Los fondos mixtos comienzan a quitar deuda de la balanza

Los productos conservadores se han beneficiado del aumento de los programas de compra de los bancos centrales, pero el estrechamiento de los diferenciales está llevando a muchos gestores a comenzar a reducir su exposición a determinados activos de renta fija y buscar otras alternativas.

Los fondos mixtos se encuentran en una disyuntiva. Los programas masivos de compras de deuda que reactivaron los bancos centrales para afrontar las consecuencias económicas de la pandemia, junto a los estímulos fiscales de los gobiernos, abrieron una oportunidad para los gestores de los productos multiactivo, que volvieron a llenar las carteras de deuda de gobierno y de crédito con grado de inversión e incluso de alta rentabilidad o high yield. Desde entonces hasta ahora, los diferenciales se han vuelto a estrechar y comienza a no resultar ya tan atractivo mantener la sobreponderación en esta clase de activos que muchos gestores de fondos mixtos han mantenido en estos meses. Toca buscar de nuevo en otros tramos de bonos basura y en deuda emergente. Algunos gestores prefieren, de hecho, asumir el riesgo por la parte de la renta variable. Con la segunda oleada del coronavirus acechando cada vez más países, y con las elecciones de EEUU y la negociación del Brexit en el horizonte, muchos gestores han preferido rebajar su exposición a investment grade y high yield a neutral, a la espera de que los bancos centrales tengan que salir a escena de nuevo.

Jorge González, director de análisis de Tressis, explica que durante los últimos meses los fondos mixtos han venido reduciendo riesgo tras las valoraciones alcanzadas. “En líneas generales, siguen posicionados principalmente en bonos corporativos con grado de inversión. En cambio, los gestores se han mantenido mucho más prudentes a la hora de mantener posiciones en high yield así como en emergentes. En esos segmentos, el riesgo de impago es superior y han preferido que las posiciones fueran más residuales, prefiriendo asumir el riesgo con la renta variable. Otra de las tendencias que hemos visto es la reducción de los pesos en subordinada financiera”, apunta

Carlos Aguado, del equipo de selección de fondos de A&G Banca Privada, apunta en la misma dirección, aunque distingue por el perfil de riesgos de los productos. “Aquellos con uno más agresivo han mantenido sus posiciones de high yield debido a que consideran que el nivel de los spreads sigue siendo atractivo para las tasas de default [impago] que está descontando el mercado. Otros con un perfil más conservador sí están aprovechando para reducir posiciones a medida que se han estrechado los spreads.

Esta búsqueda de mayor rentabilidad en activos con calificación de bono basura propicia que los gestores activos, sobre todo, sigan rascando en esta categoría. “Es de los pocos activos en renta fija que ofrecen una TIR atractiva y muchos inversores se ven impulsados a invertir en ellos con el ánimo de obtener una rentabilidad. Pero la clave es tener fondos que, a pesar de que inviertan en activos de alta rentabilidad, no lo hagan en los peores tramos de calificación crediticia y tengan equipos capaces de hacer un profundo análisis crediticio y evitar empresas que puedan hacer impagos”, subraya Beatriz Hernández, analista de fondos de atl Capital.

José María Luna, socio de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales, asegura que estos movimientos en cartera se han notado sobre todo en los gestores más activos, que han incrementado también la liquidez.“Hemos detectado que estos fondos activos han aumentado en las últimas semanas la deuda soberana, de EEUU y Alemania, como elemento descorrelacionador en caso de que se diera alguna corrección en mercado, han reducido la deuda con grado de inversión e incrementado en high yield, por esa búsqueda de rentabilidad”. La deuda corporativa ofrece muy poco retorno, y éste se busca vía high yield en los tramos de BB y en deuda emergente.

Pero Sebastián Larraza, responsable de selección de fondos de Andbank Wealth Management, advierte de que todavía no se han visto en mercado los efectos de los posibles impagos de este tipo de bonos de alta rentabilidad, por lo que la prudencia debe primar a la hora de seleccionar los fondos y es una razón de peso para que los gestores de fondos mixtos prefieran virar las carteras hacia una neutralidad en activos de renta fija, a la espera de los movimientos de los bancos centrales.