China e India se saltan toda una generación de pagos con tarjeta

En ambos países, la población ha pasado directamente de pagar en efectivo a hacerlo a través del teléfono móvil. A ello ha contribuido la pandemia, que ha estigmatizado el uso de monedas y billetes, aunque en realidad esta tecnología llevaba ya una década consolidándose en Asia

Ha pasado más de una década desde que a raíz de un estudio de la ONU supimos que en India había más personas con acceso a un teléfono móvil que a un cuarto de baño. Este dato ya ilustraba el potencial de crecimiento en Asia, que once años después cuenta con más de 4.000 millones de suscripciones de telefonía móvil y más de 2.000 millones de usuarios de Internet, más que ninguna otra región, lo que proporciona una escalabilidad masiva para la tecnología de consumo. Una situación que contrasta con la de las economías desarrolladas, donde el nivel de adopción de esta tecnología es, contra todo pronóstico, inferior. “En la India han pasado de pagar con dinero a pagar con móvil sin el punto intermedio de las tarjetas. Prácticamente no ha habido emisión de tarjetas, digamos que se han saltado esos 40 años que hemos tenido en el resto del mundo”, apunta Salomé Bouzas, analista de Tressis. “En China pasó lo mismo”, añade Ignacio Ezquiaga, responsable de Banca Privada y Gestión de Activos de Bankia. “Nadie paga con tarjeta, todo el mundo utiliza el código QR, tanto en los mercadillos como en las tiendas de lujo”, apostilla.

La pandemia ha estigmatizado el pago con billetes y monedas y ha acelerado la adopción de esta tecnología a lo largo y ancho del planeta, pero esta tendencia ya venía consolidándose en el continente asiático tiempo atrás. Según las previsiones que manejaba Statista en 2019, el uso de pagos en terminales en puntos de venta a través de teléfonos inteligentes (billeteras móviles, códigos NFC, QR o bluetooth) tenían una alta aceptación en China, India e Indonesia, con una penetración de entre el 15% y el 30%, mientras que en EEUU apenas alcanzaba el 8,8% y los países europeos no superaban el 7%.

¿Qué motivos geográficos, sociales y culturares explican estas diferencias entre Asia y Occidente? Para Juan Redondo, manager de la consultora Bain & Company, existen dos razones principales. La primera, “las tasas de inclusión financiera”, es decir, el acceso de la población a productos financieros básicos tales como las cuentas corrientes, “lo cual hace que soluciones de pago a través del móvil sean más atractivas para aquellos segmentos de población que de otra manera estarían desatendidas financieramente”, explica. Y en segundo lugar, que en China o India existen unas súper apps mucho más holísticas que en Europa o EEUU, “que generan una mayor tracción con el cliente y le ofrecen una propuesta mucho más completa donde el usuario la utiliza no sólo para pagos pero también ocio, viajes, servicios financieros...”, agrega. Ejemplo de ello son plataformas como Tencent en China, con 1.000 millones de usuarios y Paytm en India, con 350 millones, que ya ofrecen servicios de pagos a coste cercano a cero “ya que su monetización no viene por cobrar por el servicio de pagos sino por los datos y venta cruzada que pueden hacer al cliente”, señala el consultor.

Para Xiadong Bao y Kevin Net, gestores de renta variable emergente en Edmond de Rothschild AM, que estos países se hayan saltado una generación entera de dinero de plástico “es el ejemplo típico de la ventaja del que llega tarde”. Estos expertos explican que los proveedores de soluciones de pago heredadas en los mercados emergentes se basaban en las transacciones en efectivo o con tarjeta de débito pero menos en el pago con tarjeta de crédito. Precisamente, esta es la razón por la que ha sido más fácil alterar el ineficiente sistema de pagos existentes en estos mercados frente a las soluciones de los países desarrollados. Mientras que en EEUU y Europa la solución de pago proporcionada por la institución financiera establecida se basa en el sistema de crédito personal, lo que supone una gran barrera de entrada y requiere un alto nivel de protección de datos personales, los mercados emergentes disfrutan de la misma ventaja de haber llegado tarde a la infraestructura de pago por móvil. “El rápido aumento de la penetración de los teléfonos inteligentes y de las redes inalámbricas ha eclipsado el crecimiento de la adopción de los servicios bancarios online en los sitios web tradicionales a través de la banda ancha. Las instituciones financieras de los mercados desarrollados son reacias a subirse a la rápida evolución tecnológica si la solución digital anterior no está totalmente monetizada o el cambio potencial de la cuota de mercado no justifica el incremento de las inversiones”, argumentan Bao y Net.

