La eficiencia energética del hogar sigue sin ser una prioridad

Solo el 18% de los compradores y propietarios de una vivienda considera la sostenibilidad como un requisito fundamental, según UCI. Ocho de cada diez encuestados piensan que su vivienda es eficiente, aunque más del 80% de los edificios y viviendas en España tiene una calificación energética ineficiente.

El año 2023 es el año de la sostenibilidad en el sector inmobiliario, pero nos preguntamos si la sostenibilidad es una prioridad a la hora de comprar una vivienda por los clientes. La aprobación de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPDB) por parte de la Comisión Europea establece 2030 como la fecha límite para que los propietarios y compradores de viviendas con calificaciones energéticas G o F (es decir, las más bajas) puedan reformarlas y rehabilitarlas para conseguir, al menos, una calificación de E. Unos criterios que aumentarán hasta la letra D en el año 2033 y obligarán a rehabilitar gran parte de las viviendas en todos los países miembros de la UE, incluido España. ¿Están preparados los españoles para acometer este reto? ¿Son conscientes los propietarios y compradores de la falta de eficiencia energética en sus viviendas?

UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, acaba de publicar el I Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad, donde recoge la visión sobre las expectativas que propietarios y potenciales compradores de vivienda tienen sobre la eficiencia de sus hogares.

Javier Torremocha, director de rehabilitación y reformas en UCI asegura que “el estudio que hemos hecho en UCI indica que hay un cierto interés por parte de los españoles en adquirir una vivienda sostenible. Seis de cada 10 se muestran interesados, pero todavía sigue siendo algo minoritario el interés profundo en la sostenibilidad, solo hay un 18% aproximado de españoles que sí que estarían dispuestos a comprarse una vivienda totalmente sostenible. Por tanto, queda camino por recorrer. Necesitamos hacer un esfuerzo divulgativo en la sociedad sobre las diversas actuaciones que hay que hacer en nuestras viviendas para que sean más sostenibles y que las personas lo vean como mejora del capital a la hora de poder adquirir una vivienda o de hacer incluso rehabilitaciones en sus propias casas”.

El mes pasado se votó la directiva EPDB y fue a la Comisión Europea como un acuerdo entre todos los países de la Unión Europea para aunar los criterios a la hora de hacer esfuerzos para que todas las viviendas sean sostenibles y lleguen a una categoría energética por encima de la E. Por lo que nos quedan siete años para que en 2030 todas las viviendas tengan esa categoría.

En vivienda de obra nueva la situación cambia, el Código Técnico de la Edificación obliga a que todas las viviendas tengan una clasificación energética A. ¿Por qué interesa más comprar una casa sostenible? ¿Cuáles son las ventajas?

“Se aprecia que hay más interés en la sostenibilidad a la hora de comprar una vivienda por todos los condicionantes que hemos vivido últimamente con temas energéticos, pero estamos lejos de que el cliente final lo valore de una manera clara. Nosotros en Culmia también hicimos un estudio para ver como la sostenibilidad afectaba a los criterios de compra y notamos que cambian, pero no cuando explicas a un cliente final que su vivienda es sostenible, eso puede no entenderlo, cambia cuando le explicas el impacto que puede tener en la factura de la luz y el ahorro en gastos energéticos. Entonces sí cobra relevancia. Hay una parte de didáctica que hay que hacer para poner en valor esa serie de cosas”, apunta Alfonso Redondo, del departamento de innovación en Culmia.

A este respecto, Nora San Miguel, directora de oficina técnica de Vía Ágora, tiene claro que si buscamos un balance entre la sostenibilidad, económica social y ambiental, es decir una vivienda sostenible asequible dentro de un coste objetivo para el cliente, si éste tiene que decidirse entre una vivienda sostenible y una no sostenible por el mismo precio, va a optar por la sostenible, porque sí que empiezan a valorar mucho todas las ventajas en su salud y en el medio ambiente y sobre todo en el ahorro energético que va a suponer a lo largo de la vida del edificio”.

A pesar de que queda camino por recorrer y que hay que hacer una labor didáctica para que el cliente entienda lo que es tener una vivienda sostenible entre las conclusiones que se recogen del I Observatirio de UCI se observa que la gran mayoría de los españoles estarían dispuestos a pagar más por una vivienda sostenible siendo las mujeres quienes, en mayor medida, afrontarían este gasto extra.

Los gallegos son los compradores y propietarios más concienciados, pues uno de cada cuatro cree que la sostenibilidad de su futuro hogar es fundamental a la hora de comprar.

Contamos con un parque de vivienda en España totalmente obsoleto más del 80% de los edificios y viviendas en España tiene una calificación energética ineficiente de E, F o G, pero sin embargo, en la encuesta llevada a cabo por UCI, más de ocho de cada diez encuestados piensan que su vivienda es eficiente (82,8%), aunque más del 80% de los edificios y viviendas en España tiene una calificación energética ineficiente de E, F o G. Por tanto, la rehabilitación es fundamental en estos momentos y el ticket medio que los españoles considerarían para destinar a una reforma energética es de 10.000 euros, según apunta UCI. En cuanto a las reformas, las más deseadas por los propietarios de vivienda son la instalación de paneles solares fotovoltaicos (56,8%), seguidas de la colocación de ventanas aislantes (55,1%), la mejora del aislamiento térmico (53,2%) y la instalación de sistemas de iluminación de bajo consumo (46,3%).

El problema que refleja la encuesta, es que ocho de cada 10 españoles desconocen la existencia de mecanismos que alivian el coste de estas actuaciones, como los Fondos Next Generation EU (83,6%), la deducción en IRPF por obras de rehabilitación (90,7%) o las ayudas estatales y autonómicas (86,7%).

“Ahora mismo hay mucho dinero disponible para que los españoles puedan aprovecharlo en reformas y en rehabilitaciones sobre todo por parte de los Fondos Next Generation y la gente no los conoce realmente, por lo que se debería hacer por parte de las administraciones una gran divulgación”, asegura Javier Torremocha.