Cerca del 40% de las pymes está peor que en 2021, según Cesgar

Para las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) mejora la situación general de pymes y autónomos y apuntan a unas peores perspectivas para 2023. Mientras, el 15,3% de las pymes prevé una caída en sus ingresos durante este ejercicio (13% el año pasado).

El pasado ejercicio fue un año importante para la recuperación ecónomica del tejido empresarial, en particular las pymes y autónomos. Para el 36,5% de estos, la situación a cierre de 2022 es peor que hace un año, según el XII Informe sobre Financiación de la Pyme en España, que impulsa la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-CESGAR), presentado ayer por la institución.

En dicho texto, y a través de la categorización realizada por las SGR, se indica que el 22,1% de las pymes está inmersa en su recuperación, “es decir, con crecimiento de la facturación y los beneficios y reducción de las ratios relacionadas con los gastos financieros y el endeudamiento”, indica el informe. El 30,7% de las pymes se encuentran estables y un 4,8% adicional son pymes en recuperación económica, reportan mejoras en facturación y/o beneficios, pero su situación financiera no evoluciona aún tan positivamente.

Respecto al 36,5% de empresas con evolución negativa, CESGAR destaca que este porcentaje corresponde en un 15,4% a las empresas que sufren estancamiento económico y unos ratios financieros que emporan; el 16% indica una merma en su facturación y/o beneficios; y un 5,1% (en torno a 188.819) son consideradas empresas vulnerables, ya que aúnan el decrecimiento económico con el empeoramiento de su situación financiera. Por último, un 5,8% se encontraría en situaciones diferentes a las recogidas en las categorías anteriores.

Destaca la evolución de las empresas en situación vulnerable, que durante el ejercicio 2021 se mantuvo en el 2,6%, unas 87.000 pymes, apuntan el texto.

Empeoran las perspectivas

Desde las sociedades de garantía recíproca apuntan a que la evolución para este 2023 no es muy halagüeña, aunque se sitúa en niveles de 2020 (antes de la pandemia). De este modo, el 39,2% de las compañías espera que su facturación aumente durante este curso (46,9% para el año 2022 y 38,2% en 2020), aunque solo el 7,8% espera que este crecimiento sea significativo. El porcentaje, por su parte, de las pymes que se mantendrán estables no varía.

Mientras, el 15,3% de las pymes prevé una caída en sus ingresos durante este ejercicio (13% el año pasado). “Estos datos adquieren especial relevancia teniendo en cuenta que en 2022 el tamaño medio de las pymes, tanto en términos de empleo como de facturación anual, siguió reduciéndose por cuarto año consecutivo”, explica el informe.

Esta tendencia, que se venía observando desde antes de la irrupción de la pandemia, ataca tanto en términos de empleo como de facturación y es un actor “muy importante” y que agrava uno de los “rasgos estructurales” que más afecta a la competitividad de los pequeños y medianos empresarios.

En línea con la evolución de los últimos años, el porcentaje de pymes que factura menos de 300.000€ aumentó significativamente en 2022 respecto a 2021 (del 74,1% al 77,8%). Se eleva también el tramo de facturación de más de 1,5 millones de euros (del 5,9% al 7,4%). Y siguen perdiendo peso en el tejido productivo las pymes con niveles de facturación intermedia (entre 300.000€ y 1,5 millones de euros).

Inmovilismo en contratación

En el informe, SGR-CESGAR apunta que, con respecto a las perspectivas de creación de empleo, estas son más moderadas. Un 81,8% de las pequeñas y medianas empresas considera que no aumentará su plantilla y que el empleo permanecerá estable en los próximos 12 meses, mientras que tan sólo un 12,7% afirma que creará puestos de trabajo, porcentaje algo más elevado que hace un año, y un 2,8% de los empresarios apuntan a que éste disminuirá. Por último, un 2,7% de los responsables de pymes o trabajadores por cuenta propia desconoce cuál será la evolución de empleo en sus empresas.