La construcción es una industria que está en retroceso y necesita ganar productividad

La construcción, que abarca el sector inmobiliario, infraestructuras y estructuras industriales, es la industria más grande en la economía mundial, ya que representa el 13% del PIB mundial. El crecimiento anual de la productividad durante los últimos 20 años es muy bajo con respecto a otras industrias ya que es solo un tercio de los promedios económicos totales. Los escenarios de McKinsey Global Institute señalaba en junio 2020 que, si las cosas van bien, la actividad de construcción podría volver a niveles previos a la crisis a principios de 2021. Pero posteriores confinamientos a más largo plazo podrían significar que se prolongue hasta 2024 o incluso más tarde.

La construcción es una gran industria que supone 1,3 billones de dólares en los Estados Unidos: un ecosistema complejo de financiadores, propietarios, promotores, arquitectos, contratistas generales, subcontratistas, etc. Se calcula que en USA el 41% del valor de la construcción nacional está en propiedad residencial, el 25% en sector terciario y el 34% en proyectos industriales. Debido a que cada tipo de activo, e incluso los subactivos dentro de estas clases, tiende a involucrar a un conjunto diferente de partes interesadas y procesos, la mayoría de las empresas de construcción optan por especializarse en uno o pocos grupos de activos. En España lo que aporta la construcción al PIB es un 5%. Ahora estamos en un pequeño retroceso, pero en 2006-2007 estuvo entre el 10% y el 12%. Es una industria importante dentro del PIB que está en retroceso y que necesita ganar en productividad ya que está a la cola en digitalización. No es ningún secreto que la industria de la construcción ha tardado en innovar. A pesar del avance de la maquinaria pesada, la tecnología de drones y la visión por ordenador, la productividad de la construcción por trabajador apenas ha cambiado en décadas. Hoy en día, la mayoría de las empresas de construcción gastan menos del 2% del volumen de ventas anual en TI, según JB Knowledge Construction Technology. Tal y como apunta Alfredo Díaz-Araque, experto en proptech, “la poca sofisticación tecnológica en las obras deriva en retrasos en el trabajo, presupuestos perdidos y un mayor riesgo de seguridad laboral. y es por ello, por lo que están surgiendo nuevas empresas tecnológicas para ayudar a resolver estos problemas”.

EEUU, es el país que lidera la construcción digital porque tanto el consumidor final como las compañías constructoras están mucho más abiertos a innovar. Ione Ruete, directora de BBConstrumat & TechEstate, pone el ejemplo de viviendas modulares de diseño de autor que se están comercializando y que han logrado darle completamente la vuelta a las connotaciones negativas que puede tener el concepto de prefabricado. Los países escandinavos también tienen una posición avanzada, pero según Iona Ruete, “en España, generalmente las innovaciones no comienzan a ser adoptadas hasta que no las valida el mercado estadounidense, que es el que les da mayor visibilidad”.