Sonsoles Santamaría, directora general de negocio
de Tressis: “La sostenibilidad ya se discute en los consejos de administración; es un cambio importante”

En un 2020 que ha sido decisivo para la inversión socialmente responsable, Sonsoles Santamaría, directora general de negocio de Tressis, explica cómo integran los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno en sus procesos de inversión. También advierte de los retos que trae consigo la normativa europea

La inversión sostenible vive un año clave. Por un lado, ha demostrado que cae menos en momentos de pánico, como el crash del pasado marzo. Por otro, el deseo de los inversores de impactar positivamente con su dinero en cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) es cada vez mayor. A ello se suma que en el mes de marzo de 2021 entrarán en vigor las obligaciones europeas de divulgación, y las entidades deberán aclarar a sus clientes si sus productos integran o no estos criterios, y cómo lo hacen. Además, a finales del año que viene tendrán que empezar a preguntar a sus clientes si desean dar a su cartera un sesgo sostenible. De este viraje nos habla Sonsoles Santamaría, directora general de negocio de Tressis, firma especializada en gestión de patrimonios que lleva años integrando la sostenibilidad en sus carteras.

Ofrecen arquitectura abierta, es decir, permiten a sus clientes comprar tanto productos suyos como de otras gestoras. ¿Cómo se aseguran, en los productos de terceros, de que no hay ‘greenwashing’, de que no se utiliza mal el nombre de ‘sostenible’?

Cuando la inversión se realiza a través de fondos buceamos mucho, mantenemos un diálogo continuo con las gestoras, para comprender muy bien qué entienden ellas por integración ASG. También nos fijamos en la composición de las carteras. Además, nos apoyamos en proveedores especializados en este tipo de datos, que nos ayudan a valorar esos criterios de sostenibilidad, de igual modo que para los datos financieros contamos con Bloomberg y otras herramientas, por ejemplo. Pero es importante tener cierta envergadura para afrontar las inversiones que esto requiere.

¿Cree que determinadas firmas pequeñas no podrán hacer frente a esos costes?

Absolutamente. Compañías con un tamaño reducido pueden verse muy impactadas por las inversiones que va a requerir el cumplimiento de la nueva regulación de divulgación. También pueden decidir no dar un sesgo positivo a la sostenibilidad. La norma no te va a obligar a tener estos productos. Pero sí a explicarle al cliente si los tienes o no, y a preguntarle en el test MiFID si quiere productos de esta naturaleza. Si te responde que sí y no los tienes, probablemente busque otra entidad. En definitiva: si los quieres ofrecer supone una inversión, y si optas por no tenerlos puede provocar una pérdida de clientes.

En aquellos fondos en los que ustedes seleccionan directamente a las compañías en las que invierten, se fijan en sus memorias de sostenibilidad. ¿Falta estandarización en todos esos datos sobre cuestiones ambientales, sociales...?

Esas memorias llevan ya presentándose varios años, y las entidades cada vez les prestan más atención, porque saben que los analistas también lo hacen. Por otro lado, hemos observado un cambio relevante en las empresas: los temas de sostenibilidad ya se han integrado en las discusiones de los consejos de administración. Antes quizá se abordaban en departamentos o comisiones específicos. Esa sensibilidad en los consejos es clave para que esta tendencia se derive en acciones concretas.

Han reforzado su apuesta por la sostenibilidad con dos planes de pensiones sostenibles, el ‘Tressis Plan de Pensiones Cartera Equilibrada’ y ‘Tressis Plan de Pensiones Cartera Crecimiento’. ¿Cuál es la principal diferencia entre ellos?

Su perfil de riesgo. La Equilibrada tiene una estrategia en la que la posición central es del 50% en renta variable, y el 50% restante en otros activos del espectro de la renta fija. La singularidad de esta cartera es que la mayor parte de ella se invierte en fondos de inversión, viene a ser un fondo de fondos de pensiones. La Cartera Crecimiento tiene un sesgo más arriesgado: su posición central es un 85% en renta variable, y en ella sí hacemos más inversión directa en compañías porque tenemos un equipo de renta variable con mucha capacidad para hacerlo teniendo en cuenta los criterios de sostenibilidad.

¿En qué otros aspectos de sostenibilidad se fijan a la hora de invertir en cotizadas?

Diferenciamos entre el qué hace la compañía y el cómo lo hace. En sostenibilidad no hay blancos o negros, es una paleta de grises. Tú puedes tener una minera en Polonia, en la que el qué no sería sostenible porque es tremendamente contaminante, pero que puede estar en un proceso de transición energética súper interesante. Ese es el cómo. ¿Por qué la voy a dejar fuera? Eso es para nosotros la sostenibilidad, apostar por modelos de negocio sostenibles de cara a futuro. Estamos convencidos de que esos modelos tienen una proyección mucho más robusta.

Los clientes, ¿cómo responden cuando les hablan de productos financieros sostenibles?

Orientar las inversiones hacia este universo les permite sentirlas mucho más próximas. Les hablas de flujos de caja y pocos tienen la capacidad de entenderlo, pero si abordas temas como las políticas ambientales, sociales, de diversidad, de inclusión... son historias mucho más tangibles.

Acaban de lanzar el fondo ‘Conciencia Ética’, cuya estrategia está inspirada en los valores de la Doctrina Social de la Iglesia Católica y su ideario ético. ¿Cuál es el motivo de su lanzamiento? ¿Por qué han optado por contar con el asesoramiento de AFI?

Teníamos demanda para este tipo de fondo, que combina la importancia de la sostenibilidad con los valores de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. La sostenibilidad cuida y tiene en consideración darle un sesgo positivo a criterios ASG, y la Doctrina de la Iglesia Católica aplica filtros adicionales que muchos clientes valoran. ¿Por qué AFI? Porque viene desarrollando desde 2015 una oferta integral en el ámbito de las finanzas sostenibles y su experiencia nos parecía muy interesante. Han colaborado y asesorado a numerosas entidades a gestionar su estrategia en lo referente a la sostenibilidad. Esa experiencia les ha llevado a desarrollar metodologías propias en materia de sostenibilidad, como la elaboración de un rating ASG, modelos de valoración de impacto, y metodologías de vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.