Thomas Friedberger, Co CIO y CEO de Tikehau IM: “La transición energética está en el centro de la recuperación económica tras el Covid”

El codirector de inversiones de Tikehau Capital considera que la transición energética puede ayudar al resto de sectores a mantener la competitividad, en un mundo que estará marcado por un proceso de desglobalización en el que Europa puede mantener su peso específico gracias a su larga tradición empresarial

Tikehau se ha convertido en una de las firmas especializadas en capital riesgo que más están apostando por el mercado español, tanto desde el punto de vista inversor como para el lanzamiento de productos, como el reciente lanzamiento de un fondo, junto a Banca March, centrado en la transición energética, una de las áreas que consideran clave en la recuperación de la economía tras la pandemia del Covid.

¿Deja la crisis del Covid una oportunidad única para las firmas de capital privado?

Hay una enorme oportunidad en el segmento de private equity de capital de crecimiento, tomando participaciones minoritarias junto a un empresario para ayudarle a implementar su estrategia de crecimiento. Esto también es interesante para los gobiernos en el contexto de preservar empleos y las cadenas de suministro locales. ¿Por qué? Porque el capital de crecimiento es esencialmente inyección de nuevos fondos a través de un aumento del capital social. Las empresas se han visto forzadas a pedir préstamos significativos para sobrevivir a esta crisis y, por lo tanto, necesitarán capital. La reorganización de las cadenas de suministro locales sólo puede tener éxito si hay suficiente capital de crecimiento disponible. En nuestro punto de vista, la mayor oportunidad en private equity es, probablemente, el capital de crecimiento minoritario paneuropeo.

¿Qué sectores o tipos de empresas serán más propensos a entrar en el radar de firmas como Tikehau?

Hay sectores que parecen ser líderes de crecimiento en el próximo ciclo económico: el tecnológico, sanidad, educación y transición energética son alguno de ellos. La transición energética es muy interesante: no solo el sector está creciendo muy rápidamente, sino que también ayuda a otros sectores a seguir siendo competitivos. Si los países quieren reorganizar sus cadenas de suministro, las empresas se enfrentarán a costes laborales más elevados que tendrán que ser compensados con mayor competitividad en otras partes de su estructura de costes. La eficiencia energética puede ser de ayuda en este sentido. La financiación de la transición energética es un gran punto de inflexión, no solo porque este sector creará puestos de trabajo, sino porque ayudará a todos los sectores a preservar y crear empleo. Por este motivo, la transición energética está en el centro de la recuperación económica tras el Covid.

¿Cuándo creen que se producirá la recuperación de los efectos de la pandemia?

Esta es una pregunta compleja. Por una parte, probablemente estamos ante la crisis económica más severa desde la Segunda Guerra Mundial. La mitad de la población mundial estuvo confinada el mes de abril. Esto tendrá un enorme impacto en el crecimiento. El problema es que el crecimiento fue el combustible de un ciclo que terminó con niveles de valoración extremos, niveles de deuda extremos y un sistema económico globalizado sobreoptimizado, en el que las compañías han sido capaces de optimizar su estructura de capital, costes de producción e impuestos. Sin crecimiento, el ciclo no podría durar. Por otra parte, gracias a la magnitud de los estímulos económicos inyectados por los gobiernos y bancos centrales, también podría ser la recesión más corta de la historia. Pero una cosa parece relativamente clara: el crecimiento tenía que ser rentable para ser sostenible. Ahora, el crecimiento también tendrá que ser sostenible para ser rentable. En otras palabras, al buscar la optimización, nuestro sistema económico ha construido su extraordinaria vulnerabilidad.

¿Puede la guerra fría entre EEUU y China ser el invitado sorpresa?

En la próxima década prevemos una dispersión masiva entre los líderes y las empresas en un entorno mundial de bajo crecimiento ya que las acumulaciones de deuda serán masivas, los costes serán más altos y la globalización podría haber alcanzado un punto de inflexión. Las tensiones entre EEUU y China probablemente se incrementarán. Menos globalización significa menos interdependencia y menos diálogo, lo que conduce a más tensiones. La UE también está viviendo un momento crítico con la gestión del Brexit, la necesidad de mutualizarse de alguna manera y encontrar algún tipo de unión fiscal para sobrevivir. Pero Europa es un lugar fantástico para invertir, con una larga tradición empresarial, una legislación empresarial favorable, estabilidad política y particularidades locales que crean fuertes barreras de entrada pero también oportunidades.