La puesta de suelo en el mercado va en favor de toda la sociedad

Hay que facilitar la puesta de suelo en el mercado porque va en favor de la sociedad y de esta forma se reducen los precios de la vivienda. Esta es la petición que hace todo el sector inmobiliario, los promotores necesitan la materia prima que es el suelo en tiempo y forma porque al final las promotoras tardan tres años en fabricar un producto. El proceso es largo: un año de diseño y obtención de licencias y dos en la construcción. Este tiempo tiene un impacto tremendo sobre la rentabilidad del capital, y necesitan ser eficientes para atraer inversores. Cuando una familia tiene que destinar más del 35% de su renta para la vivienda es un problema de todos.

Hay que avanzar en la construcción de elementos constructivos, fachadas, cuartos de baño o incluso la industrialización completa de un edificio. Esto permitirá a los promotores ser más eficientes en el futuro. La industria inmobiliaria está invirtiendo en el desarrollo de la gestión y la incorporación de la tecnología. La modernización de este sector hacia la digitalización ha sido posible gracias a las directivas europeas, nuestras viviendas son infinitamente mejores que hace 30 años, hay una legislación, materiales, ejecución y proyectos que son mejores. La industria de la promoción ha hecho un esfuerzo estos años, también respecto a la comercialización del inmobiliario, las plataformas de alquiler son ahora puntas de lanza.

En el Plan Vive de Madrid de viviendas en alquiler, la construcción de esas viviendas ya será industrializada. Esto es un avance de viviendas eficientes, en un plazo más rápido, acotando precios. Por otro lado, los promotores además de más suelo piden flexibilizar la normativa, porque no puede ser que un planeamiento se empiece en 2002 y se haga la reparcialización en el 2022 y pasen 20 años. Con tanta normativa no se puede industrializar ni siquiera para hacer vivienda asequible. El sector se encuentra en un proceso de transformación pasando de un negocio a una industria y esto es bueno para el ciudadano como cliente, la comunidad, los empleados y los inversores.

España vive un momento en el que el sector inmobiliario goza de buena salud y los desarrollos inmobiliarios están funcionando bien. La profesionalización, la industrialización y digitalización en el sector es imparable. A pesar de la pandemia por el Covid, la crisis energética, la subida de precios de los materiales, los conflictos internacionales como la guerra de Ucrania y Rusia que generan incertidumbre, la inflación, etc., el sector inmobiliario en España es pujante y avanza desde el punto de vista tecnológico, lo que va a suponer para el país un tirón importante para el empleo y el conjunto de la economía porque la vivienda tiene una importancia social muy grande.