La inversión inmobiliaria creció un 22% en España

El 2022 ha sido un año muy activo en transacciones. Concentró operaciones por valor de 9.900 millones, según JLL. El ‘retail’ se alzó como el sector más interesante para los inversores.

La inversión inmobiliaria en España creció un 22% en 2022 respecto al año anterior y alcanzó los 15.797 millones frente a los más de 12.900 millones de inversión registrados en 2021. El primer semestre del 2022 fue muy activo en cuanto a transacciones y concentró operaciones por valor de más de 9.900 millones, mientras que en la segunda mitad del año la actividad se moderó.

Por segmentos, el Retail se alzó durante 2022 como el más interesante por los inversores y cerró el año con una inversión de 4.427 millones -impulsado en gran parte por la venta de una cartera de sucursales bancarias por parte de Merlin Properties-, lo que representa un incremento del 309% respecto al ejercicio 2021. Los segmentos de oficinas e industrial acumularon, respectivamente, 2.540 y 2.327 millones de inversión; por debajo de 2021.

Por su parte, el área de Living, que engloba activos residenciales, espacios de coliving, residencias de estudiantes y residencias de mayores; cerró el ejercicio 2022 con una inversión global de 4.018 millones. Dentro de los activos Living, las residencias de estudiantes fueron las protagonistas y concluyeron el año con una inversión de 1.300 millones: un incremento del 136% respecto a los anteriores doce meses. Por el contrario, en los activos Healthcare (residencias de ancianos) se produjo un descenso del 64% del valor de las transacciones, hasta los 433 millones. Las inversiones en residencial en alquiler se mantuvieron casi planas y sumaron cerca de 2.300 millones, apenas un 2% más que en el año precedente; que concluyó con 2.250 millones invertidos en este asset class. Los hoteles recibieron en 2022 inversiones por valor de 2.484 millones, un 14% menos que en 2021. El origen de los inversores inmobiliarios también se mantiene estable entre 2021 y 2022: en ambos años el 65% del capital invertido tenía origen nacional, mientras que el 35% restante estaba en manos de inversores extranjeros, predomina el capital procedente de EEUU, que representa el 17% de las inversiones extranjeras.