Kit Digital: cómo subir al tren de la digitalización

Casi un año después de su puesta en marcha, el programa Kit Digital continúa avanzando en su objetivo de contribuir a la digitalización de las pequeñas y medianas empresas. Según datos oficiales, se trata ya del plan de ayudas más solicitado históricamente en España: con más de 250.000 solicitudes presentadas, se han concedido más de 110.000 subvenciones, lo que supone la adjudicación de 670 millones de euros.

Financiado por la Unión Europea a través de los Fondos Europeos Next Generation, el programa de ayudas gestionado por el Gobierno español se ha dividido en tres convocatorias oficiales que siguen abiertas en la actualidad. Así, la primera convocatoria está dirigida a empresas de entre 10 y menos de 49 empleados, que pueden acceder a un bono digital por importe de 12.000 euros; la segunda incluye a las pymes de entre 3 y menos de 9 empleados, con una ayuda de 6.000 euros; y la última fase está destinada a empresas y autónomos entre 0 y menos de 3 empleados, con una subvención de 2.000 euros.

El Gobierno español asegura que se están resolviendo entre 20.000 y 25.000 expedientes de solicitud por semana, por lo que está previsto que el número de concesiones siga aumentando de forma progresiva durante los próximos meses. Dado que todavía siguen en activo las tres convocatorias, todas aquellas pymes de menos de 49 empleados que aún no lo hayan hecho están a tiempo de beneficiarse de las ayudas de este ambicioso plan de recuperación de la economía.

Muchos negocios todavía no han solicitado el bono digital: según los últimos datos de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, en España existen más de 2.920.000 pymes, de las cuales 1.124.765 son microempresas (con menos de 10 trabajadores) y 1.616.095 microempresas sin asalariados; ambas categorías estarían dentro de los requisitos para solicitar las ayudas en la segunda y tercera convocatoria. Además, otras 157.799 compañías se enmarcan en el concepto de “pequeñas empresas”, con menos de 50 empleados, que podrían acceder, por tanto, a la primera convocatoria.

Si, según los datos oficiales, se han solicitado 250.000 bonos digitales, ¿por qué existe un número elevado de pymes españolas que no han reclamado estas ayudas? ¿Cuáles serían los pasos a seguir para no perder el tren de la digitalización?

Del escepticismo a la ejecución

La transformación digital de las empresas dejó de ser un objetivo a largo plazo para convertirse en una necesidad inmediata con la llegada de la pandemia. Tras unos primeros meses de desconcierto en los que nuestros hábitos económicos y sociales se vieron totalmente alterados, el tejido empresarial español asimiló la necesidad de reinventarse digitalmente para seguir sobreviviendo en el mercado.

En este contexto, la Comisión Europea diseñó un fondo para la financiación de programas de reformas e inversiones que el Gobierno español cristalizó en un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia uno de cuyos ejes era la digitalización de pymes y autónomos a través del programa Kit Digital. Y lo que en un primer momento generó escepticismo por la incertidumbre de cómo se concretarían estas ayudas, meses después está permitiendo a las empresas solicitar subvenciones para adquirir herramientas que les ayuden en su transformación digital, financiando sus costes de digitalización a través de las soluciones digitales disponibles en el mercado que les permiten automatizar y optimizar procesos de gestión, trabajar en remoto, mejorar la relación con sus clientes, hacer facturas electrónicas, mejorar su posicionamiento online, etc.

Las empresas entre 10 y menos de 49 empleados son las que tienen que acelerar la solicitud de las ayudas, ya que el plazo de su convocatoria finaliza el próximo 15 de marzo. Las pymes entre 3 y menos de 10 empleados tienen de tiempo hasta el 2 de septiembre; y los autónomos y empresas de menos de 3 empleados podrán solicitar su Kit Digital hasta el 20 de octubre.

Pero solicitar el bono digital debe apoyarse en una clara apuesta y estrategia de digitalización. Debe hacerse a través de un plan definido y contando con la ayuda de expertos que puedan ayudar a implementarlo. Resulta necesario un análisis previo y obtener un diagnóstico del estado de la empresa, así como saber hacia dónde nos dirigimos y cuáles son nuestros objetivos finales en términos de transformación. Para resultar efectivo, el cambio digital no puede convertirse en un conglomerado de propuestas sin planificar, sino constituir una estrategia transversal de las empresas.

Y, entre todas las acciones que formen parte de esta hoja de ruta, la inversión en la formación de los empleados es un requisito indispensable para que las ayudas de los Fondos Europeos resulten útiles a nuestros equipos y puedan atraer y favorecer la innovación digital de sus departamentos. Si bien las grandes empresas cuentan con un mayor talento digital, las pymes deben apostar fuertemente por la formación de sus equipos para competir con éxito en un mercado cada vez más complejo.

El tamaño de las compañías españolas -el 99,9% son pequeñas y medianas empresas, siendo las grandes corporaciones solo el 1% del total- puede hacer que muchos negocios no se planteen la solicitud de ayudas europeas por la falta de tiempo, conocimiento o formación. En este sentido, resulta clave la figura de los agentes digitalizadores y los representantes voluntarios, que pueden ayudar a las pymes a canalizar las subvenciones a través del asesoramiento, acompañamiento y la ejecución de las mismas.

En definitiva, el programa Kit Digital constituye una oportunidad histórica para resolver el principal problema de las pymes españolas: el déficit de digitalización. Ahora es el momento de subirse al tren de la transformación digital y conseguir una contribución real en la construcción de un nuevo modelo económico y social a través de las ayudas de los Fondos Europeos NextGen.