Despega el mercado residencial en la costa
y se prepara para vivir una segunda juventud

El mercado de la vivienda de obra nueva de costa es estacional, por lo que en estos momentos que acabamos de entrar en la estación del verano en pleno mes de julio, observamos la vuelta del mercado residencial de costa con la apertura de la movilidad del turismo y el pasaporte Covid para los extranjeros. Luego se podría decir que el mercado de la segunda residencia va a vivir una segunda juventud. No solo porque existe una demanda embalsada correspondiente a los últimos 18 meses por la situación de restricciones que hemos vivido con el Covid sino que, además, hay otros factores como la liquidez por parte de los fondos y un mercado estable y unas perceptivas a la baja de tipos de interés, que hace que el sector augure un momento de bonanza para la vivienda en costa, que no burbuja, inmobiliaria. Los inversores buscarán el residencial temporal, no vacacional, en la que pasarán al menos seis meses al año. Esto hará que haya un comprador más estable y que busque programas de vivienda para uso permanente.

El cliente internacional vuelve con ganas de sol y playa en nuestras costas, sobre todo el perfil europeo de 55 años en adelante, la costa española ofrece un clima excepcional con buenas playas y excelente gastronomía. Esto, además, se combina con una gran seguridad, un sistema sanitario inigualable y una red de fibra óptica más extensa que cualquiera de los países de nuestro entorno mediterráneo, lo que despierta un atractivo extraordinario para muchos ciudadanos europeos, especialmente ahora con la extensión del teletrabajo que ha traído la pandemia, por lo que el sector espera que adicionalmente a los clientes habituales se sumen nuevos perfiles con la opción del teletrabajo.

Las viviendas que busca el comprador internacional suelen tener algunas características en común. En general, están interesados en viviendas de dos o tres habitaciones, con mucha luz natural, fundamentalmente de poniente, espacios abiertos, diseño moderno y muchas estancias abiertas desde las que disfrutar del clima de la costa española. Además, en la última etapa se ha incrementado mucho el interés por poder contar con un despacho en el domicilio desde el que ejercer su trabajo a distancia. Estas características, por otro lado, también se ven potenciadas con el interés por zonas comunes que permitan disfrutar de su tiempo de ocio sin necesidad de desplazamientos, como piscinas, zonas chill out o instalaciones deportivas. En definitiva, los expertos del sector prevén un incremento muy importante en la demanda de segunda residencia y las preferencias van a ser muy parecidas a las pre-Covid pero si cabe aún más acentuadas, más terrazas, más luz, más vistas... Además, es importante destacar que España sigue siendo uno de los países más atractivos de Europa para invertir en inmobiliario y sigue siendo un sector con rentabilidades superiores a otros productos de inversión.