El tamaño de hogar medio en España se reduce a 2,5 personas

Según el análisis del Servicio de Estudios de Tinsa, mientras el número de hogares y de viviendas principales asociadas aumenta, el número de integrantes del hogar disminuye.

Nos preguntamos cómo son los hogares españoles y cómo están evolucionando a lo largo del tiempo. Qué requerimientos de vivienda tienen y qué demandarán al futuro mercado residencial de acuerdo con la tendencia demostrada en los últimos años.

Primero vamos a definir que es un hogar y es el conjunto de personas que conviven en una misma vivienda de forma permanente. Según los datos de la última Encuesta Continua de Hogares del INE, en 2020, el número de hogares españoles alcanzó los 18.754.800 con una media de 2,5 personas por hogar. Una cifra que se ha ido reduciendo progresivamente en el último medio siglo.

Andrea de la Hoz, consultora senior del Servicio de Estudios de Tinsa, a raíz de los datos de la encuesta afirma que “los hogares más frecuentes en 2020 volvieron a ser los formados por una pareja con y sin hijos (54% del total), seguidos de los unipersonales (26%). Por tanto, hay un total de 10,1 millones de hogares de parejas y familias y 4,9 millones de hogares de una única persona. Si miramos dentro de los hogares de parejas, 3,9 no tenían hijos, 5,6 tienen 1 o dos hijos y 560.000 cuentan con 3 o más hijos”.

Si esta radiografía de los hogares la trasladamos a la superficie de las viviendas principales en las que habitan, Andrea de la Hoz apunta que “tres cuartas partes tienen entre 60 y 150 metros cuadrados. De este grupo, una cuarta parte tiene entre 75 y 90 metros. Curiosamente, los hogares que más han aumentado en los últimos siete años tienen superficies comprendidas entre los 90 y los 150 metros.

¿Qué podemos observar en los hogares unipersonales? Podemos caer en la tentación de pensar en jóvenes independizados, pero lo cierto es que el 44% de este grupo está formado por mayores de 65 años. Hay que pensar que más de la mitad de los jóvenes entre 25 y 29 años vive con sus padres y a edades tempranas el porcentaje de personas que viven solas es muy reducido. La forma de convivencia mayoritaria en el caso de los jóvenes parece ser que es en pareja.

Lo interesante de toda esta encuesta por la información que aporta sobre la demanda futura en el ámbito inmobiliario es la tendencia. “El número de personas por hogar ha disminuido considerablemente desde hace 50 años. Desde los censos de 1970 el tamaño medio del hogar se ha reducido desde casi 4 integrantes hasta los 2,5 actuales. A lo largo de los últimos años los hogares más pequeños (1 y 2 personas) han mostrado un aumento continuado mientras que los de mayor tamaño han disminuido”, asegura Andrea de la Hoz.

Según los datos, el grupo con mayores incrementos registrados año tras año es el de los hogares unipersonales, donde, como hemos dicho antes, la población mayor de 65 años tiene un peso creciente. Si en 2013 los mayores de 65 representaban el 41% de los hogares unipersonales, en 2020 sumaban el 44%.

“Las previsiones a medio y largo plazo del tamaño del hogar medio son de una clara disminución. Concretamente, el INE en su última proyección estima que en los próximos 15 años el número de hogares de una y dos personas serán los que más aumenten, reduciendo esa media de personas por hogar a 2,4” explica la consultora senior del Servicio de Estudios de Tinsa

Por tanto, como conclusión, el número de hogares y por tanto viviendas principales aumenta y el tamaño medio del hogar disminuye. Esto conduce a más hogares, pero cada vez más pequeños debido al envejecimiento de la población y a la disminución del número de hijos por familia. Los hogares predominantes son aquellos habitados por parejas, con o sin hijos. Esto nos da una imagen del perfil de inmuebles que la sociedad requiere, es decir, inmuebles para parejas con familias más pequeñas que en las décadas precedentes o incluso sin hijos. También se observa como las personas mayores de 65 años constituirán un grupo amplio y en aumento con unas necesidades habitacionales determinadas que habrá que tener en cuenta. Habrá en el mercado una necesidad de formatos de vivienda adaptados a menos personas. Las amplias casas para amplias familias serán algo escaso y se requerirán de viviendas más ajustadas, pero principalmente para parejas, no necesariamente para solitarios.

Relación con los precios

En cuanto a los precios hay que destacar que tienen una relación inversa con la superficie de la vivienda, es decir, a menor superficie mayor valor unitario.

“Los precios finales que afronta el comprador son mayores a medida que aumenta la superficie. Más de la cuarta parte de los hogares reside en viviendas entre 76 y 90 metros cuadrados y afronta unos precios finales de vivienda en torno a los 140.000 euros”, declara Andrea de la Hoz.

El mayor volumen de hogares se concentra en viviendas entre 76 y 90 metros cuadrados con más de 5 millones sobre un total de 18,7 millones, lo que representa el 27% de los hogares españoles. Estas familias afrontan el valor unitario de vivienda más reducido de los registrados solo por debajo de las viviendas de más de 150 metros cuadrados. A continuación, se sitúan los tramos de 61 a 75 metros, que representan el 17% del total de hogares, y de 91 a 105 metros cuadrados, aglutinan el 14%, ambos con valores unitarios ligeramente por encima. Los precios finales de estas viviendas se sitúan de forma estimativa entre los 122.000 y los 168.000 euros, según el servicio de estudios de Tinsa España.

Las viviendas con superficies entre 106 y 150 metros presentan un valor unitario superior y agrupan al 18% de los hogares, 3,3 millones; afrontan precios finales de vivienda entre los 200.000 y los 250.000 euros. Los valores unitarios más elevados se registran en las viviendas con menos de 60 metros, que concentran el 13% de los hogares superando los 2,4 millones y precios finales entre los 107.000 y 113.000 euros.

Finalmente, los valores unitarios más reducidos se observan en las viviendas con más de 150 metros, que suman el 11% de los hogares superando los 2,1 millones, resultando en precios finales de vivienda en torno a 270.000 euros.