Nicho de inversión

Que las dos naciones más pobladas del mundo hayan sido las grandes captadoras de esta dinámica no es casual si se tiene en cuenta es en este continente donde se están produciendo sinergias sin precedentes a través de una alineación de la innovación digital que caracteriza a los consumidores asiáticos. Viswanathan Parameswar, responsable de inversión en Asia de Schroders Adveq, las denomina las 4M: “Millennials, de clase Media, de zonas Metropolitanas y capacitados para el uso de la telefonía Móvil”.

En solo una década, el mercado online chino ha pasado de suponer menos del 1% de las ventas globales, a convertirse en 2016 en el mercado más grande del mundo, representando más del 40% de las transacciones por valor. Plataformas como Alibaba y JD.com llegan a casi mil millones de consumidores, en un mercado tres veces más grande que el de EEUU. Mientras tanto, el desarrollo tecnológico en India está aumentando a un gran ritmo, con Reliance Jio ofreciendo conexiones rápidas a los 1.300 millones de habitantes de India. Incluso cuando la pandemia de Covid se extendió, Google y Facebook invirtieron por separado miles de millones en esta empresa de telecomunicaciones pensando que alcanzaría los 500 millones de suscriptores en 2023.

“La clave del desarrollo de estas empresas en India y China no está tanto en la monetización de la transacción, sino en el ecosistema de productos y servicios financieros que se pueden ofrecer a través del pago, destacando entre ellas el microcrédito y crédito inmediato como uno de los más atractivos. Algunos ejemplos de éxito en este nicho son las empresas chinas Yongqianbao, Qudian o Ppdai, siendo estas dos últimas listadas en la bolsa de Nueva York”, señala Redondo.

Qué compañías se verán beneficiadas

“Hay dos extremos en el espectro”, señalan los gestores de Edmond de Rothschild AM. “O bien un actor heredado que invierte en la transformación de los pagos digitales y que tiene una fuerte relación con las instituciones financieras establecidas y una buena interpretación del entorno de regulación; o bien actores disruptivos de fintech que ya han captado suficiente base de usuarios reales para monetizar el potencial de las finanzas personales y la banca online”, explican. Aunque sigue habiendo un amplio margen para un mayor crecimiento, los negocios de pago en China e India no están diseñados para ser rentables por sí mismos debido a las bajas tasas de captación estructurales. Se utilizan como puerta de entrada para atraer tráfico y acumular datos de clientes, que a su vez pueden monetizarse a través de otros servicios.

“En China, Ant (de Alibaba) y Tencent han construido un amplio ecosistema para reducir el coste de adquisición de usuarios e impulsar numerosas oportunidades de venta cruzada, y esperamos que estas empresas sigan siendo un duopolio dominante. La competencia se desarrolla en unas condiciones más equitativas en la India, donde muchos actores, como Paytm, Google, Amazon y WhatsApp, están forjando sus negocios de pago no como generadores de beneficios, sino como un componente clave de una plataforma mayor”, advierte Ian Chun, analista de Quality Growth (Boutique de Vontobel AM).

Por otro lado, los expertos no piensan que el éxito de estas empresas signifique el fracaso de las redes mundiales de tarjetas como Visa y Mastercard. Dada la senda de crecimiento, el volumen de pagos con tarjeta debería aumentar a buen ritmo, incluso si ceden cuota a los pagos por móvil. Al mismo tiempo, estos últimos suelen financiarse con tarjetas, por lo que su crecimiento puede beneficiar a las redes.

Frank Schwarz, gestor en MainFirst, cree que debido al cambio de estilo de vida propiciado por el coronavirus, Europa y los Estados Unidos se están poniendo al día y son cada vez más atractivos. “En los países occidentales, empresas como Paypal, Square, Adyen, Shopify, Mercado Libre, Visa y Mastercard se están beneficiando mucho de esta tendencia”, arguye.