Se prevé un millón de tejados solares en viviendas en 2025

España multiplicará por 30 el autoconsumo fotovoltáico residencial en los próximo años. Solo contamos con 10.000 tejados solares frente a 1,5 millones que hay en Alemania.

El Observatorio Español del Autoconsumo Fotovoltaico Residencial asegura que España multiplicará por 30 el autoconsumo fotovoltaico residencial en los próximos 3 años. El objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es alcanzar un millón de tejados en 2025. Son varias las comunidades autónomas que ya están dando subvenciones a la instalación de paneles. Según datos del Observatorio, España tiene 350.000 campos de fútbol en tejados útiles para el autoconsumo, pero actualmente solo disponemos de 10.000 tejados solares, por lo que aún estamos por detrás de nuestros vecinos europeos ya que mientras que Alemania hay 1,5 millones, en Reino Unido 800.000 y en Italia unos 600.000 y eso que España cuenta con ventaja al ser uno de los países con más horas de sol y para producir la misma cantidad de energía necesitamos menos superficie de captación.

“Años atrás cuando hablábamos de la fotovoltaica lo percibíamos como una tecnología cara, poco eficiente y que daba problemas, pero hoy en día los avances tecnológicos han permitido mejorar los métodos de producción de las células fotovoltaicas, lo que ha conllevado a su abaratamiento y al aumento de su eficiencia. Actualmente hemos alcanzado valores de eficiencia de las células fotovoltaicas en torno al 15%-20%. Esto quiere decir que son capaces de convertir en energía eléctrica un 15%-20% de la irradiación solar que recibe, gracias a lo cual podemos llegar a cubrir gran parte de la demanda energética que consumen nuestros hogares o incluso, el 100% en el caso del autoconsumo”, afirma Laura Ruiz, técnico de Proyectos en Vía Ágora.

A la hora de diseñar una instalación de paneles solares en edificios de viviendas tenemos que tener en cuenta dos parámetros: El primero, que un sistema fotovoltaico depende de la radiación solar, que aunque es gratuita no está siempre disponible, por lo que en muchas ocasiones vamos a necesitar de un aporte auxiliar. En segundo, que la energía debe ser consumida, acumulada o transportada al momento de la generación. En este sentido las baterías no acumulan la energía a largo plazo, sufren pérdidas de carga con el tiempo, y son costosas por lo que no solemos utilizarlas en edificios de viviendas. Estas dos cuestiones suponen que, a nivel de edificios residenciales plurifamiliares casi siempre vamos a necesitar de conexión a la red ya que habrá periodos, por ejemplo en invierno donde la incidencia de energía solar sobre los paneles sea mínima, que consumimos más de lo que producimos, y necesitemos consumir de la red. Por el contrario, también hay situaciones en los que la radiación solar nos proporcione más energía de la que consumimos y se tenga que verter el excedente a la red general de distribución. “Este aspecto antes generaba un conflicto para los usuarios, pero desde el año a finales del año 2019 gracias al Real Decreto 244/19 se reguló el autoconsumo eléctrico permitiendo la compensación por excedentes. Esto quiere decir que se puede verter a la red la energía sobrante y que las comercializadoras te pagan por ello, siempre y cuando la energía que un consumidor vierta no supere a la que consume. Si nos fijamos en viviendas unifamiliares, ahí sí que es más viable el autoconsumo pleno. Es cierto que encontramos pocos casos actualmente, pero se espera que vayan en aumento” apunta Laura Ruiz.

El Real Decreto de 2019 por el que se regula el autoconsumo, permite también el autoconsumo colectivo gracias al cual es posible compartir instalaciones de placas solares con otros autoconsumidores y también a corto plazo se aplicaran en vecindarios y barrios.

La ubicación de las placas fotovoltaicas en los edificios residenciales suelen ser en las cubiertas, son lugares idóneos para su ubicación ya que podemos ajustar su orientación hacia el sur geográfico sin necesidad de coincidir con alineaciones de fachada. También permiten variar su inclinación en función de la estación, incluso de la hora del día y reducen el impacto visual, pues no se ven a nivel de calle.

Laura Ruiz explica que “en los últimos años ha aparecido soluciones de energía solar fotovoltaica integrada en los propios edificios. Esta técnica consiste en incorporar células solares en diferentes partes de la envolvente como en fachadas acristaladas con vidrios solares, cargaderos de huecos, tejas translúcidas, hasta existen paneles solares flexibles. Estos productos se encuentran en el mercado pero el hándicap para su aplicación regular en viviendas sigue siendo el elevado coste, aunque con el tiempo se regularán los costes”.

Las ventajas de poner paneles solares en los edificios residenciales son muchas como: Independencia energética. A diferencia de la electricidad, cuyo coste irá aumentando progresivamente, el coste de los paneles fotovoltaicos va disminuyendo. Es una energía limpia, ecológica y que no genera gases nocivos. Tiene un bajo impacto ambiental, no genera ruidos. Bajo coste de mantenimiento y larga vida útil de hasta 20-25 años. Y uno de los beneficios más interesantes es que aunque requiere una mayor inversión inicial, supone importantes ahorros energéticos a medio y largo plazo. En viviendas el periodo de amortización medio es en torno a 6-7 años. Esto supone un importante ahorro tanto para los usuarios finales como para los propietarios de viviendas en régimen de alquiler.

Según la directora de proyectos de Vía Ágora, 2021 va a ser un año muy interesante ya que en 2020 se esperaba un crecimiento de entre un 300% y un 400% en instalaciones fotovoltaicas en viviendas que se frenó como consecuencia de la pandemia por el Covid. “Esperamos que este año resurja este crecimiento acumulado, pues los objetivos ambientales siguen siendo los mismos o incluso más restrictivos. De hecho, a pesar del coronavirus la UE decidió a finales de 2020 elevar del 40% al 55% el objetivo de reducción de emisiones para 2030.