Un centro sostenible mejora en un 7% su rendimiento

El sector ‘retail’ es básico en la economía española ya que supone el 5% del PIB español. Contamos con 567 centros y parques comerciales que dan empleo a 790.000 personas

El sector de centros y parque comerciales, a pesar de todas las dificultades que ha tenido que superar estos dos años de pandemia por el Covid, sigue siendo un motor básico de la economía española ya que supone un 5% del PIB español. En España hay 567 centros y parques comerciales que cuentan con más de 16 millones de metros cuadrados, 33.000 comerciantes y es un sector que da empleo a 790.000 personas.

Entre los retos a los que se tiene que enfrentar el sector se encuentran la sostenibilidad, la digitalización, los nuevos hábitos de consumo y nuevas formas de pago o la experiencia de compra. La sostenibilidad es un valor añadido en alza que también se ha puesto de manifiesto en el mercado del retail. La eficiencia energética, se ha convertido en una premisa esencial para los locales, centros y parques comerciales, donde la percepción del usuario y la experiencia del gestor se convierten en pieza clave de análisis a la hora de medir el factor riesgo por parte de inversores potenciales.

“Desde Acerta estamos viendo como nuestro cliente, que son los desarrolladores de centros y operadores en muchos casos, en estos momentos están invirtiendo para mejorar sus activos en el ámbito de la sostenibilidad porque al final la mejora redunda en una mayor rentabilidad. La sostenibilidad favorece a todos. Por un lado, al inversor con el retorno y al usuario del centro que percibe cada vez más esas mejoras”, afirma Eva Cuesta, directora general de Acerta, empresa de servicios de consultoría inmobiliaria y de construcción, especializados en Project Management.

Hernán San Pedro, director de relaciones con inversores y comunicación corporativa en Lar España tiene claro que para que un centro comercial tenga éxito y sus rentas aumenten debe cumplir cuatro características. “La primera es en cuanto a la dimensión, debe tener 40.000 metros cuadrados en un área de influencia de 400.000 habitantes con un número de visitantes al año de 4 millones. El segundo punto es la innovación, es importante que se dé la integración entre el comercio físico y el online, que es ya un hecho y el comercio va por ahí y los operadores tienen que adaptarse a ello. En tercer lugar, la experiencia. Es difícil que un cliente vaya a un centro comercial solo a comprar, los centros tienen un contenido social, de entretenimiento y de experiencia. Por último, el centro comercial tiene que tener un excelente nivel de sostenibilidad, con reducción de emisiones, climatización y ahorro energético. Hay estudios que dicen que los activos que cumplen con esas características en sostenibilidad tienen entre un 6 -7% más de mejora de rendimiento que otros”.

Desde el punto de vista del promotor, Pablo Bernabé, gerente de AQ Acentor, explica que “los retailers están buscando flagship store, tiendas más representativas que les sirvan de escaparate y no sólo para la venta física, sino también online. Además, tienen que ser centros muy eficientes que no les suponga costes operativos muy altos. La sostenibilidad requiere una inversión inicial alta, pero luego a lo largo de la vida del centro es rentable”.

En este sentido Mónica Chao, directora de sostenibilidad de Ikea constata la apuesta de su empresa Ikea por la sostenibilidad. “Hay desafíos importantes para la humanidad y hemos identificado las claves a las que podemos contribuir: desigualdad, cambio climático y consumo sostenible (la circularidad). Pensamos que la acción en sostenibilidad tiene que ligar el negocio con contribuir a solucionar o resolver estos desafíos. Nosotros trabajamos en ello desde la parte comercial, técnica y social. Las personas quieren actuar en materia de cambio climático, pero sólo un 3% de nuestros clientes tienen información y un 40% está actuando. Nuestra labor es dar soluciones y productos”

La pandemia ha cambiado bastante la forma de interactuar entre la tienda física y el medio online. En este sentido, la integración entre el e-commerce y la tienda física se ha hecho patente y está dando lugar a establecimientos de futuro. “Ya nadie duda de que los espacios físicos son imprescindibles para que una marca pueda sobresalir. Las tendencias tienen que ver con la omnicanalidad. Cada vez vemos más retailers que apuestan por una combinación entre la venta física y el online ya que la apertura de una tienda refuerza la venta online y además apoya el punto de entrega como el click & collect, o puntos de devolución o como centro logístico de última milla, que es algo necesario para los consumidores y también para mejorar los márgenes de negocio que se han visto muy perjudicados por el coste de transporte y que además es poco sostenible” asegura Alfonso Brunet, CEO de Castellana Properties.

Los centros comerciales están tendiendo a nuevos usos tal y como apunta Hernán San Pedro. “Se está dando entrada a nuevos usos en los centros por ejemplo espacios de coworking para trabajar, clínicas de salud, antes en el centro estaba la óptica o la tienda de mascotas ahora está la clínica veterinaria o de salud. E incluso han entrado los concesionarios porque los centros comerciales son ya espacios más abiertos y en nuestro centro Lagoh en Sevilla se ha instalado el concesionario de Mercedes Benz”.

En los centros ya construidos se está buscando ser más sostenible con la mejora de la producción energética con energías renovables tanto desde el lado operativo como de mantenimiento. “Se busca la certificación en sostenibilidad porque tener una certificación hace que puedas trasladar que ese centro está mejorando en toda su capacidad, en la accesibilidad de la logística y del producto con un mínimo de emisiones CO2. Es necesaria esa eficiencia en sostenibilidad no solo una vez terminada la obra, sino también en la fase de reforma y de inicio en la etapa operativa del centro”, explica Eva Cuesta.

En el caso de Ikea, intentan implantar en sus centros ya construidos medidas de sostenibilidad para llegar en plazo a los objetivos 2030. “En nuestras tiendas ya garantizamos una construcción sostenible, pero seguimos trabajando para ir más allá de lo que ya está construido y estamos incorporando cargadores eléctricos y cambio de instalaciones para lograr la neutralidad climática” apunta Monica Chao.

Por tanto, toda mejora supone un ahorro en costes y los inversores lo demandan. “Todos nuestros centros de Castellana Properties están certificados con sello Breeam, con notas de excelencia tanto en edificación como en gestión. Además, hemos hecho una auditoría energética y hemos renovado toda la iluminación con tecnología led y la implantación de sistemas de telemedición para un mayor control. También tenemos un sistema de reciclaje con tecnología de la NASA. Todo ello, nos ha llevado a tener tres nominaciones a los premios Breeam este año con nuestros centros comerciales El Faro, en Badajoz y Bahía Sur, en Cádiz”, añade Alfonso Brunet.

En el lado contrario estaría un centro comercial de nueva creación donde desde el diseño se puede implantar medidas de sostenibilidad. “En nuestro caso con el centro comercial Infinity, en Valencia, tenemos ventaja porque lo desarrollamos desde cero, es un lienzo en blanco donde podemos aplicar todas nuestras políticas de ESG desde la fase de diseño. Entre las medidas que hemos tomado para hacerlo más sostenible es que sea un centro comercial abierto que no necesite sistemas de climatización como en un mall cerrado porque circula el aire libre. Trabajamos el ciclo del agua con aljibes donde recogemos el agua, la usamos, la tratamos y la reciclamos. En la cubierta implantamos paneles solares y tenemos también un aula de sostenibilidad en el propio centro. En certificados solemos usar Breeam aunque también estamos implantando el certificado DGNB, que es uno nuevo con criterios más estrictos en eficiencia energética”, declara Pablo Bernabé.