Un modelo híbrido basado en tecnología y componente emocional
El e-commerce ya venía experimentado una notable evolución, la excepcionalidad del último año a raíz de la pandemia ha provocado una revolución de la compra online sin precedentes. En el Real Estate esta tendencia ha crecido a pasos agigantados, con el uso de la tecnología más innovadora aplicada al sector que, en nuestro caso, nos permite definir de forma más precisa a los clientes y sus necesidades y ofrecerles la mejor experiencia de compra. Las promotoras han puesto a disposición del cliente una serie de herramientas digitales y visitas virtuales que permiten encontrar la vivienda que buscan, sin tener que salir de casa, lo que ha resultado clave durante el confinamiento para que las promotoras pudieran mantener un ritmo normalizado. No obstante, a diferencia de otros productos y servicios, la vivienda es una compra más meditada, por lo que todavía mantendrá un sistema mixto -información y prereserva online más reserva presencial en el punto de venta y/o visita al piso piloto-.
Es evidente que el consumidor espera más autonomía, transparencia de información y agilidad. Pero si hablamos del sector residencial, es un hecho que a día de hoy para el consumidor continúa siendo la inversión más importante que realizamos en nuestra vida por lo que el cliente necesita ver la zona donde está ubicada, el barrio, el solar o la vivienda si está hecha o el piso piloto. Necesita contar con un local físico de proximidad al que poder acudir y donde le puedan prestar apoyo presencial respecto a todo lo que necesite a la hora de comprar la vivienda. Por ello el modelo que hay ahora es un modelo híbrido donde se mezcla la tecnología con el factor humano. Está claro que un comprador de primera o segunda residencia tiene un perfil más emocional a la hora de comprar la vivienda y quiere ver el inmueble, la zona donde se ubica, etc., pero ese perfil cambia si hablamos de un inversor que no necesita ver la vivienda para comprarla. El inversor tiene unos ratios donde quiere maximizar su inversión. Desde una plataforma digital el inversor puede tener toda la información de la vivienda como certificados, fotos, modelos de contrato de compraventa, etc., y puede comprar la vivienda sin verla in situ, porque el proceso se puede hacer digital, aunque todavía nos falta el paso del notario digital. Hoy en día aún hay una parte presencial con la firma del notario y de ahí ese modelo hibrido.
2021 se presenta como un gran reto para que las empresas fortalezcan sus canales de venta online. La tecnología es una herramienta para que el cliente tenga la mejor experiencia y aunque está claro que la parte emocional siempre va a estar ahí porque la compra de una vivienda es la mayor inversión que hacemos, es verdad que la tecnología está ayudando a que el cliente tenga una mejor experiencia con herramientas digitales que hace que, dependiendo del perfil del comprador, pueda comprar la vivienda de forma online sin verla de forma presencial.