Menos del 30% de la industria financiera es femenina

Hace ya más de 50 años que una mujer consiguió un sillón en Wall Street, pero la presencia de las mujeres en el mundo de la inversión sigue estando muy por debajo de lo esperado

Si hubiera sido Lehman Sisters en lugar de Lehman Brothers, el mundo podría verse muy diferente hoy”. Estas palabras las pronunció la actual presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en 2008, cuando estalló la crisis financiera. Con esta afirmación, la entonces dirigente del Fondo Monetario Internacional quería dejar clara la dominación por parte del hombre del sector bancario. Un poder que se extiende prácticamente a toda la industria financiera, donde la mujer representa menos del 30%.

Han pasado más de 50 años desde que Muriel Siebert consiguiera un sillón en la Bolsa de Nueva York frente a los 1.365 que ocupaban los hombres. Era la primera vez que una mujer formaba parte de esta institución que tenía 175 años de historia. En 2017 Adena Friedman se convirtió en la segunda mujer en dirigir un gran operador bursátil en EEUU cuando fue nombrada presidenta del Nasdaq (Catherine Kinney fue la primera al dirigir el parqué neoyorkino), mientras que en 2018 Stacey Cunningham se puso al frente de la Bolsa de Nueva York. La propia Lagarde ha abierto la veda al frente del BCE.

“Yo siempre he dicho que una mujer, por lo general, debe demostrar su valía y al hombre se le presupone. Lo digo por experiencia propia. Una vez que la mujer demuestra que vale, en el mundo financiero al menos, creo que hay paridad de trato, aunque no se ha conseguido en los cargos más altos de dirección donde los puestos se asignan por lo general a los hombres”, indica María del Carmen Tejada, profesora del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB.

A este respecto, analizando los principales índices del mundo, la presencia de mujeres en los consejos de las empresas cotizadas no supera, de media, el 20%. Del mismo modo, las féminas ejecutivas no sobrepasan el 13%. En el caso del mercado español, el peso de las mujeres en los consejos se estanca por debajo del 24%. Es más, la única mujer presidenta ejecutiva de una empresa del Ibex 35 es Ana Patricia Botín.

“Quizá el primer obstáculo es que esta industria no es de las preferidas por las mujeres para desarrollar su carrera profesional. Cuando la dedicación es alta y exigente en puestos de responsabilidad, me parece que lo más complicado sigue siendo compatibilizar la carrera profesional con la maternidad. Yo he pasado por ello y vives en una especie de equilibrio inestable continuo entre lo personal y lo profesional que genera una tensión no siempre fácil de resolver”, explica Gadea de la Viuda, socia y directora general de Abante.

Por otro lado, elEconomista ha analizado los 162 fondos de inversión con mayor patrimonio que se comercializan en España, tanto de renta fija como de bolsa, y aquellos gestionados o cogestionados por ellas suponen el 21% del total. Entre las razones que se esconden detrás de estas cifras, las expertas consultadas coinciden en señalar, además del obstáculo que supone en muchos casos la maternidad, la incorporación más tardía de la mujer al mundo laboral o los estereotipos como que este sector es de hombres.

Progresivamente se va avanzando en este aspecto, aunque las cifras aún están tremendamente descompensadas, y más si tenemos en cuenta que las rentabilidades que aportan carteras de hombres y mujeres son muy similares, inclinándose incluso la balanza a favor de la mujer en algunos tipos de activos, argumenta Victoria Torre, responsable de Análisis y Selección de Fondos de Singular Bank.

La experta indica que, a nivel global, solo un 11% de los fondos son gestionados por mujeres, un porcentaje muy similar al de hace 4 años. En el mes de enero, el todopoderoso banco estadounidense Goldman Sachs anunciaba que no sacará a bolsa a firmas sin mujeres ni candidatos diversos en sus consejos de administración. David Solomon, consejero delegado del grupo, explicó que las empresas con una directiva diversa “funcionan significativamente mejor”.

“Hemos avanzado bastante y cada vez hay más mujeres en el sector financiero, aunque todavía sigue siendo un mundo bastante masculino”, señala Sara Carbonell, directora general de CMC Markets, quien opina que “en el caso del trading, creo que las mujeres controlamos mejor nuestras emociones, algo fundamental a la hora de operar”.

Este cambio que señala Carbonell también se nota tímidamente al otro lado de la valla, en el mundo inversor, en el que cada vez más mujeres se preocupan por sus finanzas. Según EFPA (la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera) España, dos tercios de las mujeres participan de forma activa en las decisiones financieras familiares y el grado de información que poseen las mujeres sobre las características de los productos financieros es similar al de los hombres.

Eso sí, según los datos de Finect, la franja de edad con más interés por el ahorro y la inversión se situaría entre los 30 y los 45 años, al contrario de lo que sucede en los hombres, donde las franjas de edad superiores tienen un interés relativo mucho mayor. “Su mayor longevidad y la menor cuantía de sus pensiones hace que para ellas sea más necesario complementar la futura pensión pública a partir de los ahorros generados durante la etapa activa”, recoge el estudio.

Ganan un 20% menos

“Empecé en esta industria en el año 97 y entonces no sólo éramos pocas mujeres, sino que la capacidad de acceso a puestos directivos o de responsabilidad era muy limitada. Todavía queda mucho por hacer. Es verdad que la brecha salarial se va reduciendo, pero todavía pesa mucho el desafío de la maternidad y la conciliación”, señala Irene López, responsable de ventas de DWS Iberia y especialista en ESG de DWS.

Los datos del de la Organización Internacional del Trabajo reflejan que las mujeres ganan un 20% menos que los hombres a nivel global. Según Bank of America, al ritmo actual, se tardarían 257 años en cerrar la brecha económica global de género. A tenor de los datos del Banco Mundial, las mujeres representan solo el 38% de la riqueza frente al 62% de los hombres. “La pérdida de riqueza en capital humano debido a la desigualdad de género se estima en 160,2 billones de dólares si simplemente asumimos que las mujeres ganarían tanto como los hombres”, arguyen desde la institución. El desarrollo económico de las mujeres es esencial para la economía por su potencial no solo como consumidoras, sino como inversoras, empresarias, generadoras de empleo...

Los expertos apuntan que, de alcanzarse la igualdad económica, el PIB global aumentaría 28 billones de dólares o subiría un 31% hasta 2025, lo que equivale al PIB actual de Estados Unidos y China juntos.

El estudio When Women Thrive 2020 (Cuando las mujeres prosperan), elaborado por Mercer, pone de manifiesto que a pesar de que ha aumentado la presencia de mujeres en cargos de dirección, la mayoría de los puestos pertenecen a cargos administrativos o de apoyo (47%) y profesionales (42%); sólo un 29% ocupan puestos senior y un escaso 23% cargos ejecutivos. Y es que menos de la mitad de las empresas en el mundo aplican políticas que permitan avanzar en la igualdad de género.