La pandemia pone en valor la inversión en fincas rústicas

Una tendencia que aumentará en los próximos años en Europa, siguiendo el ejemplo de EE.UU. Invertir en tierras de cultivo y agrarias te da una rentabilidad del 5-6%

La pandemia vuelva a poner en relieve el valor refugio de la inversión en fincas rústicas. El objeto de inversión en estos activos es que suelen mantener un comportamiento estable en todo momento, por lo que no existen serios riesgos de devaluación en ninguna circunstancia. Además de la posibilidad de dedicar la finca rústica a diferentes usos. Las posibilidades de sacar rendimientos a una finca rústica son muchas, y van desde explotaciones ganaderas y agrícolas (viñedos, olivares, frutales...) hasta la construcción de alojamientos turísticos, campings o centros de turismo activos, dependiendo de cuál sea la normativa del municipio en el que se encuentre.

Sea cual sea el uso que se quiera dar a la finca, es fundamental conocer en profundidad la normativa del territorio en la que se ubique. Dependiendo de esta, el inversionista podrá saber si es posible instalar un tipo u otro de negocio. Si el objetivo es simplemente el descanso, el comprador debe saber si es posible la instalación de algún tipo de construcción de pequeño tamaño o de alguna casa móvil o prefabricada.

A la hora de elegir una finca rústica es importante la localización, elegir una finca cuya situación permita un buen acceso, especialmente si se le quiere dar un uso intensivo. En cuanto a los servicios, siempre será más conveniente adquirir la finca en zonas que permitan accesos a agua, luz e, incluso, internet. En cuanto a cuestiones legales y fiscales, antes de adquirir una finca rústica se recomienda comprobar que cumple con la legalidad, si se encuentra en un terreno protegido, si cuenta con cargas fiscales, etc. Es el mejor modo de no encontrarse con sorpresas desagradables una vez se haya firmado el contrato de compraventa.

Según un informe de la consultora Gesvalt , “la inversión en las tierras de cultivo y agrarias se incrementará en los próximos años en Europa, siguiendo la tendencia marcada en Estados Unidos”. Gesvalt afirma que los fondos de inversión están apostando por este tipo de activos ante las perspectivas de crecimiento poblacional mundial, las futuras necesidades de alimentación y el complejo entorno financiero actual, con escasas oportunidades de obtener una alta rentabilidad.

“En los últimos años los fondos de inversión han comenzado a apostar con firmeza en Europa por este tipo de activo, que ha dejado de ser un elemento residual de las carteras más conservadoras a convertirse en un activo a considerar a la hora obtener rentabilidad”, afirman en Gesvalt. Además, el estudio señala que, aunque la tendencia ya se había detectado, sobre todo en el continente americano con inversiones de grandes magnates como Bill Gates (Microsoft), Jeff Bezos (Amazon) o Ted Turner (CNN) entre otros, recientemente esta evolución se ha extendido a Europa.

Para Gesvalt, el principal motivo, es la previsión de crecimiento poblacional mundial y las consiguientes necesidades de alimentación. De acuerdo a datos de la ONU, el número global de personas superará los 10.000 millones en 2050, lo que conllevaría haber multiplicado por cuatro su número en un siglo. De hecho, solo en los próximos diez años se espera, según la FAO, un aumento en las necesidades de producción de entorno al 60%.

El crecimiento del interés por estos activos se ha visto acentuado durante la pandemia. El interés general que representan los productos alimentarios, la necesidad manifiesta de inversión para su producción y el complejo entorno financiero actual, con bajos tipos de inversión y escasas oportunidades que ofrezcan gran rentabilidad, han incentivado todavía más la apuesta por este sector como un valor refugio, con una buena rentabilidad y resiliente ante las crisis.

Gilmar Consulting Inmobiliario cuenta con un departamento de fincas rústicas, donde gestionan la compraventa de fincas de alto nivel. Cuentan en su cartera con fincas ganaderas, agrícolas, cinegéticas, de recreo, etc. “Estamos notando un incremento del interés por parte de los inversores en fincas de producción, básicamente y como parámetros iniciales se fijan en que sean fincas que tengan agua, con buenos accesos y con derechos de la Política Agraria Común (PAC), en cuanto a la tipología que más buscan son fincas agrícolas y más concretamente explotaciones de olivar, viña, almendro o pistacho en producción” afirma Juan Fraile, director del departamento de Fincas Rústicas de Gilmar Consulting Inmobiliario.

Rentabilidades

La rentabilidad es lo que más incentiva al inversor. “Esta tipología de fincas bien gestionadas y en plena producción pueden moverse en rentabilidades por encima del 5-6%, lógicamente requieren una inversión alta que varía mucho dependiendo de la zona, edad y marco de plantación de los cultivos y si existen o no más instalaciones. En la compra de este tipo de fincas se están fijando principalmente clientes nacionales y fondos de inversión. Nos encontramos en un momento magnifico para invertir en campo ya que siempre históricamente ha sido un valor seguro en el cual han confiado las principales fortunas”, afirma Juan Fraile.

En esta misma línea Bidx1, el marketplace inmobiliario digital especializado en la compraventa de propiedades online, afirma que es un sector muy interesante de cara al futuro y en sus distintas variedades. “Los activos rústicos bien gestionados están teniendo rentabilidades muy interesantes, y son muchos los inversores que están enfocándose en este mercado. Además, la gestión de los mismos de cara a terceros está creciendo de forma notoria y son muchas las empresas dedicadas a ello de manera profesional. Las fincas cinegéticas y de ocio están despertando un gran interés tanto en el inversor nacional como internacional”, declara Javier de Pablo, CEO de Bidx1 España.

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) es una de las entidades que más suelo rústico tiene. Es propietaria, en toda la geografía española, de un elevado volumen de activos inmobiliarios y en concreto su cartera de suelo rústico asciende a 3.380 unidades valoradas en 431 millones de euros, y se reparte por todas las comunidades autónomas, aunque el mayor volumen se localiza en la Comunidad Valenciana, con el 47% de los activos, Galicia, con el 13%, y Madrid, con el 7,5%.

Sareb acaba de firmar un acuerdo con la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) para impulsar la comercialización de 3.380 suelos rústicos entre agricultores y ganaderos. El sector agroalimentario se ha convertido en objeto de deseo de fondos de capital y algún que otro family office en busca de rentabilidades seguras. Según expertos del sector habría en torno a cuarenta fondos que invierten en el agro español. Muchos de ellos entraron gracias a Sareb en este sector a raíz de la pasada crisis económica.