El acceso a viviendas para jóvenes

Existirán tendencias en la arquitectura, las desarrolladoras y la banca que marcarán la vivienda 2021? Los años 2020/2021 son un punto de inflexión no solo en la forma en que las personas concebirán sus viviendas, sino como tendrán acceso a ellas. Pero ¿cambiará realmente la totalidad de la arquitectura y su entorno o se deberá seguir buscando y creando otros modelos de diseños arquitectónicos y financieros para llegar a todas las personas, en especial los jóvenes y los hogares unipersonales?

Es sabido que tanto la banca como las desarrolladoras estudian vías para facilitar el acceso de los jóvenes a las hipotecas, ya que hoy día para comprar una vivienda se requiere tener un ahorro previo de al menos el 20% del precio. Difícilmente alguna entidad crediticia financie por encima del 80% del valor, sin tener en cuenta que además para los interesados existen otros gastos al momento de la compra. Los jóvenes pueden no tener ahorros, pero si capacidad de compra como para pagar las cuotas hipotecarias; lo que nos deja una brecha del 20% a solucionar de manera total -no un 15%-, coherente y consensuada entre todos los actores intervinientes.

Permítanme dejar en claro que la complejidad del problema en sí mismo no es el problema; más bien, son algunas formas irracionales, arbitrarias y conservadoras que complican la estructura y comprometen la integridad del acceso a la vivienda. Cada vez que se comienza un proyecto, los involucrados deberían hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos hacer el proyecto arquitectónica y financieramente accesible para los jóvenes? La sinergia es la clave para que con todas las personas, jóvenes y no tan jóvenes puedan acceder a una vivienda propia. Los arquitectos adaptan sus diseños a los nuevos requerimientos post pandemia ya que la situación sanitaria ha operado un profundo cambio en nuestro día a día, pero la pregunta es, ¿estos cambios son para todos?

Mucho se ha escrito que, de la noche a la mañana, nuestras viviendas se han convertido en lugares de convivencia constante, trabajo, estudio y ocio, lo que nos ha llevado a pensar que los espacios en los que habitamos nos influyen directamente en todos los sentidos y, en la mayoría de los casos, no están adaptados para cubrir nuestras necesidades. ¿Pero estos intentos de cambios de paradigmas han venido para quedarse?, o ¿son una moda solo para una mínima parte de la población, no contemplando a hogares como pueden ser los unipersonales en donde la mayoría son jóvenes?

Generalmente los préstamos hipotecarios están pensados para que la suma de los ingresos de una pareja sean los que respalden el acceso a la hipoteca, por lo cual ese punto, sumado al costo del valor del metro cuadrado son unos de los principales problemas a enfrentar a la hora de acceder a una vivienda en propiedad. Corresponde a los profesionales de cada sector adaptar diseños arquitectónicos y financieros a la realidad post pandemia desde un doble enfoque, ya que no deberán solo contemplar la solución fácil que es aumentar áreas, sino que deberán trabajar en equipo con otros profesionales para hacer que viviendas de pocos metros cuadrados sean seguras, acogedoras, luminosas, ventiladas y que se adapten a diferentes situaciones, dotándolas de mayores comodidades ergonómicas, de salubridad y por sobre todo de acceso financiero. Los cambios sociales pre y post pandemia, también deben dejar atrás normas ineficientes que acotan e impiden el real desarrollo disruptivo en la industria de la construcción.

Se deberán repensar los monoambientes y otras soluciones de viviendas para jóvenes y no tan jóvenes en pocos metros cuadrados. Un gran aliado será la luz natural, ya que es la reguladora de los sistemas metabólicos y se ha demostrado que contribuye a la salud emocional, lo que la ha convertido en un elemento imprescindible a considerar en las viviendas; pero también influirá el tamaño de ésta y quien la habite. La vivencia física en la vivienda, fuera de los metros cuadrados construidos, continuará siendo insustituible por lo que la experiencia de compra comenzará en áreas comunes y seguras y se enriquecerá mediante la interacción y fusión de ambas variables (vivienda/zonas comunes). Asimismo, la relación entre viviendas debe evolucionar, hacia un concepto disruptivo que apuntara a la experiencia de vivir en un posible escenario de confinamiento, pero con herramientas que fortalezcan la relación entre las personas de las viviendas vecinas.

A modo de ejemplo, una aplicación de encuentros para distintas actividades en un mismo edificio o zona. Con una aplicación, quienes convivan en un mismo edificio o zona, podrán conocer más a sus vecinos a fin de mantener una relación sana ya sea porque tengan los mismos gustos, intereses o necesidades. Esto será muy valorado en hogares unipersonales. Muchas veces el contacto entre los propios vecinos es nulo por la vida diaria ya sea en versión normal, nueva normalidad o confinamiento. Esto implicaría aumentar los vínculos y no solo convivir físicamente en un área fija, sino que ayudara en muchos sentidos a combatir la soledad. Uno puede estar rodeado de personas y estar solo si no se comunica. La aplicación de relacionamiento, no persigue concretar encuentros amorosos, sino simplemente intentar desterrar la soledad con interacciones grupales.

El concepto es la búsqueda de experiencias que vayan más allá del vivir físicamente en una locación. Los metros cuadrados de cada vivienda deberían quedar esfumados en el colectivo habitacional. La explicación a este nuevo paradigma tiene cierta lógica: la idea no es que las personas solo habiten en sus apartamentos, sino que interactúen personalmente con ayuda digital para coordinar encuentros que serán un anclaje físico y ayudara a la salud mental.

Viviendas accesibles financieramente, manteniendo un orden urbanístico, pero no amordazando el acceso a las mismas, así como tampoco la creatividad de diseño sea cual sea la situación del componente familiar. La obsesión por el cómo no debe estancar el cuándo. La voluntad debe estar, y creo que ya no caben excusas. Hay que patear el tablero y hacerlo.