El ‘crowdfunding’ está cada vez más presente entre las grandes promotoras

La financiación alternativa, como su propio nombre indica, ofrece una serie de opciones distintas al modelo tradicional de financiación bancaria y da la posibilidad de obtener una serie de ventajas como puede ser una mayor agilidad a la hora de obtener financiación, lograr mejores condiciones para realizar el proyecto, una mayor oferta y personalización, transparencia y comodidad, etc. De la mano de la tecnología, la financiación se ha vuelto más fácil, transparente, ágil y rápida.

En la actualidad, no siempre es necesario contar con la participación de una entidad bancaria para conseguir capital a la hora de llevar a cabo un proyecto. El crowdfunding inmobiliario no es nuevo, pero 2020 ha sido un año en el que su crecimiento ha sido exponencial con la pandemia. El sector de la promoción inmobiliaria necesita fuentes de financiación alternativas a la banca, para no depender de ella. Esta necesidad se ha visto severamente amplificada por una pandemia que ha hecho que las entidades financieras retraigan aún más la financiación que conceden y que se alarguen mucho más de lo deseado la puesta en macha de las operaciones que sí aprueban. Por otro lado, el inmobiliario es probablemente la inversión más atractiva y rentable para pequeños y medianos inversores. La volatilidad de los mercados financieros y el miedo al futuro económico tienen, además, dos efectos claros: la gente gasta menos y ahorra más, y el apetito por un valor refugio como el inmobiliario se dispara.

Este modelo de financiación va a ir creciendo en los próximos años y los expertos auguran que en 2021 la financiación participativa alcanzará los 250 millones de euros en España, porque el pequeño ahorrador tiene muy interiorizada la inversión en ladrillo y se está abriendo la ventana a participar con unos tiquets de inversión que antes era imposible. Además, es una inversión que tiene cara y ojos, inviertes en un proyecto concreto y eso al inversor le da tranquilidad y la posibilidad de elegir. Por ello, cada vez son más las grandes promotoras que se suman a este modelo de financiación para sacar adelantes su proyectos.

El crowdfunding es una forma de democratizar la inversión para cualquier tipo de perfil inversor. Objetivamente, no se justifica que un pequeño ahorrador le dedique gran parte o todos sus ahorros a comprarse un solo activo inmobiliario (la clásica vivienda para alquilar). Esta opción presenta algunas carencias que van en su contra. Por un lado, está la falta de diversificación o, lo que es lo mismo, poner todos los huevos en la misma cesta. Por otro, las dificultades a las que se enfrenta un particular a la hora de encontrar, analizar y gestionar un activo. Por último, la imposibilidad que tiene el ciudadano de a pie para acceder a las mejores oportunidades. Sin embargo, todas estas limitaciones parecen que pueden quedar resueltas con el modelo de crowdfunding.