El ‘living’: foco de la inversión inmobiliaria en tiempos volátiles

Tras un 2022 marcado por la incertidumbre en los mercados de capitales, la escalada de la inflación o la constante subida de tipos de interés, el sector living sigue demostrando su resiliencia y solidez frente al resto de activos inmobiliarios. Sin embargo, los efectos de estas circunstancias siguen suponiendo un reto en Europa, donde los inversores institucionales nos hemos visto obligados a ralentizar el volumen de inversión.

De esta forma, con el foco puesto en 2023, y tras el transcurso del primer trimestre del año, la hoja de ruta de las inversiones se esclarece y persigue la senda de las tendencias marcadas en 2022: el living seguirá siendo el asset class que atraerá un mayor volumen de inversión por su predictibilidad de flujos de caja y protección contra la creciente inflación. Así, según los últimos datos publicados por CBRE, el sector living ha concentrado en el primer trimestre de 2023 el 42% de la inversión total, 2.876 millones de euros, con más de 1.219 millones de euros transaccionados.

Entre los motivos que avalan esta predicción cabe destacar el atractivo de los fundamentales de mercado en España, donde el difícil acceso a la compra de una vivienda se ve agravado por una fuerte discrepancia entre la oferta y la demanda de producto en alquiler. Esta divergencia es más pronunciada en mercados en los cuales el acceso a la financiación es cada vez más complicado y donde hay una clara escasez de producto institucional. En España, tan solo el 5% del stock residencial está en manos de inversores institucionales, muy lejos de otros países europeos como Alemania (34%) y Francia (23%).

Estos fundamentales han sido identificados por inversores institucionales como Greystar, donde recientemente hemos cerrado un fondo paneuropeo discrecional, GEPE I, con 1.550 millones de euros de private equity. El fondo perseguirá oportunidades de inversión focalizadas en nuevas soluciones habitacionales en las grandes ciudades de Europa, con España como uno de los principales países donde activamente incrementaremos nuestra exposición.

Así, fórmulas de vivienda como el coliving, el senior living o las residencias estudiantes, se posicionan como las soluciones favoritas de los inversores internacionales y seremos testigos de una proliferación de activos institucionalizados en los próximos años. En esta línea, la consultora Cushman & Wakefield apunta que en los próximos diez años el coliving europeo atraerá inversiones por valor de 550.000 millones de euros.

Estas nuevas demandas poblacionales se encuentran cada vez más orientadas a la exigencia de una mayor flexibilidad, necesidad de espacios y entornos que equilibran la privacidad con el aire libre, y zonas comunes adaptadas al trabajo, el ocio y el descanso que permitan además crear una sensación de comunidad; preferencias impulsadas en mayor medida tras la pandemia.

Greystar ha apostado fuertemente por este sector a través de la plataforma de alojamiento flexible Be Casa: un concepto innovador de alojamiento híbrido y accesible que prioriza las necesidades de los potenciales inquilinos y donde actualmente contamos con tres activos en los municipios de San Sebastián de los Reyes, Valdebebas y Rivas Vaciamadrid, ofreciendo 2.500 unidades en la Comunidad de Madrid.

Esta ruta de inversiones, además de hacer crecer la oferta de viviendas disponibles en régimen de alquiler tan necesario en nuestro país, también permitirá que el parque residencial español se parezca cada vez más a los países europeos de su entorno, donde existe una mayor inclinación por el arrendamiento frente a la compra de viviendas. En España, el 24% de los hogares viven en régimen de alquiler, proporción significativamente inferior a la media europea (30%) y lejos de países como Suiza (60%), Alemania (51%) o Francia (35%).

A través de este nuevo fondo, GEPE I, Greystar ha adquirido una cartera de 2.425 viviendas en alquiler a Vía Célere mediante la creación de una joint venture con el promotor. Por esta operación, en Greystar apostamos por el impulso del build to rent en ciudades como Madrid, Málaga, Valencia, Sevilla y Bilbao, zonas de alta demanda y donde existe una mayor necesidad de vivienda en alquiler.

Estas decisiones de inversión ponen de manifiesto que 2023 se tratará de un año de transición, donde el sector inmobiliario va a ir recuperando paulatinamente la normalidad y donde opciones como el build to rent o los sectores denominados “alternativos” seguirán la senda de crecimiento experimentada en el curso anterior.