Incertidumbre inmobiliaria

La subida de los precios de las materias primas, la inflación, la subida de los tipos de interés y los costes de la energía están marcando el futuro del mercado inmobiliario en nuestro país. Sin embargo, el sector por ahora mantiene el tipo y está sabiendo capear este fuerte temporal.

Analicemos el contexto en el que nos estamos moviendo. La evolución del inmobiliario en estos últimos años ha vivido inmersa en idas y venidas. Cuando cerramos el 2019, con más de 569.993 operaciones según el Ministerio de Fomento, se pensaba en una estabilización y consolidación, debido entre otras cosas a los tipos bajos de los intereses para la concesión de las hipotecas. Este progresivo crecimiento, aunque el precio de la vivienda no llegase a los máximos obtenidos previo a la crisis del 2008, hacía mirar el 2020 con bastante optimismo.

Este crecimiento sostenido de los últimos años se vio truncado en marzo de 2020 con la llegada del Covid-19 y la entrada en vigor del Estado de Alarma. Este hecho hacía vaticinar una caída del precio entre un 5% y un 10%, aunque observando cómo terminó el año podemos decir que los precios se mantuvieron estables, teniendo pequeñas variaciones al alza y a la baja dependiendo de la zona geográfica.

Pudimos contemplar como durante todo el 2020, la crisis vivida a nivel mundial afectó de lleno a la Hostelería y al Turismo en general, pero al sector Inmobiliario, quitando los periodos de inactividad debido a los confinamientos, no le perjudicó en exceso, aunque bajaron el número de operaciones cerradas con respecto a 2019, un 15% aproximadamente, el precio de la vivienda se mantuvo estable con tendencia alcista durante todo el año y el siguiente, terminando el precio de la vivienda el último trimestre de 2021, casi en 1.700 euros/m2, según Fomento.

Empezamos 2022 con la sensación de haber superado un ciclo de inestabilidad por los continuos confinamientos, y aunque cerramos diciembre de 2021 con la inflación al 6,7%, todo apuntaba a retomar un periodo de tranquilidad, recordando la tendencia del último trimestre del 2019. Nada más lejos de la realidad. El 24 de febrero Rusia invade Ucrania generando una considerable alarma internacional, con el correspondiente desequilibrio geopolítico y económico. Se vuelve a vaticinar lo peor para nuestro mercado; pero no solo sube el número de operaciones por trimestre, sino que el precio de la vivienda sigue subiendo durante los tres primeros trimestres.

Encaramos el último trimestre del 2022 con unas expectativas no muy halagüeñas. Todo apuntaba a una ralentización del mercado, generando una contracción de la demanda, donde la inflación y el BCE no daban tregua, el euríbor lo cerramos el año pasado en 3,018%. Las compraventas comenzaron un descenso progresivo cayendo diciembre un -14,12% en tasa interanual según el INE. A pesar de estos datos del último trimestre, el año 2022, en Elephant cerramos con una facturación por encima de los objetivos planteados.

Año 2023, ¡qué gran incógnita! A finales del 2022 preveíamos una hecatombe para el inicio de año, las sucesivas subidas de tipos de interés, y, aun así, la inflación sin levantar el pie del acelerador, el indicador adelantado del INE lo sitúa en el 7,4%, y la inestabilidad geopolítica con la invasión de Rusia a Ucrania que no parece vislumbrar un acuerdo de paz, nos hace prever un año de retos importantes para las empresas que nos dedicamos a ayudar en los procesos de ventas a los propietarios.

Todos los indicadores y expertos coinciden sobre la previsión del descenso en el número de las operaciones de compraventas para este año entre un 15-20%, y una caída del precio de la vivienda que rondará el 3,5%.

En este sentido, no podemos obviar el impacto negativo en la economía de muchas familias que tienen hipoteca frente a la subida de tipos decretada por el Banco Central Europeo (BCE). Los bancos no están endureciendo las condiciones para la consecución de las hipotecas, pero al subir los tipos de interés bajan los ratios de endeudamiento. La consecuencia directa que está empezando a tener esto es que se complica para algunas familias obtener la aprobación de la financiación hipotecaría para comprar una casa, la misma que hace tan solo 6 meses podría haber financiado sin problemas.

La realidad es que nos enfrentamos a un futuro incierto, un escenario con costes de financiación elevados, un posible retraimiento del consumo por una inflación elevada y la gran incertidumbre -como ya he comentado- del precio de las materias primas.

Debemos estar en una continua adaptación a los cambios que se generan en el sector Inmobiliario y en los diferentes mercados, que como hemos visto, cada vez se suceden en periodos más cortos dentro de la incertidumbre geopolítica y económica que vivimos a nivel mundial.

Tenemos dos focos claros:

1. Elevar las ratios de conversión de nuestros agentes inmobiliarios para mejorar los niveles de productividad. Invirtiendo bastantes recursos en mejorar los canales, nacionales e internacionales, de búsqueda de clientes compradores para las viviendas de nuestros clientes vendedores y desarrollando la implementación de un nuevo plan de productividad, que creemos que revolucionará el segmento donde competimos con otras compañías.

2. Preocupación constante por mejorar la experiencia cliente, CX. El interés de nuestro cliente siempre está por encima de cualquier variable que afecte a nuestro negocio. Estamos desarrollando un potente departamento Calidad que está dirigido en dos sentidos, saber cómo se encuentran nuestros agentes inmobiliarios, poder calibrar su bienestar en la empresa para conseguir una mejora constante y, por otro lado, con qué sensación nuestros clientes compradores y vendedores terminan los procesos de compraventa cuando ha sido atendido por un agente inmobiliario de Elephant.

En nuestra compañía, aun con estas perspectivas, encaramos el año con ilusión y ganas de seguir innovando.