Logista, ACS, Enagás... Los dividendos en que invertir en vez de hacerlo en ladrillo

A los españoles les sigue gustando comprar vivienda para alquilarla. Sin embargo, la inversión en bolsa es más líquida, tiene menos costes y ofrece un momento único para entrar, teniendo en cuenta los anémicos retornos de la renta fija.

El ladrillo sigue gustando a los españoles. El 96% de las casas en alquiler pertenece a pequeños propietarios, frente al reducido porcentaje en manos de socimis, fondos y empresas. Sin embargo, la pandemia ha provocado caídas “históricas” en las rentas del alquiler en Barcelona o Madrid, según Idealista, y los expertos apuntan a que esto seguirá ocurriendo en buena parte de 2021.

Para esos inversores que aún prefieren la vivienda y la deuda a la renta variable (por el riesgo que ésta implica), los dividendos constituyen una buena alternativa para acercarse a la bolsa de forma cauta. Con este telón de fondo, Inversión a Fondo ha querido enfrentar ladrillo y el dividendo, para lo que ha planteado a un grupo de expertos las siguientes preguntas: ¿es un buen momento para construir una cartera de dividendos? ¿Por qué debería el inversor optar por ellos y no por la vivienda? Y ¿qué valores deberían estar en esa cartera? La práctica totalidad de ellos asegura que la inversión por dividendo ofrece interesantes oportunidades a día de hoy.

“Sí, es un buen momento para construir esa cartera con un horizonte de medio-largo plazo, porque en determinados sectores las rentabilidades son muy altas en comparación con lo que uno puede conseguir, por ejemplo, con la renta fija”, explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar. “Se da la casualidad de que muchos subsectores que vemos atractivos son, además, buenos pagadores de dividendos, especialmente el de la energía”, añade; y, “aunque solemos decir que no hay que hacer market timing, las caídas de precios son buenas oportunidades para atrapar pagos interesantes”. Según Luis Buceta, vicepresidente de CFA Society Spain y director de Inversiones en España de Creand AM, “siempre es buen momento para invertir con criterio de dividendo, que es la aproximación más conservadora” a la renta variable. No se trata de buscar retribuciones altas sin más: “Lo más importante es que sean sostenibles y crecientes”, enfatiza.

Buceta traza tres perfiles de empresas para esa cartera: “En primer lugar, compañías con alta rentabilidad por dividendo (petroleras, mineras...), que desde el punto de vista cíclico están en un buen momento y pueden presentar un gap de valoración”. Cita a Logista, “con un dividendo del 7%, la calidad de su negocio y un crecimiento de un dígito”. Por otro lado, están “las firmas cuya retribución es más baja, pero que crecen cada año: Nestlé, Unilever, Inditex... Valores presentes en los fondos emblemáticos de la gestión por dividendo”. A estos dos grupos se sumaría “el de empresas que puntualmente no están retribuyendo, quizá porque están realizando una fuerte inversión de capital, y que en cuanto se normalice la situación serán fuertes pagadores”.

“En este momento tiene sentido poner más énfasis en la retribución”, coincide Paulo Gonçalves, analista senior de estrategia de mercados de Banca March, para quien lo principal es el crecimiento esperado. “En renta variable, la bolsa ya se ha encarecido; ahora lo que va a dar rentabilidad es que las empresas crezcan en beneficios, o que, al menos, te permitan tener esa rentabilidad por dividendo y, sobre todo, que éste sea sostenible”, una estrategia que “tiene mucho sentido para el inversor que busca rentas periódicas”. Lo importante es detectar qué compañías van a ir mejorando sus políticas de retribución, ya que “es lo que las bolsas van a premiar”, señala.

¿Qué rentabilidad puedo esperar?

En muchos casos, el inversor en vivienda no tiene en cuenta los gastos que ésta conlleva. La rentabilidad neta del ladrillo adelgaza considerablemente al incluir todos los costes, que desgrana el economista Gonzalo Bernardos: “El Impuesto de Bienes Inmuebles (que en ciudades como Barcelona o Madrid pueden ser 750 euros); los gastos de comunidad (en edificios pequeños con ascensor podemos hablar de 400 euros trimestrales); el seguro de hogar...”. La rentabilidad de la vivienda varía, por otro lado, en función de la zona. Bernardos explica que, en términos netos, la rentabilidad del alquiler, “si para comprar una vivienda el adquiriente no se endeuda”, es de entre el 3% y el 3,5% para el distrito de Salamanca (en Madrid), del 5%-5,5% para el distrito de Vallecas, y del 7%-7,5% para el barrio de Bordeta (clase media-baja), en Lleida.

Los costes caen si hablamos de la inversión en dividendos, sobre todo para quien lo hace vía ETF, con la ventaja de que son activos muy líquidos, que permiten deshacer posiciones con rapidez. Por otro lado, la bolsa es volátil, pero, a medio-largo plazo, los dividendos crean valor. Basta comparar el S&P 500 -uno de los índices más difíciles de batir- y el S&P 500 Dividend Aristocrats; la diferencia es abismal (ver gráfico).

