La Ley de Residuos obliga a separar en obra y multiplica el coste por diez

El proyecto de Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular está en el senado pendiente de aprobación. En España, el sector de construcción y demolición, ocupa el primer puesto con el 29,8% del total de residuos. Esta ley hace que los residuos se utilicen como materia prima secundaria

El Congreso aprobó en diciembre del año pasado el proyecto de Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular. El objetivo de dicha ley es establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos en el medio ambiente. Hoy en día, la Unión Europea produce más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año. En concreto, y según estadísticas de Eurostat, el primer puesto lo ocupa el sector de la construcción y la demolición con el 36%. En España ocurre lo mismo, el sector de la construcción y demolición, ocupa el primer puesto con un total de 29,8% del total de residuos, un 6% por debajo de la media europea.

“Nos encontramos en un momento muy incipiente, en España y a nivel europeo. Nos hemos marcado unos objetivos de cumplimiento hacia 2030 y 2050, donde todo está vinculado, el plan integrado de energía y clima, objetivos 2030, la reducción de la huella de carbono y consecuentemente con la economía circular, que es de lo que se trata esta ley. En España estamos haciendo un reciclaje en materiales de construcción muy incipiente, es verdad que hace unos años se comenzó a separar algunos residuos, pero la gran mayoría de los residuos que se obtienen en rehabilitación o demolición y edificación aún no se está haciendo. Tenemos en marcha ahora una ley que está en el senado pendiente de aprobación y vamos a ver la capacidad que tenemos como sector de implantarla. Es una ley que hay que cumplir y el sector tiene que hacer lo necesario para cumplirla, asegura Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Grupo Vía Ágora.

Con este objetivo, la promotora Vía Ágora ha puesto en marcha, en febrero del pasado año, un proyecto sobre el cálculo de la huella de residuos de construcción y demolición en dos de sus promociones que ha encargado a la UPM, para extraer datos y ver el coste que tienen que asumir a partir de ahora con la nueva ley las promotoras y constructoras. ¿El sector está preparado para la aplicación de esta ley?

Alejandra Vidales, una de las investigadoras de este proyecto piensa que “aunque el sector de la construcción siempre ha sido bastante reacio a los cambios y al avance tecnológico, en este caso es algo que la sociedad lo está demandando y en los últimos dos años los objetivos de ODS nos llevan a este camino desde todos los ámbitos: automoción, alimentación o consumo y tenemos que ir hacia las ciudades sostenibles y recuperar los residuos y transformarlos en materia prima sostenible”.

En este sentido, Carolina Piña, otra de las investigadoras del proyecto, está convencida de que el sector está preparado. “La generación de residuos es un gran problema medioambiental y esta ley nueva va a dar un empujón importante para que se reactiven estos residuos y se utilicen como materia prima secundaria”.

Estela García-Navas, jefe de obra de Vía Ágora apela a la falta de concienciación en obra. “Antes había solo un contenedor y ahora tenemos una isla de reciclaje con contenedores y bidones para separar los residuos. Es lo mismo que pasa en casa, antes teníamos un cubo de basura y ahora tenemos varios cubos de reciclaje. Todo lleva un proceso y en la construcción estamos empezando el camino”,

¿Qué problemas surgen a pie de obra cuando hay que aplicar esta ley? “Esta ley sustituye a la de 2011 y traspone a legislación española las últimas directivas de la UE y se aúna todo en una misma ley y este marco normativo nos va a afectar no solo a la generación de residuos, sino también a la separación de los distintos residuos en obra y llevar un control para registrar la trazabilidad completa de todos los materiales. Esto es lo que estamos haciendo en el estudio que estamos realizando en dos de las obras de Vía Ágora como proyecto piloto. Además de los residuos hay que tener en cuenta la escasez de materias primas que hay en el mercado, donde hay estudios que apuntan que en 2050 utilizaremos el doble de la cantidad de materiales que utilizamos ahora y con este proyecto de ley se va a poder dar solución a este problema actual al utilizar estos residuos como materia prima secundaria”, asegura Carolina Piña.

La problemática que encuentra el sector a la hora de aplicar esta ley de residuos es la escasez de espacio en obra para crear esa isla de reciclaje. “La Ley del 2011 permite mezclar los residuos mixtos si no tienes espacio y es en la propia planta de reciclaje cuando se hace esa segregación para su posterior tratamiento, pero la nueva ley dice que se haga la separación desde obra porque es mejor. Actualmente se da un código certificando que se ha hecho esa separación pero no se tiene más información de cómo se ha hecho. Con la nueva ley hay que separar muchos residuos en obra. La ley te dice que al menos hay que separar madera, metales, inertes, vidrios, plástico y yeso”, explica Alejandra Vidales.

Todo esto implica un coste. “Cuando empiezas la obra hay que coger el plan de gestión de residuos y ver a partir de cuentas toneladas tenemos que separar y esto conlleva que la ocupación del espacio público pueda ser mayor y hay que solicitar más espacio al ayuntamiento e implica un mayor coste, además de las dificultades que se genera” apunta Estela García-Navas.

Juan Antonio Gómez- Pintado, concluye que “toda esta implementación de ley, siendo absolutamente necesaria, genera un mayor coste y yo creo que hay que asumir este coste, pero para facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes hay que analizar bien todos los procesos y procedimientos que encarecen mucho y no benefician a nadie y ser conscientes que igual que se está modernizando todo el proceso de la construcción modernizar también las otras líneas. Estamos realizando este estudio y aún no tenemos conclusiones finales del coste que supone, pero está claro que esa separación en obra supone diez veces más el coste actual”,

También es importante poner en valor el escombro reciclado. “Tenemos ya tres casos en obra; la placa de cartón yeso, los áridos reciclados que es escombro que se trata y residuos de otras industrias, ya existen aislamientos hechos de vaqueros y podemos adquirir y donar residuos a otras industrias para que haya un mejor aprovechamiento”, confirma Alejandra Vidales. “Vía Ágora ha participado en un proyecto SUPil organizado por la Universidad de Cuenca y la lana que se utiliza para la ropa también se puede incorporar en nuestras fachadas y estamos ya en ello”, asegura Juan Antonio Gómez-Pintado.