La oferta de vivienda en alquiler se duplica en Madrid

En la Comunidad se ha pasado de 15.000 pisos en renta antes del Covid a tener ahora 28.000 pisos. La tendencia de este mercado es una mayor oferta y regulación de precios

Drurante el confinamiento a consecuencia de la crisis del Covid, todo se paró en España. Fueron unas semanas sin actividad empresarial y muchos sectores han sufrido las consecuencias, pero en medio de esta crisis, los expertos del sector ya apuntaban que el mercado del alquiler de vivienda iba a ser caballo ganador y así está pasando. “La tendencia que se está dando en el mercado de la vivienda en alquiler es un incremento de la oferta. Si nos fijamos en los datos de la Comunidad de Madrid, antes del Covid había una oferta de 15.000 pisos en alquiler y ahora hay 28.000 viviendas. Una oferta que en algunos sitios del centro de Madrid incluso ha aumentado hasta un 70% al pasarse los alquileres turísticos a alquileres residenciales”, afirma David Caraballo, director comercial de Alquiler Seguro.

En el periodo de Estado de Alarma la demanda ha estado contenida a causa de las limitaciones en la movilidad geográfica, especialmente para estudiantes, trabajadores desplazados y extranjeros, pero cuando se volvió a la normalidad antes de verano se registró un gran interés por el alquiler. “Esto ya sucedió en la crisis del 2008, los bancos exigen tener ahorrado un porcentaje alto del valor de compra y las familias no tienen esos ahorros o no quieren gastarlos dadas las circunstancias, esto hace que muchos opten por el alquiler, que no les exige inversión inicial ni compromisos al largo plazo. España ahora cuenta con un parque de vivienda en alquiler del 25% mientras que la media Europea es del 36%, en la crisis del 2008 el parqué aumentó en siete puntos y pensamos que ahora del mismo modo va a aumentar el porcentaje”, asegura David Caraballo.

Otra tendencia que se observa en el mercado del alquiler es que la demanda ahora solicita viviendas con más espacio y con terrazas o balcones y esta tipología es la que está ganado protagonismo en detrimento de los inmuebles más pequeños y céntricos. Por tanto, la demanda tiende hacia la periferia para dar respuesta, en algunos casos, a la búsqueda de casas con más espacio y en otros, a viviendas más económicas. Por otro lado, el centro de las ciudades siempre lo ha copado el alquiler turístico, pero ahora muchos propietarios de inmuebles en régimen de alquiler turístico han optado por el alquiler residencial ya que han visto cómo sus reservas para junio, julio y agosto se han anulado y buscan asegurar su estabilidad y obtener garantías.

En cuanto al precio del alquiler, David Caraballo afirma que “estamos en un momento donde los precios se están auto regulando a la vuelta del verano. Durante la pandemia se ha volcado al mercado mucha oferta que viene de pisos que no se han vendido y que el propietario los ha puesto en alquiler a precios altos, y ahora que la demanda empieza a fluir ya esos precios se están ajustando”,

Un estudio del perfil del inquilino 2020 de Alquiler Seguro, apunta que las búsquedas más comunes de los inquilinos en las principales provincias españolas siguen siendo Madrid, con un máximo de renta de hasta 850 euros, Vizcaya de 800 euros y Murcia de 550 euros, donde las viviendas que más se solicitan son de dos dormitorios. Mientras en Barcelona el precio de renta se sitúa en 950 euros, Valencia (600 euros), Alicante (550 euros), Málaga (700 euros), Sevilla (650 euros, y Álava (700 euros).

A finales del mes de junio, el Gobierno lanzó el sistema estatal de índices de referencia de precios de alquiler con 11,2 millones de datos de arrendamientos de los últimos cuatro años y que se actualizará anualmente con información de 1,7 millones de inmuebles y 33.662 secciones censales para dar transparencia, rigor y precisión en el mercado de alquiler de vivienda.

Sin embargo, algunos expertos del sector piensan que este índice está basado en las declaraciones de la renta y sólo llegan hasta el año 2018, por lo que ya nace obsoleto de cara a establecer datos comparables sobre los mercados en 2020.

La crisis originada por la expansión del coronavirus ha influido directamente en la economía de los ciudadanos. La inestabilidad laboral en la que se encuentran muchos inquilinos y las dificultades para hacer frente al pago de alquiler han disparado la preocupación de los propietarios a sufrir un caso de morosidad en su vivienda de alquiler. Hay mucha incertidumbre por parte de propietarios e inquilinos ante una posible situación de rebrote del coronavirus ahora en otoño y desde Alquiler Seguro apuntan que se busca más protección y estar cubierto de forma legal. “La seguridad es lo que más se está demandando tanto por parte del propietario como por parte del inquilino. En el caso del inquilino para poder acceder a las ayudas que da el Gobierno que te exige tenerlo todo regulado. En Alquiler Seguro también ayudamos al propietario con un programa de ayudas basado en la condonación de pagos, aplazamiento o reducción de rentas”, explica David Caraballo.

La Asociación de Propietarios de Viviendas en Alquiler - que aúna a buena parte de los grandes tenedores y también a particulares - estima que a día de hoy alrededor de 350.000 familias en España están ya en situación de profunda vulnerabilidad económica. Para ellas, el pago del alquiler representa, de media, un 48% de sus ingresos frente al 30% consensuado como salubre.

El Gobierno aprobó el 11 de abril una orden ministerial que regula las ayudas al alquiler destinadas a los inquilinos afectados por el Covid. Los arrendatarios en situación de vulnerabilidad con derecho a estos préstamos percibirán hasta 5.400 euros (900 euros al mes) en forma de microcrédito avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a pagar en seis años, ampliables a diez. Una medida que se ha prorrogado y se podrá solicitar hasta el 30 de septiembre. Se amplía también a esa fecha el plazo para solicitar la moratoria, el aplazamiento del pago de la renta, o la condonación total o parcial de la misma, de los contratos de arrendamiento de vivienda, en caso de que el arrendador sea un gran tenedor, para aquellos hogares en situación de vulnerabilidad económica. Sin embargo, Asval considera que muchos inquilinos están renunciando a solicitar los avales del ICO al alquiler, puesto que no quieren incrementar sus niveles de endeudamiento en una situación de reducción de ingresos.