La tecnología, al servicio del bienestar de los empleados
El ámbito laboral fue uno de los más afectados por la pandemia y el confinamiento. De la noche a la mañana, la inmensa mayoría de los trabajadores se vieron privados de libertad de movimiento y solo la tecnología posibilitó la continuidad de la práctica laboral a través del teletrabajo. Así, en un escenario de incertidumbre y de preocupación por la salud, las herramientas digitales garantizaron la supervivencia de nuestro tejido empresarial mientras se protegía la seguridad del trabajador.
Tres años después, la mayoría de los cambios laborales forzados por la pandemia se han aclimatado a nuestra rutina diaria: las preferencias de los empleados han cambiado y los departamentos de Recursos Humanos han tenido que adaptarse al entorno para ofrecer a los trabajadores las condiciones necesarias que garanticen su productividad y el futuro del negocio, pero teniendo muy presente su bienestar.
El nuevo paradigma laboral sitúa al trabajador en el centro: la preocupación por su bienestar y salud laboral es la prioridad en la que se basarán las relaciones laborales del futuro. Según el Índice de tendencias laborales elaborado por Microsoft, en la actualidad el 57% de los trabajadores españoles prioriza la flexibilidad y el bienestar a la hora de buscar empleo; además, el 86% considera que son igual o más productivos trabajando en formato híbrido. De la misma forma, la Encuesta sobre las expectativas de los consumidores del Banco Central Europeo indica que el 40% de los trabajadores europeos querría trabajar desde casa al menos dos días a la semana y que, tras la pandemia, han cambiado su perspectiva de vida: ahora priorizan la conciliación de la vida profesional y personal y desean dedicar menos tiempo a la actividad laboral.
Así pues, la pandemia ha modificado las preferencias de los empleados, que ahora anteponen la flexibilidad, la conciliación, el bienestar o realizar sus tareas de forma eficiente, pero dentro de su horario laboral. En este escenario, los departamentos de Recursos Humanos se enfrentan a un gran desafío: ahora ya no solo las empresas escogen a sus trabajadores, sino que ellos eligen también a las compañías, valorando variables que van mucho más allá del salario, la carrera profesional o el horario. Para adaptarse al nuevo contexto, los equipos de RRHH también tienen que evolucionar y convertirse en líderes que capten el mejor talento a través de mantener un equilibrio entre la productividad de la empresa y las demandas de los empleados.
La tecnología ha revolucionado el perfil de los departamentos laborales; su aplicación a la gestión de los recursos humanos está contribuyendo al cambio y a aumentar la eficiencia de los negocios. Gracias a la automatización y a las nuevas herramientas de software que realizan procesos mecánicos, los departamentos laborales pueden dedicarse a tareas de mayor valor añadido. Así, el control horario, la firma digital de documentos, la gestión de ausencias o de vacaciones, el registro de los flujos de trabajo, etc., son gestiones que se pueden derivar a una solución tecnológica que agilice los procesos. La pandemia cambió los modelos de trabajo y además nos introdujo nuevas normativas; en este sentido, un software permanentemente actualizado no solo aumentará nuestra productividad, sino que nos garantizará que estamos cumpliendo la regulación vigente en cuestiones como el registro horario o el registro salarial, por destacar algunas de las de mayor calado.
Además de la indiscutible ventaja que ha supuesto el teletrabajo gracias a la tecnología cloud, las herramientas tecnológicas contribuyen a velar por el bienestar del empleado en muchos otros aspectos: permiten realizar un onboarding digital, mejorar la comunicación interna y facilitar gestiones online como la consulta de la nómina o la solicitud de vacaciones a través del portal del empleado, firmar contratos sin necesidad de desplazarse gracias a la firma digital, adelantar la nómina a los empleados, etc.
Sin embargo, las nuevas tecnologías pueden provocar también un estado de hiperconectividad en el trabajador; los departamentos de Recursos Humanos deben velar por garantizar la productividad y la eficiencia, pero también comprometerse a que la digitalización no suponga un perjuicio para sus empleados. En este sentido, las herramientas digitales o trabajar desde casa pueden difuminar los límites entre la vida personal y la laboral: proteger la desconexión digital se convierte hoy en día ya no solo en una necesidad del trabajador, sino también en una obligación legal marcada por la Ley Orgánica 3/2018, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) y la Ley 10/2021, de teletrabajo y trabajo a distancia.
La captación y la retención del talento pasa por gestionar de la mejor forma posible este nuevo paradigma laboral en que el bienestar, la flexibilidad y la conciliación se erigen como los factores más valorados por los trabajadores, y la aplicación de la tecnología a los departamentos de Recursos Humanos contribuirá, sin duda, a lograrlo.