Hacia dónde irá el sector inmobiliario una vez finalice el estado de alarma

El distanciamiento social y la cuarentena, aunque necesarias, serán muy duras para los miles de pequeñas empresas y autónomos que forman la columna vertebral de la economía española. La intensidad del choque estará determinada por las propiedades subyacentes del virus, las respuestas políticas económicas y fiscales, así como por el comportamiento del consumidor frente a la adversidad durante y tras la superación de esta crisis sanitaria. Del mismo modo, la monitorización continua de la evolución de esta crisis sanitaria en otros países europeos y en EEUU, influirán también de diversas formas en nuestro país.

Muchos modelos y previsiones están basados en un comportamiento estándar y racional de los consumidores. Pero esta situación obligará a cambiar paradigmas y perspectivas de la vida, lo que, seguro, dará origen a nuevos comportamientos de los consumidores, en algunos casos irracionales, como consecuencia de la situación extrema que vivimos. Aunque todavía es pronto para determinar qué consecuencias tendrá sobre el sector inmobiliario, la crisis sanitaria que se está viviendo a escala mundial, se espera una recesión general a corto plazo que provocará una abrupta caída de la actividad económica. Lo que sí se sabe es que España puede encontrarse ante tres tipos de recuperación, o la denominada en “V”, es decir, muy rápida y que suele tener lugar tras la superación de crisis muy limitadas en el tiempo, como en la que estamos inmersos; una recuperación en “U”, más lenta y diferida en el tiempo, lo que supone un efecto negativo persistente en el tiempo o por último, en el peor de los casos, una recuperación en “L”, lo que implica una recesión de la economía y su posterior recuperación. Es fundamental evitar que sucedan estas dos últimas opciones y, para conseguirlo, se deben poner en marcha todas las herramientas disponibles tanto desde los sectores de actividad como desde las autoridades gubernamentales.

Resultaría precipitado anticipar en qué medida va a repercutir esta crisis sanitaria de forma concreta en el sector inmobiliario dado que el escenario cambia casi cada hora. Lo que sí es seguro es que se trata de algo temporal, aunque imprevisible. Es una situación controlada en el tiempo que, seguro, implicará una ligera bajada de los precios de forma general en todo el territorio nacional y también es factible que se mantengan en las viviendas de obra nueva. En este sentido, desde Century 21 España se prevé una regularización de los precios en el mercado ya que los propietarios volverán a tener una relación más equilibrada con los compradores, algo que no sólo es positivo, sino que además era necesario. También es probable que, debido a la situación económica de los propietarios, algunos tengan la necesidad urgente de vender para hacer frente a la falta de liquidez, aplicando rebajas más agresivas en el precio para conseguir una venta rápida de sus inmuebles en el corto plazo.

Desde la compañía prevemos una suspensión de las decisiones de compra, pero no una cancelación de las operaciones de compraventa, lo que da a entender que cuando esta crisis sanitaria acabe, el sector volverá a reactivarse, lo que supone una gran ventaja con respecto a otros sectores que se verán claramente afectados, y cuyo negocio es irrecuperable como es el caso del sector turístico y de restauración, entre otros. El sector inmobiliario tiene la capacidad de poder asumir una suspensión temporal de la actividad hasta que la situación vuelva a la normalidad, y retomar entonces los procedimientos de compraventa pendientes. La promoción inmobiliaria por naturaleza es un negocio con un ciclo largo, que no exige caja diaria como otras actividades por lo que está preparada para soportar ciclos de entre 3 y 6 meses sin ventas.

El efecto negativo se reflejará, probablemente, en el impago de alquileres, la venta de activos inmobiliarios con el fin de poder recuperar liquidez por parte de empresas y algunos inversores, así como la venta de segundas residencias. Esta situación provocará la atracción de inversores con liquidez, quienes tendrán acceso a comprar activos con descuento en el corto plazo. Por otro lado, desde la red Century21 se cree que el sector más afectado dentro del mercado inmobiliario será, claramente, la demanda internacional dado que no sólo en el resto de los mercados europeos e internacionales están viviendo una situación de crisis sanitaria similar y, a esto se añade, el cierre de fronteras hacia el mercado español. Gracias a la profesionalización actual del sector éste está preparado para superar esta crisis, pero existe un reto al que debe enfrentarse, al igual que otros sectores de actividad, como es la gestión de la tesorería. La duración del estado de alarma, y hasta que la situación comience a normalizarse, conllevará que muchas empresas inmobiliarias sufran ciertas dificultades a la hora de poder continuar con su actividad.

Pero si hay algo positivo que poder sacar de toda esta situación, es el importante impulso que han tomado las herramientas digitales no sólo para el smartworking, sino también para seguir estableciendo un contacto permanente con asesores inmobiliarios y potenciales clientes. De hecho, desde la compañía se ha registrado una significativa subida en las visitas a nuestras plataformas digitales, así como un importante incremento en cuanto al número de usuarios registrados en su aplicación para dispositivos móviles C21. Esto es un indicador claro de que la demanda se ha detenido en el tiempo pero que, con la superación de la crisis, es esperable que se retome. El hecho de haber tenido la oportunidad de recurrir al teletrabajo como fórmula para continuar la actividad laboral implicará, probablemente, que muchas empresas opten por implementar esta metodología de trabajo lo que también supondrá una alternativa óptima para muchos trabajadores. Este cambio impactará de forma directa en el mercado de las oficinas y, también, en el mercado residencial llevando consigo una disminución de la demanda en la búsqueda en el centro de las principales ciudades

Ahora es el momento de mostrar un alto sentido de compromiso social, responsabilidad y una forma común de afrontar una situación sin precedentes de la que saldremos, sin ninguna duda, reforzados y con una nueva perspectiva de nuestra sociedad porque esta situación nos obliga a repensar y a cambiar muchos paradigmas.