Izertis, la tecnológica que ha cortejado a la gestora Lola Solana

Con una revalorización cercana al 280% desde su debut bursátil en 2019, la tecnológica Izertis se ha convertido, pese a su breve historia como cotizada, en una de las historias de crecimiento más apetecibles del rebautizado BME Growth (antiguo MAB). Aún desconocida para la gran comunidad inversora, este mes su nombre saltaba a los titulares después de que Santander Small Caps, el fondo de renta variable española centrado en firmas de pequeña y mediana capitalización y gestionado por Lola Solana, anunciase su entrada en el accionariado de la compañía con un 2% en una operación valorada en 3,62 millones de euros. En palabras de Pablo Martín, CEO y presidente de Izertis, “la inclusión de una gestora tan prestigiosa en nuestro proyecto supone una muestra más de la confianza del mercado en la estrategia de la consultora y su plan de crecimiento a largo plazo”.

Fundada en 1996 por Pablo Martín Rodríguez, accionista mayoritario (controla el 64,21%), Izertis ha pasado de ser una empresa local a una consultora tecnológica internacional altamente diferenciada, cuya labor ha sido reconocida por la Comisión Europea, que la eligió Empresa cotizada del año de entre todas las compañías de los 36 mercados de expansión que componen el marco europeo y el Financial Times la situó entre las 1.000 firmas que más rápido crecen en el continente.

Su ventaja competitiva se basa en una cartera de servicios que utiliza la tecnología más disruptiva para la transformación de los distintos modelos de negocio. Ejemplo de ello es la reciente adjudicación de un proyecto del Gobierno de Cabo Verde y el Banco Mundial para el desarrollo del primer certificado digital de salud de África con tecnología blockchain. Izertis tiene oficinas en 9 países, opera en 52 mercados donde además de blockchain ofrece servicios de inteligencia artificial, transformación digital o ciberseguridad. Y tiene entre sus clientes a nombres propios como ThyssenKrupp, Acciona, Liberbank o Endesa.

“Somos una rara avis dentro del Growth, ya que no somos una empresa joven ni una start up, nuestra solidez y nuestra historia avalan el reflejo de nuestro crecimiento en bolsa como espejo de nuestros resultados empresariales”, señala el CEO, que añade que el crecimiento está en el ADN de la firma. ”Este año es nuestro 25º cumpleaños, y en cada uno de ellos hemos conseguido crecer a tasas anuales medias superiores al 20% sin ningún ejercicio con pérdidas o decrecimiento”, destaca. Izertis ha mantenido esta línea de crecimiento incluso en el año del Covid, en el que generó una cifra de negocio de 50,7 millones de euros y un ebitda de 5,3 millones.

Crecimiento a base de adquisiciones

Martín hace gala de estos números y alude a su plan de negocio: “Si se cumplen estas métricas, los inversores se verán recompensados”. Izertis cuenta con más de 1.500 accionistas en 18 meses en el mercado. Y aunque inicialmente atrajo al minorista, en los últimos meses se han incorporado reconocidos fondos de inversión además del citado de Santander. La elevada atomización en la industria ha generado un mayor número de fusiones y adquisiciones y la asturiana está jugando en este escenario un papel relevante, integrando 17 compañías durante los tres últimos años. Para ello, la firma ha llevado a cabo diversas operaciones financieras. En diciembre cerró una ampliación no dineraria de 2 millones (sin derechos) para poder atender a los pagos de las empresas adquiridas, una colocación privada de otros 2 millones para dar entradas a varios family offices y pequeños institucionales y otra colocación de una opción de acciones sobre la compañía que representaba casi 800.000 acciones. “Si sumamos todas estas operaciones fuera de lo que el parqué movió, vemos que se ha producido un movimiento de contratación total en nuestra acción de más de 30 millones de euros en los últimos 4 meses. Esta es una prueba de que hay mucha demanda de acciones de Izertis”, concluye el presidente.