El sector inmobiliario necesita innovar más,
pero innovar de verdad

La irrupción del Covid y las medidas que hemos tenido que implementar en nuestro día a día para su contención nos ha hecho reflexionar y tener que adaptarnos a una realidad que nuestra generación no conocía y que muchos en nuestro foro interno decimos que “es la guerra que nos ha tocado vivir a nuestra generación”. A raíz del Covid hemos tenido que darnos prisa en implementar y adaptarnos a la cuarta revolución industrial, la de la tecnología y la de la información. Uno de los principales retos de este 2021 y de los próximos años en el sector inmobiliario será el de innovar de verdad. Debemos ser capaces de avanzar aplicando tecnología y rematando la digitalización, tras un año en el que se ha conseguido mucho, además de innovar en fórmulas de colaboración con mayúsculas y mantener un equilibrio entre demanda y oferta. El sector inmobiliario, como la mayoría de otros sectores productivos, ha visto como algunas de las macrotendencias latentes en tiempos pre-Covid se han acelerado y han transformado, probablemente definitivamente, nuestra realidad. La digitalización, los fenómenos urbanísticos, la especial sensibilidad por la sostenibilidad y la constatación de la fragilidad como sociedad han cambiado nuestra manera de vivir, de trabajar, de comprar, de disfrutar y, sobre todo, de entender cómo queríamos vivir.

Esta crisis ha cambiado la visión de nuestras casas, nuestro hogar ya no es exclusivamente para dormir, es un lugar donde teletrabajar, disfrutar, compartir, en definitiva, pasar más tiempo del que hasta ahora hacíamos. La tendencia irá por una creciente demanda de las zonas menos céntricas. Los requisitos del comprador han aumentado, primando mayores espacios, luz natural y espacios abiertos. El sector se enfrenta a un cambio de paradigma, en el que la máxima anglosajona location, location, location que ha regido históricamente la elección de una casa ya no será la prioridad de la mayoría, si no de unos pocos que puedan asumir el coste de terrazas y superficie en ubicaciones prime. El sector inmobiliario ahora más que nunca tiene que poner el foco en el cliente, porque al final, construye espacios para vivir, trabajar y disfrutar.

El inmobiliario ya es un mercado maduro y debe mantenerse ahí, tiene que adaptarse a los cambios de forma rápida y eficiente con lo aprendido este año, evolucionar utilizando todas las herramientas además de revisar usos donde la demanda haya cambiado. El teletrabajo está siendo un reto pero lo será más a medida que llegue el final de la pandemia. Por ello, debe impulsarse la flexibilidad y llevar al cliente a una nueva y mejor versión de las oficinas. Los centros comerciales también van a ser un factor determinante de esta recuperación. Ha quedado demostrado que son un importante baluarte para la socialización. A medida que la normalidad se consolide van a desempeñar un rol social cada vez más activo. En definitiva, para liderar la recuperación en España está claro que hace falta un urbanismo flexible que aporte soluciones con un marco normativo estable.