También está en el Ignacio Ezquiaga, director corporativo de Banca Privada y Gestión de Activos en Bankia: “Vemos buen momento para la renta variable, porque vamos hacia la normalización, sin que esto despierte todavía el monstruo de los tipos de interés al alza”. ¿Hacia qué sectores mirar? “Seguros, utilities, bancos... Estos últimos quizá no este semestre, pero sí el próximo”, a la espera de esas alzas de tipos a muy largo plazo, que se registrarán en las expectativas de margen financiero para las entidades, explica Ezquiaga.

“En cualquier caso, la comparativa de los dividendos habría que hacerla más bien con las alternativas financieras”, reflexiona Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, “y ahí sí que el momento es único, los dividendos nunca habían sido tan atractivos frente a los cupones de la renta fija”. ¿Prefieres un 3% en dividendos de valores europeos de primera fila en 10 años, o pagarle al Estado alemán un 0,50%?”. También tiene claro Alvargonzález que la vía para entrar en dividendos es el ETF: “Si el dividendo es, por ejemplo, del 3%, no tiene nada que ver pagar un 0,10% o un 0,20% que una comisión de gestión del 1,5%”. Aunque, “si consigues un gestor activo que sepa identificar empresas que puedan mejorar su dividendo con la vuelta a la normalidad, ese es un motivo para pagarla”. Los expertos insisten en la idoneidad de tener una cartera diversificada, de modo que el recorte de un dividendo, o la caída de un valor, afecte de forma relativa. Que permita, en definitiva, obtener esas rentas periódicas con una diversificación muy superior a la que supone tener un solo piso en un barrio concreto de una ciudad determinada.

A qué valores mirar en el mercado español

El director de análisis de Tressis, Jorge González, también considera que es buen momento para una cartera de este tipo, “más aún si lo comparamos con el mercado inmobiliario, dada la actual tendencia de este último”. Y señala valores sólidos que encuentra atractivos: ACS, con un 7,1% con cargo a sus resultados de 2021, “con un modelo de negocio cada vez más recurrente y un peso en EEUU que le permitirá aprovechar los posibles planes de infraestructuras de la nueva Administración Biden”; Acciona, con un 2,2%, “que creemos que puede hacerlo bien en este nuevo paradigma del Green New Deal”. En servicios públicos, apunta a una opción algo más conservadora, como Endesa, cuyo dividendo con cargo a 2021 alcanza el 6,1%, y “cuyo negocio apalancado se ve favorecido en el contexto actual de tipos bajos o negativos”; y a otra más dinámica como Iberdrola, que ofrece un 4%.

Fuera del Ibex, González destaca a Viscofan o a Ebro Foods, esta con un 3,6% con cargo a 2021. “La gente desconoce que es la primera empresa de alimentación de España, primera de arroz en el mundo y segunda de pasta fresca y seca a nivel global”. “Otra gran desconocida”, añade, “es Logista”. Paulo Gonçalves y Luis Buceta apuntan, por su parte, a Enagás y a REE, respectivamente, valores que según Buceta “hay que entender prácticamente como un bono”.

Con el enfoque del dividendo discrepa, y de raíz, Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank: “Nunca aconsejo invertir en acciones por rentabilidad por dividendo. A los clientes les digo que se fijen menos en la retribución y más en la posibilidad de que la empresa crezca y con ella lo haga su valoración. Lo importante es diversificar por activos y zonas”, afirma. Hay que buscar “fundamentales sólidos, visibilidad y recurrencia”. En cualquier caso, entre los sectores favoritos que cumplan esos requisitos y con buena remuneración, sí ve el asegurador (Axa, Allianz), el farmacéutico (Novartis, Roche, Sanofi), o el de infraestructuras, con Sant Gobain, Vinci y ACS.

Por su parte, el consejero delegado del gestor automatizado Finanbest, Asier Uribeechebarria, destaca que el gran crecimiento vendrá del mundo de los activos verdes: “Si hablamos de sectores, hay mucha más oferta de dinero que receptores de dinero, por lo que es un segmento que va a crecer con total seguridad”, señala.

Desde Fidelity International ponen el foco en “los modelos de negocio menos afectados por la dinámica económica, con independencia del sector”, y los que encuentran más interesantes para 2021 son “consumo básico, atención sanitaria y servicios públicos”. Pero destacan que lo determinante es “la selección activa de valores basada en el análisis fundamental exhaustivo que realizamos antes de invertir en cualquier empresa”.

Fernando Luque recuerda que, más allá del sector salud y las utilities, entre las primeras posiciones de las carteras de los gestores dedicados a invertir por dividendo se sitúan “también algunas empresas de materiales básicos o industriales, como Rio Tinto o Siemens”. Y advierte: “Si uno elige acciones británicas o americanas salva la doble tributación, pero si invierte en francesas o suizas Hacienda le dará un palo importante. Es un factor a tener en cuenta para quien quiera invertir directamente en esas compañías y no en un fondo especializado”.