía serán más rápidas que la banda ancha doméstica. La capacidad de estas redes 5G es enorme y permitirá un crecimiento exponencial del número de dispositivos conectados”. Los catalizadores, añaden, son las empresas de cable y semiconductores, como Apple y Ericsson. Las redes son los proveedores de telefonía móvil, los proveedores de comunicaciones fijas, los propietarios de torres de telecomunicaciones y las empresas de cable (Charter en EEUU, Cellnex en Europa...). Todas estas empresas “deberían empezar a registrar un crecimiento extremadamente alto”, indican desde la gestora.