Turbo24, cómo invertir las 24 horas eligiendo el riesgo a asumir

Más allá de la clásica compra de acciones o bonos, existen otros productos al alcance del inversor como los productos derivados, que permiten generar rentabilidad de manera más rápida

El mundo de la inversión se caracteriza por ofrecer infinidad de productos para elegir. Lo más común entre los inversores minoritarios es comprar directamente activos como las acciones, los índices o los bonos. No obstante, existen vehículos que, si bien son menos conocidos, ofrecen interesantes rentabilidades y una mayor flexibilidad. Es el caso de los derivados. Lo particular de este tipo de producto es que no se adquiere ningún activo en concreto, sino que se invierte en la posibilidad de que un activo al que hace referencia evolucione al alza o la baja. Así, se puede invertir en bolsa, deuda, materias primas o divisas sin necesidad de comprarlos directamente. Son los denominados activos subyacentes.

Dentro del universo de los derivados están protagonizando un gran auge los Turbo24 cuya principal característica es que el riesgo está limitado. Como explica Diego Morín, analista de mercado de IG, “todas las operaciones tienen un knockout establecido, que es la máxima pérdida que se está dispuesto a asumir. Por ejemplo, si yo compro 100 turbos, dependiendo del knockout que elija, sé que puedo perder, como máximo, 200 euros. Por tanto, es un mercado que permite controlar en todo el momento el riesgo”. En este sentido, el knockout determina el precio de compra del Turbo24. Por ejemplo, si el activo que se pretende replicar está actualmente valorado en 100 euros en el mercado subyacente y se compra un Turbo24 largo (alcista), y se determina un nivel de knockout de 90 euros (debe estar por debajo del precio actual en turbos largos), el precio del turbo, sin incluir costes y otros ajustes, es de 10 euros, los 100 que vale el activo subayecente menos el knockout, y es también lo máximo que se puede perder en la operación. Por tanto, al seleccionar el knockout también se selecciona el apalancamiento.

Cuanto menor sea el precio del turbo, mayor será el apalancamiento. Un apalancamiento mayor supone que cualquier movimiento del precio subyacente, ya sea al alza o a la baja, hará que los beneficios o pérdidas sean mayores. En otras palabras, si el apalancamiento es de 10 veces implica que si se obtienen ganancias serán 10 veces superior a lo invertido inicialmente y viceversa. Cuando se alcanza un nivel de knockout, el Turbo24 vencerá sin valor y se perderá el desembolso inicial.

A diferencia de otros productos como los CFDs (contratos por diferencias), es que el knockout es fijo y no se puede modificar, mientras que, en el CFD, el stop para limitar el riesgo se puede ir cambiando.

Además, los CFD operan en un mercado extrabursátil (OTC, donde los contratos son hechos a medida del cliente, sin intermediarios, y el riesgo aumenta). Los turbos lo hacen en un sistema de negociación y normalmente solo es posible comprarlos mediante un bróker o banco. En otras palabras, cuentan con ISIN propio lo que, como indica Morín, “transmite mucha tranquilidad a los inversores”.

Un mercado 24 horas

Los Turbo24 son los primeros turbos del mundo cotizados las 24 horas del día de lunes a viernes, lo que permite operar sin interrupciones, incluso cuando el mercado subyacente está cerrado. Los Turbo24 se operan en Spectrum, un sistema de negociación multilateral (MTF, por sus siglas en inglés) que está diseñado específicamente para ofrecer liquidez a los minoristas. Además, no se pagan comisiones y no existe el riesgo divisa, ya que se ofertan en euros. Se puede replicar desde índices y divisas a materias primas. Por otro lado, se puede comprar desde un único turbo hasta la cantidad que se quiera o el mercado permita.

Los turbo warrants son instrumentos financieros complejos y su capital está en riesgo. Puede sufrir pérdidas rápidamente. Todas las operaciones conllevan riesgo.