La estandarización, punto de partida para avanzar en industrialización

La escasez de mano de obra, necesidad de reducir los plazos de ejecución de las obras, y la obligación de construir de una manera mucho más sostenible, hace que el sector se diriga a procesos de producción totalmente digitalizados. Se hace en fábricas y se obtienen productos de calidad a menor coste.

De las cuatro grandes disciplinas constructivas existentes, es decir, automovilística, aeroespacial, naval y edificación en todas sus vertientes, sin duda alguna la única que a día de hoy no desarrolla sus procesos de fabricación de una manera totalmente industrial es la edificación.

Los procesos de producción de las tres primeras han pasado de ser artesanales a ser totalmente industriales y 100% digitalizados. Ello les ha permitido evolucionar enormemente, creando productos mucho más desarrollados con un nivel de prestaciones muy superiores y con una elevada calidad, y todo ello a unos costes muchísimo menores.

Según los expertos, por diversos motivos no se ha producido esa evolución en la edificación, sobre todo en el caso de España, por disponer de una gran bolsa de mano de obra bastante especializada que permitía construir a unos costes muy razonables. Este factor junto con otros, como un cierto inmovilismo por parte de los diversos actores intervinientes en el proceso constructivo tradicional, hacía poco atractivo lanzarse a la aventura de industrializar el sector, a sabiendas de que como en toda transformación, los primeros pasos serían costosos y en ocasiones faltos de resultados.

Pero la realidad de nuestro sector hoy en día es otra totalmente distinta, ya no disponemos de esa gran bolsa de mano de obra muy cualificada, y la que nos ha quedado es escasa y poco cualificada. Ello conlleva necesariamente a tener que soportar tensiones alcistas en los costes debido a su escasez, prolongación innecesaria de los plazos de construcción y enormes problemas de posventa por la calidad del producto resultante, con el consiguiente daño a la imagen del sector inmobiliario. Además se suma el ser sostenible. La construcción tradicional es responsable de una buena parte del total de residuos inertes que se generan en el mundo, así como de la generación de gases de efecto invernadero, ineficiencia en el uso de energías y los elevados consumos de agua. Por tanto, no podemos seguir construyendo de esa manera, ¿es necesaria la estandarización para avanzar en la industrialización?

José María Quirós, delegado de industrialización de Aedas Homes, apunta que ”la estandarización es necesaria e imprescindible, pero sin perder la cabeza porque podemos hacer daño a la arquitectura. Hay elementos como las puertas de paso de una vivienda que están estandarizadas y se podrían hacer también con los núcleos de escalera. Hay que tratar de hacer las cosas más modulares, por ejemplo. en cocinas y baños. Esto se hace en fábricas y se obtienen productos de alta calidad a costes mucho más reducidos”.

Hoy en día existen dos tecnologías para industrializar la edificación, el sistema conocido como 3D y el llamado 2D o construcción por componentes. Ambos tienen ventajas e inconvenientes y son adecuados, o no, según el tipo de edificación y el resultado final deseado. El primero consiste en fabricar las viviendas por módulos utilizando procesos industriales y dentro de una nave, que se trasladan a la parcela totalmente terminados, donde se acoplan y se tratan las juntas interiores y exteriores. La segunda vía consiste en industrializar ensamblando componentes. El Clúster de la Edificación tiene un grupo de trabajo que trabaja en esta línea de trabajo y están convencidos de que hay que evolucionar hacia una forma de construir consistente en ensamblar in situ en la propia parcela los distintos componentes cada vez más complejos en su composición. Se trataría, por tanto, de montar en primer lugar la estructura que sería prefabricada de hormigón, metálica o de madera, a continuación, incorporar las fachadas, formadas por paneles también de los mismos materiales anteriormente citados, que incorporarían el aislamiento, el acabado y la carpintería exteriores; a continuación, incorporar los baños industrializados, cocinas, patinillos, núcleos de escalera, chimeneas armarios y un largo etcétera hasta terminar las viviendas.

“La estandarización es la casilla de salida para avanzar en la industrialización y es importante porque va a afectar y muy positivamente a uno de los indicadores más importantes que debemos tener en cuenta y que en los últimos 15 años no ha variado en la constrtuccion, que es la productividad, afirma Vanesa Álvarez, ingeniero técnico industrial, responsable de desarrollo del mercado de Construcción Industrializada en Sika.

Está claro que la industrialización empieza por estandarizar y ordenar con el fin de conseguir una repeticion del produto y alcanzar una producción en serie. “Si Lego ha sido capaz de crear una ciudad con piezas de Lego, por qué no vamos a poder conseguir que nuestro proceso constructivo pase de ser tradicional a ser industral con la estandarización. Hay partes del diseño que no se puede estandarizar y esa es la singularidad que se consigue en los edificios, pero los proyectistas también tienen que acostumbrarse a que hay elementos estandarizados, por ejemplo las carpinterias de exteriores que ahora se hacen ah doc para cada edificio, pero que son fácilmente estadarizables y por qué no hacerlo”, apunta Laura Monzón, directora de consultoría en Almar Consulting.

Como conclusión, Juan Luis López, responsable de construcción industrializada en ArcerlorMittal, explica que “la estandarizacion es el punto de partida para todo el proceso posterior de la industrialización, pero sin la estandarización, tampoco es posible la posterior innovación. Cuando tenemos definidas una serie de estándares podemos innovar hacia nuevos productos. La estandarización nos va a permitir una amplitud de miras hacia futuras innovaciones y mejoras de producto”.