Emprender e invertir en el sector inmobiliario durante la veintena y sin capital

Para un gran número de la sociedad, el año en el que nos encontramos parece haber marcado un jaque mate en muchos sectores laborales, incluso poniendo en riesgo los valores de nuestra comunidad. Sin embargo, siempre he pensado que las grandes crisis están llenas de grandes oportunidades. No es la primera vez en la historia de la humanidad que nos topamos con una pandemia global o nos encontramos de frente con una crisis económica mundial.

Pero esa misma historia nos ha demostrado la capacidad que tiene el ser humano de cambiar las reglas del juego para adaptarse a un nuevo paradigma, tan necesarias e importantes para la evolución de nuestra especie. Es así como en las grandes crisis surgen nuevas alternativas de negocios y adaptaciones de esos mismos negocios relacionándose con el contexto y las nuevas necesidades que la sociedad demanda.

Mis andanzas en el mundo del Real Estate comenzó cuando tenía 19 años, después de trabajar durante una temporada en un restaurante de comida fast food. Comencé a moverme por algunas inmobiliarias y durante este periodo pude observar y comprobar varios puntos relacionados con este sector: Existe una falsa creencia que asimila que el sector inmobiliario o el sector de los bienes raíces es un sector exclusivamente para personas bien posicionadas, con alto capital disponible y con grandes capacidades económicas.

Pero la experiencia me ha demostrado lo contrario, al igual que me ha demostrado que no puedes sostener un negocio escalable, contando como única fuente de crédito con los bancos. Es por eso que tomamos en cuenta las necesidades que la sociedad demandaba y trajimos de EEUU un sistema, al que dimos forma a nuestra imagen y semejanza, para adaptarla a jóvenes de entre 20 y 30 años que necesariamente no tuvieran que contar con un capital ni experiencia previa.

Llegados hasta aquí, entonces, ¿cómo puedo emprender e invertir sin capital? Hacer un flipping house. Este término es usado por los inversores del Real Estate en EEUU, para describir el proceso de compra de una casa, donde se hacen las reformas pertinentes o se hace uso del marketing decorativo para la misma, y así luego venderla o alquilarla con un margen de ganancia. Para hacer Flipping House necesitamos encontrar oportunidades rentables dentro del sector. Esto quiere decir; o bien propiedades por debajo del valor del mercado, o bien propiedades que estén en un estado de conservación pésimo.

De esta manera, podemos añadir valor a través de una reforma, en caso de que así fuese necesario o haciendo uso del marketing decorativo para acelerar el proceso de compra o alquiler. De esta manera, surge un servicio enfocado a inversores. Hay mucha gente con dinero en el mercado, pero no todo el mundo tiene la capacidad de encontrar, de forma continua, oportunidades, crear tratos y estrategias con los propietarios.

Tras la venta de esa propiedad, ésta generará una plusvalía. De esta plusvalía cobraremos entre un 30%-50% del beneficio que hemos obtenido y sin aportar capital. Así, nos convertimos en socios del inversor, aportando trabajo, estrategia y conocimiento, mientras que el inversor aporta el capital económico.

Siguiendo en la misma línea de los Flipping House, también es posible hacer un Rent to Rent, es decir, a través de adquirir los derechos de uso de las propiedades por un tiempo definido o indefinido, aplicando la misma práctica anteriormente nombrada. De esta manera podemos explotar el uso de la vivienda durante los años establecidos por contrato y alquilar las habitaciones a estudiantes o alquilar las propiedades para los turistas, aportando un flujo efectivo mensual.

Realizando estas prácticas se produce un win to win. Los propietarios consiguen alquilar o finalmente vender esa propiedad que tanto esfuerzo les había costado, y nosotros aportamos un valor añadido a la propiedad, acondicionándola al contexto y situación, y haciéndola más rentable para ambas partes.

Todo esto, sin mencionar, que se aprovechan muchas viviendas que están vacías o/y son antiguas y no están adaptadas a las condiciones que se exigen actualmente, para volver a ponerlas en el mercado aportando un valor añadido, evitando así construir más edificios y convirtiendo este negocio en un modelo sostenible, la dirección hacia donde miran las empresas del futuro.

Poner todo esto en práctica y aprender desde cero, requiere de muchísimo tiempo y esfuerzo, pero siempre he tenido claro que quería tener una libertad financiera y no depender de horarios establecidos por terceros y ser flexible y dueño de mi tiempo, para poder emplearlo en cosas que siempre he considerado importante, como la familia y los amigos.

Actualmente tengo 25 años y soy CEO una consultoría de Inversiones Inmobiliarias, y recientemente hemos creado otra empresa donde ayudamos a los propietarios a vender sus propiedades a través de estas prácticas, en plena pandemia global ¿recuerdas? De las grandes crisis, siempre surgen las grandes oportunidades. Y de las necesidades surgen nuevos modelos de negocios, y es así como surgió la escuela online Inversores Inteligentes, para dar respuesta a uno de los problemas que tenemos en esta sociedad; la escasez en educación financiera.

El camino no ha sido nada fácil. Pero gracias a la formación, el desarrollo personal y la constancia he conseguido los objetivos que un día me marqué. Y ahora, me he convertido en el mejor ejemplo para explicarte que se puede emprender e invertir durante la veintena y sin capital alguno, llevar un estilo de vida en el que creo e invertir mi tiempo en las cosas que considero importantes.