¿Qué soluciones aportan los nuevos modelos residenciales?

Llevamos toda la vida escuchando que España es un país de propietarios. Los datos así parece que lo demuestran. Según las cifras del INE, en 2022 la compraventa de viviendas creció un 14,7%, hasta alcanzar las casi 650.000 operaciones. Esto se traduce en la mayor cifra en 15 años. Sin embargo, se está produciendo un cambio más que evidente que trae consigo una evolución hacia que cada vez más hogares deciden vivir de alquiler. El portal Statista publicaba a principios de este año que el porcentaje de españoles que vive de alquiler se encuentra en torno al 24% y con una proyección alcista. Lejos del 30% de media de nuestros vecinos europeos, pero la tendencia está clara.

Al igual que se está demandando cada vez más vivienda en alquiler, ya no se buscan las mismas tipologías de arrendamiento que hace unos años. En los últimos ejercicios nos encontramos que quien quiere emanciparse o mudarse no busca solo un piso, ahora exige otras características, tanto cuantitativas como cualitativas. Principalmente los jóvenes entre 25 y 40 años ponen en valor aspectos como las zonas comunes, servicios de todo incluido y, sobre todo, la generación de comunidad. Los millennial y la Gen Z están dispuestos a renunciar a metros cuadrados privados por contar con lugares en los que poder desarrollar actividades y conectar con otros.

La pandemia, además, acentuó la soledad de muchos hogares unifamiliares, los cuales no dejan de crecer. En los últimos 10 años se han incrementado un 30% en España y Europa. Los nuevos modelos familiares son los que también impulsan los nuevos modelos residenciales. Porque vivir solo no significa querer estar solo. Por tanto, la demanda de vivir en un lugar donde tienes tu propio espacio, pero también dispones de espacios de convivencia, experimentó un crecimiento exponencial incomparable.

A esta necesidad de la sociedad, se une la gran falta que hay de vivienda en el mercado, la combinación que ha dado como resultado la aparición de nuevos modelos residenciales como el coliving o el build to rent. El segmento living desde su parte más innovadora ha traído la solución y dado respuesta a un no tan nicho de mercado que no estaba siendo escuchado.

El build to rent y el coliving han unido, como en el caso de Urban Campus, la respuesta a los dos pilares fundamentales: la necesidad de vivienda en alquiler y la generación de comunidad. Además, desde un punto de vista de negocio, la optimización de los espacios que habitualmente eran metros “vacíos” (trasteros y sótanos, grandes portales, etc.) ahora se adaptan y convierten en gimnasio o sala de cine incrementando el atractivo del edificio y por lo tanto atrayendo a la demanda.

Pero el build to rent y el coliving responden a muchas más necesidades. Desde evitar los incómodos trámites en el proceso de alquiler, a optar por un servicio de todo incluido (limpieza, lavandería y hasta plataformas de streaming) pasando por la contribución al medio ambiente, siendo una propuesta real por la sostenibilidad.

Uno de los fundamentales del sector inmobiliario este año va a ser la sostenibilidad. Dado que el sector es uno de los más contaminantes, las políticas de ESG se están endureciendo y se está exigiendo su cumplimiento. Por ello, uno de los puntos de sostenibilidad del modelo de coliving es que se levantan a través de la rehabilitación inmobiliaria. Además de por la falta de suelo disponible, estas opciones residenciales se promueven a través de la rehabilitación para incrementar la eficiencia energética de los edificios y las viviendas. En Urban Campus la mayoría de nuestros proyectos se han desarrollado sobre edificios ya existentes.

Durante la rehabilitación, además, se llevan a cabo procesos y medidas que contribuyen a la consecución de los estándares ESG. Como el uso de guías con puntos de mejora para cada área (polución del aire y agua, eficiencia energética, deforestación, etc.); uso de sistemas de energías renovables como la aerotermia; uso de materiales ecológicos y sostenibles durante la obra; medidas exigentes de reciclaje y economía circular. Con todo, se consigue y demuestra que el coliving, además de ser atractivo desde el punto de vista de la inversión, lo es desde la más pura sostenibilidad.

El trabajo por los criterios ESG no queda ahí, una vez se finaliza el coliving, es necesario hacer un seguimiento y continuar contribuyendo a la eficiencia y sostenibilidad. Y esto no sería posible sin el apoyo de la tecnología. Desde Urban Campus utilizamos sensores para calcular consumos en los termostatos y la grifería, así como sensores de presencia para optimizar el uso de la calefacción y el aire acondicionado.

Otra necesidad importante que cubren los nuevos modelos residenciales como el coliving es que contribuye a incrementar el parque de viviendas en alquiler. El mercado del alquiler presenta una gran falta de producto disponible, y lo que hay en su mayoría se trata de construcciones de más de 50 años por las que, además, se exigen rentas elevadas. En un coliving, se optimiza el espacio y se incluyen en el alquiler servicios como los suministros u otros extras como limpieza, pudiendo acceder además a buenas zonas de la ciudad y a apartamentos reformados y energéticamente eficientes.

Entre las nuevas soluciones de vivienda, el coliving está demostrando ser eficaz y beneficioso para el medio ambiente, la economía local y las relaciones sociales, con un impacto real en la calidad de vida de las personas. Sin duda el coliving y el build to rent son nuevos modelos residenciales que, si bien ya han echado a andar, en 2023 vivirán una explosión. Por ello, tenemos en marcha varios proyectos tanto de coliving como de build to rent y veremos la confirmación de que son una vía necesaria que cubre numerosas demandas de la población y el mercado: falta de vivienda, vivir en comunidad, sostenibilidad y criterios ESG, digitalización del sector. En definitiva, el coliving y el build to rent van a ser motores principales del segmento living dentro del sector inmobiliario español.