Las oficinas sin contacto serán la tendencia del siglo

Va más allá de una moda temporal como consecuencia del Covid, será el modelo a seguir para garantizar la seguridad y la salud de los empleados en sus puestos de trabajo

La vuelta a las oficinas tras el Covid está generando una combinación de soluciones a corto plazo destinadas a aumentar la confianza de los trabajadores, reducir la cantidad de personal en la oficina en cualquier momento y actualizaciones y modificaciones de diseño a más largo plazo que pongan la higiene en el centro de la planificación del lugar de trabajo. Estas nuevas situaciones están dando lugar al concepto de la oficina sin contacto o las oficinas contactless que los expertos predicen que van más allá de una moda temporal y que podría ser la tendencia en el futuro.

Por ejemplo, en una oficina sin contacto, se puede eliminar la necesidad de presionar los botones del ascensor o la máquina de café usando una aplicación desde el móvil para enviar un comando al ascensor o la máquina de café. Las salas de conferencias podrían equiparse con tecnologías activadas por voz para controlar equipos de iluminación, audio y visuales. Pasar por las puertas o descargar el inodoro podría ser también por voz y así el autoservicio en las cocinas de la oficina podría convertirse en una reliquia del pasado, para ser reemplazado por la automatización o un servidor adaptado.

Como parte del replanteamiento de la oficina por el Covid la tecnología permite al personal evitar el contacto con superficies de uso frecuente, como botones de elevación, interruptores de luz, grifos y pantallas de reserva de salas de reuniones y está despertando un gran interés para propietarios como para empresas.

"Antes del Covid, la tecnología sin contacto se consideraba algo agradable, más que una necesidad. Sin embargo, en estos momentos se ha convertido en un requisito clave para los lugares de trabajo porque es importante reemplazar puntos de contacto comunes con opciones sin contacto para eliminar las áreas donde el virus puede permanecer protegiendo al personal y para ello las aplicaciones móviles pueden funcionar como un control remoto personal para el entorno de trabajo de un empleado, ayudando a navegar su día, desde la reserva de una sala de reuniones hasta pagar el almuerzo”, explica Akshay Thakur, jefe de consultoría tecnológica de EMEA en JLL.

Otra tecnología existente `pero que no tiene soluciones tan rápidas, son los escáneres biométricos de huellas digitales que se han vuelto más comunes en dispositivos modernos como teléfonos móviles, pero que aún presentan problemas de higiene cuando se usan en dispositivos compartidos o en puntos de entrada.

“El reconocimiento facial es una opción sin contacto, aunque controvertida, que se utiliza cada vez más en edificios comerciales y residenciales en todo el mundo. En Londres, las puertas de acceso al 22 Bishopsgate de AXA Real Estate Investment Managers utilizan el reconocimiento facial. Sin embargo, en España, aún no está muy desarrollado”, apunta Alfredo Díaz Araquem, director de Desarrollo de Negocio de Spotahome y experto en proptech.

A más largo plazo, se prevé que las compañías podrían plantearse la tecnología de reconocimiento facial y que ésta sea aceptada por el público o explorar otros escáneres biométricos sin contacto, como el reconocimiento de palma o vena. “Hay una creciente demanda no solo de mantener a los empleados seguros sino también de mantener los edificios lo más seguros posible. La tecnología como el reconocimiento facial ofrece una forma rápida y sin problemas de verificar quién entra y sale del edificio", asegura Thakur.

Según los expertos, en el mercado ya hay un buen un número creciente de lugares de trabajo que está adoptando sensores para salas de reuniones que utilizan tecnología Bluetooth de baja energía e infrarrojos. Esta tecnología sin contacto que se dirige a los lugares de trabajo del futuro también se utiliza actualmente en el hogar.

“Todos estamos familiarizados con la tecnología de reconocimiento de voz, como Alexa y Siri. Pero todavía tenemos que ver como la tecnología a través de la voz se cruza con la oficina moderna. Solo será cuestión de tiempo antes de que las salas de reuniones y las áreas de cocina comunes comiencen a ofrecer esta tecnología y el personal pueda hablar directamente con los controles de luz de la sala de reuniones o pantallas de visualización” apunta Thakur.

Independientemente de las herramientas que se utilicen, los desafíos se van a centrar en función de la inversión requerida para ello y la respuesta de los empleados a las soluciones tecnológicas. La privacidad de datos, por ejemplo, es un área polémica.

“Durante mucho tiempo se ha cuestionado la privacidad personal con el uso de la tecnología, pero en este momento, la salud y la seguridad son posiblemente prioridades más altas. La integración será clave, asegurando que los sistemas trabajen juntos para proporcionar una experiencia de trabajo eficiente y fluida” asegura Alfredo Díaz-Araque.

Según un estudio de la consultora Cushman & Wakefield, la nueva normalidad en el área de trabajo será un ecosistema. “El lugar de trabajo ya no será una única ubicación, sino un ecosistema de una variedad de ubicaciones y experiencias para apoyar la comodidad, la funcionalidad y el bienestar. El propósito de la oficina será proporcionar destinos inspiradores que fortalezcan la conexión cultural, el aprendizaje, el vínculo con clientes, y apoyen la innovación. Por último, el tamaño actual del espacio se mantendrá estable, equilibrando la relajación del distanciamiento social de la densidad del espacio con una menor demanda de personal en la oficina dentro de la nueva estrategia total del lugar de trabajo.