El reto de convencer a las comunidades de propietarios de las ayudas a la rehabilitación

Las ayudas a la rehabilitación energética por los Fondos Europeos acaban de comenzar y ahora está el reto del agente rehabilitador de convencer a las comunidades de propietarios que estas ayudas son una oportunidad.

Según una simulación realizada por Agentia R+, la joint venture creada por Acerta y Tinsa que actúa como agente rehabilitador, un edificio con calificación energética G -poco eficiente- en el que se lleven a cabo actuaciones por valor de 1,1 millones de euros, podría beneficiarse de ayudas por valor de 752.000 euros. El caso práctico se basa en un edificio de 10 plantas y 40 viviendas construido en 1970 en el barrio de Aluche (Madrid), e incluye mejoras en la fachada y cubierta, cambios en la carpintería exterior y en la caldera de calefacción central. Los propietarios de las viviendas lograrían un ahorro del 65% en su factura energética, al tiempo que reducirían un 75% las emisiones de dióxido de carbono y conseguirían revalorizar su vivienda en torno a un 16%. A estos números hay que añadir un importante salto cualitativo en confort en cuestiones como el bienestar térmico, la calidad del aire o la protección frente al ruido, por citar algunos ejemplos.

El Real Decreto 853/2021, de 5 de octubre, por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda establece que son subvencionables aquellas actuaciones de mejora o rehabilitación que reduzcan en al menos un 30% el consumo de Energía Primaria No Renovable (EPNR) del edifico. A mayor nivel de ahorro, mayor es la cuantía máxima de las ayudas que se pueden obtener, de acuerdo con una escala.

Además, si el edificio está situado en las zonas climáticas C, D y E (según la clasificación establecida por el Código Técnico de la Edificación) las actuaciones tienen que conseguir, además ese 30% de ahorro mínimo en el consumo EPNR, una reducción de la demanda global anual de calefacción y refrigeración del 35% (zonas climáticas D y E) o del 25% (zona climática C). En este ejemplo que nos pone Agentia R+, se reduciría un 71% el consumo de energía primaria no renovable, lo que permitía mejorar la calificación energética del edifico de G a D, consiguiendo también un ahorro del 60% en la demanda global de calefacción y aire acondicionado. La actuación de rehabilitación de este edificio madrileño supone una inversión de 27.597 euros por vivienda, según las estimaciones de Agentia R+. En este caso concreto, cada propietario puede beneficiarse de hasta 18.800 euros de ayudas europeas y de 5.300 euros de desgravaciones fiscales en dos años, por lo que la inversión neta final para el propietario ascendería a 3.500 euros. Dicho de otra manera, 39 euros al mes. Con un ejemplo es más fácil que las comunidades lo entiendan y vean que los números salen y sobre todo vean las ventajas.