El ‘crack’ bursátil confirma la resiliencia de las empresas con mejores perfiles ASG

En el primer trimestre de 2020, los mercados financieros sufrieron la caída más rápida de su historia (-20% en solo 20 días). El historial de rentabilidad del estudio de ISR de La Financière de l’Échiquier y rentabilidad comienza en 2010; por tanto, se trata de la primera vez que nuestras carteras ficticias han registrado una crisis de esta magnitud. Así, pues, la reacción bursátil de las empresas incluidas en estas carteras ofrece muchas lecciones sobre la rentabilidad de la ISR en tiempos de crisis.

Una rentabilidad superior

El crack bursátil ha confirmado nuestra convicción sobre la resiliencia de las empresas con los mejores perfiles ASG (medioambiental, social y de gobierno corporativo). En diez años, la cartera con los mejores perfiles ASG (TOP 40) genera una rentabilidad 3,8 veces superior a la de los peores perfiles ASG (FLOP 40). Una diferencia que ha aumentado considerablemente, ya que a finales de 2019 era de 2,6 veces.

En cuanto a la ratio riesgo/rentabilidad se ha mantenido estable. Al igual que en 2019, esta ratio aplicada a la cartera compuesta por las mejores calificaciones ASG es 2,3 veces superior al de la cartera compuesta por las peores calificaciones.

Rentabilidad en el 1er trimestre de 2020

En el primer trimestre de 2020, la cartera TOP 40 (-19,1%) se comportó sustancialmente mejor que la cartera FLOP 40 (-27,9%). Además, como vimos en el primer análisis publicado en 2019, la cartera FLOP 40 fue superada por todos los índices bursátiles europeos en ese periodo.

¿A qué se debe esa resiliencia? En primer lugar, observamos que las empresas con los mejores perfiles ASG son mayoritariamente empresas de calidad con balances sólidos. Por tanto, el riesgo de liquidez, elevado durante este periodo, llevó al mercado a apostar por estas empresas, consideradas como “valores refugio”. En segundo lugar, la acertada identificación y la gestión de los riesgos extrafinancieros, por las que se caracterizan las empresas responsables, son fundamentales en el marco de una crisis sanitaria: la protección de los empleados y los clientes permite a estas empresas repuntar más rápidamente y de forma prolongada. A ello se suma que los flujos de compras, que se dirigen cada vez más a los valores con mejores calificaciones ASG, no se han agotado (+30.000 millones de euros, según Morningstar) y alientan sin duda sus cotizaciones bursátiles.

ISR y rentabilidad

La primera versión del estudio de ISR y rentabilidad elaborado por LFDE, publicado a principios de 2019, lo demostró: lejos de destruir valor, la toma en consideración de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) favorece en cambio la rentabilidad a largo plazo. Este estudio arrojó luz sobre la relación que existe entre las empresas ambiciosas en materia ASG y su comportamiento bursátil. Por entonces, en nueve años, la cartera compuesta por los mejores perfiles ASG (TOP 40) había generado una rentabilidad 2,3 veces mayor que una con los peores perfiles ASG (FLOP 40).

En cuanto al riesgo, los indicadores apenas han variado. En 10 años, el ratio de riesgo y rentabilidad de las carteras compuestas por las mejores calificaciones ASG es 1,6 veces superior al de la cartera con las peores calificaciones. En efecto, el ratio de riesgo y rentabilidad en 10 años de la cartera TOP 40 es excelente, 1,11 frente a 0,7 de la cartera FLOP 40, y a 0,6 para el índice MSCI Europe SRI y 0,5 para el índice MSCI Europe.

Por separado, los criterios medioambiental, social y de gobierno corporativo son todos ellos fuentes de rentabilidad y, como se demostró en la primera edición de nuestro estudio, el criterio social es el que genera más valor. En diez años, la cartera compuesta por las mejores calificaciones sociales es la que mejor se comportó (333%), seguida de la cartera con las mejores calificaciones de gobierno corporativo (262%) y de la de las mejores calificaciones medioambientales (233%).

De todas las carteras simuladas, la que generó más valor en 10 años es la TOP 40 (354%), seguida de la cartera con mejores calificaciones en materia social (333%). Por tanto, la ponderación única de La Financière de l’Échiquier, que asigna el 60% de la calificación ASG al criterio de gobierno corporativo y el 40% restante dividido a los criterios medioambiental y social, genera mucho valor a largo plazo. De todas las carteras probadas, la compuesta por las peores calificaciones de gobierno corporativo genera la peor rentabilidad en diez años (126%). Por tanto, mantenerse al margen de las empresas con peor gobierno corporativo resulta beneficioso a largo plazo.

Las rentabilidades de 2019 bajo la lupa

Si nos fijamos en los datos de 2019, los resultados son espectaculares. La cartera, compuesta por los mejores perfiles ASG (TOP 40), avanzó casi un 39%, mientras que la cartera compuesta por los peores perfiles (FLOP 40), apenas lo hizo un 20%. Frente a ellas, los índices de referencia se comportaron mejor que la cartera FLOP 40, pero peor que TOP 40: el índice MSCI Europe se anotó una subida del 26% y el MSCI Europe SRI del 30%.