La sostenibilidad y la salud, prioridades en el diseño de las viviendas

La industria de la vivienda en España cuenta a estas alturas con mucho camino recorrido (y otro tanto por recorrer) en relación al compromiso responsable. La sostenibilidad y la eficiencia de los procesos son cuestiones muy integradas ya en el día a día, si bien, siempre existen factores exógenos capaces de alterar cualquier pretensión u orden establecido, caracterizados por su imprevisibilidad. Como ejemplo, el reciente estallido de la pandemia del Covid nos invitó a replantearnos nuestras prioridades, posicionando la salud como la primera en la escala por orden de importancia.

Respecto a la sostenibilidad, esta ha dejado de ser una opción y se ha convertido en una obligación a medida que nos estamos acercando (o a medida que empezamos a ser conscientes de ello) al punto de no retorno del cambio climático. Toda nuestra sociedad, formada tanto por los individuos como por las instituciones u organismos públicos y privados, está exigiendo un cambio en nuestra manera de actuar, diseñar y desarrollarnos. Podemos definir el momento, y lo hacemos desde un punto de vista positivo y esperanzador, como de sostenibilidad forzada.

En cuanto a la salud, en los últimos tres años, hemos tenido que renunciar a una gran cantidad de actividades y permanecer durante un tiempo prolongado en nuestras viviendas. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las personas pasamos más del 80% de nuestro tiempo en espacios cerrados. Este es el motivo por el que resulta fundamental que tanto nuestros hogares como centros de trabajo y ocio cumplan con unos estándares de calidad y de diseño mínimos que nos permitan habitar los espacios con una salud plena.

Conscientes de la importancia de habitar en unos entornos sostenibles y saludables en nuestro día a día, y de la misma manera que algunas instituciones ya han hecho previamente, desde Culmia hemos querido contribuir en estas áreas de mejora lanzando dos certificados propios con estándares de diseño.

El certificado “Cuarzo” de vivienda saludable, primer certificado específico de salud propio de una promotora, y el certificado “Jade” de vivienda sostenible.

El certificado Cuarzo de salud es una herramienta que se apoya en cinco grandes factores: el diseño activo, la envolvente saludable, la calidad del aire interior, el confort térmico y el confort ambiental. Todos estos factores se subdividen en directrices que pueden ser fácilmente integradas y evaluadas por los técnicos que diseñarán, construirán y gestionarán las promociones de Culmia.

Pero ¿cómo se materializan estas cuestiones en el desarrollo de una promoción? Reflexionando todos los agentes involucrados sobre las mismas e implementando, a modo de ejemplo, acciones encaminadas a crear hábitos de vida saludable como la facilidad del uso de la bicicleta, no ocultándolas en trasteros o en terrazas; el empleo de las escaleras frente al uso del ascensor; asegurar una buena ventilación; potenciar espacios de descanso sin factores que alteren el reposo; entre muchas otras.

Y es que gracias a este certificado ampliamos nuestro compromiso adquirido con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contribuyendo directamente al ODS 3 Salud y Bienestar.

Gracias al desarrollo de las pautas establecidas en el certificado Cuarzo podemos mejorar la habitabilidad del hogar en lo tocante a la calidad del aire interior, reducir campos electromagnéticos, además nos permite seleccionar cuidadosamente los materiales que utilizamos en las promociones y promover zonas comunes que incentiven la actividad física, entre otros muchos aspectos que repercuten directamente en la salud de las personas.

Por su parte, el certificado Jade de sostenibilidad tiene en cuenta tres conceptos clave para el desarrollo de promociones sostenibles: el medio ambiente, las personas y la economía global. De esta forma, el hecho de que una vivienda cuente con los estándares de sostenibilidad adecuados también contribuye a la reducción de impactos medioambientales, mediante el uso de materiales que favorezcan la reducción de la contaminación y emisiones de CO2, y al incremento del valor de la propiedad a partir de la reducción de consumos de agua, energía y mantenimientos. Y, por su parte, la apuesta por la construcción industrializable permite además el acceso al empleo en el sector a mujeres y jóvenes, y genera entornos más seguros de trabajo.

De igual modo, este estándar propio garantiza un diseño y construcción sostenible de todas las promociones Culmia con el fin de colaborar también en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. Y para que su aplicación pivote de manera general sobre todos los aspectos de una vivienda, el certificado Jade está fundamentado en ocho categorías: movilidad activa y sostenible, parcela ecológica, uso racional del agua, uso racional de la energía, economía circular, bienestar y salud, tecnología y digitalización.

En resumen, la aplicación de estas y otras herramientas enfocadas en el diseño y construcción de las promociones de viviendas con elevados estándares de sostenibilidad y salud, junto con la apuesta real por la innovación y digitalización del sector, colaboran con el compromiso de nuestra sociedad en dar respuesta a la mejora de la calidad de vida de las personas, así como del beneficio del planeta en todos sus ámbitos.

Además, suponen continuar sumando hechos palpables a nuestros ambiciosos objetivos para ayudar a la descarbonización de nuestro sector y seguir contribuyendo a la Economía Circular mejorando la productividad de nuestro proceso constructivo y contribuyendo a ofrecer un mejor servicio para nuestros clientes, pero también para el planeta.