El 60% de las empresas españolas no alcanza los cinco años de vida

La patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme), tomando los datos de Eurostat, analiza en su informe ‘Situación de las Pymes en España comparada con la de otros países europeos’ cómo es la situación de la pyme nacional en el contexto internacional.

España es una potencia emprendedora a nivel europeo pero en nuestro tejido empresarial reside un gran problema respecto a nuestros vecinos europeos: la mortalidad empresarial. En nuestro país, el 59,6% de las empresas que se crean no superan los 5 años de vida según el último informe de crecimiento empresarial de Cepyme Situación de las pymes en España comparada con la de otros países europeos, en base a los datos de Eurostat, que estudian la evolución de la mortalidad de las compañías creadas en 2014, hasta 2019.

Fuentes de Cepyme consultadas por elEconomista.es, consideran que “el problema de nuestro tejido empresarial es que es más pequeño que el de los países de nuestro entorno y está más atomizado. El 94% son microempresas, con menos de 10 trabajadores y eso hace que las empresas sean menos productivas y competitivas y, por tanto, se arrastra la productividad del país hacia abajo”.

Con respecto a los países europeos, solo Finlandia y Dinamarca tienen mayor porcentaje de mortalidad que nuestras empresas durante los primeros cinco años, el resto de los grandes países del continente, así como la media europea, tienen mayor permeabilidad en su tejido empresarial. En el caso de Bélgica, es el país en el que más empresas sobreviven durante los primeros cinco años, un 52,5% del total, seguido por Portugal (51,4%), República Checa (51%) y Francia (48,1%).

Desde Cepyme achacan la alta mortalidad de las empresas de reciente creación a “que la burocracia española no acompaña a la empresa. La empresa se ve como un actor al que hay que controlar y fiscalizar desde el principio. Y esto es muy diferente a lo que sucede en países con fuertes tejidos empresariales. En España, se fiscaliza a la empresa partiendo de un principio de culpabilidad que es falso”. De esta forma, los gobiernos desvían el problema hacia el tejido productivo.

Baja esperanza de vida

Cada año cerca de 1 de cada 11 empresas con empleados que hay en España desaparece. La Tasa de Mortalidad empresarial (relación entre las empresas con empleados que desaparecen y las que están activas) es mayor en España (9,3%) que en Italia (8,2%), Alemania (8,2%) o Portugal (7,8%). Entre los países más grandes, Francia (9,7%) y Finlandia (11,8%) presentan una mortalidad mayor que la española.

Lo mismo, visto desde otro ángulo, nos dice que las empresas con empleados en España tienen una “esperanza de vida al nacer” media cercana a los 11 años, que es casi la mitad de lo que duran, de media, las empresas en la UE (17,3 años).

Entre estos datos, destaca con fuerza el grado de supervivencia de las empresas de Irlanda y Dinamarca, muy alejadas del resto de países europeos, y que provocan que la media europea sea tan alta. En Dinamarca, la esperanza de vida de sus empresas es de 55,8 años y un grado de mortalidad del 1,8%. Con respecto al país británico, las sociedades irlandesas superan la tasa de mortalidad empresarial de los daneses (2,5%), pero su esperanza de vida es mucho más reducida, con 39,2 años.

Comparando con el resto de países europeos, Holanda, Francia y Finlandia estarían por debajo de España en términos de esperanza de vida (10,5; 10,3; y 8,5 años respectivamente), por los 10,7 años de nuestro país. Austria (11,1 años), Italia (12,2 años), Alemania (12,2 años) y Portugal (12,8 años), se encontrarían por delante de nuestro país en términos de permanencia en el tejido productivo. Como hemos comentado, todos los países mencionados se mantienen, tanto por arriba como por abajo, en su tasa de mortalidad

Por encima de la media en creación

En cambio, España es de los países en los que más empresas se crean en la Unión Europea. Los datos de 2019, últimos disponibles para hacer una comparativa europea, muestran que en España se constituyeron casi 160.000 empresas; lo mismo que en Francia (pese a que nuestro país tiene una población un 30% menor) o un 16% más que en Italia (cuya población es un 27% mayor que la española).

En España se constituyen más empresas que en Holanda, Austria, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Portugal y República Checa combinados, pese a que esos siete países tienen una población conjunta de más de 63 millones de personas (35% más que España).

“España no tiene un problema de creación de empresas, al contrario, creamos por encima de la media europea. Lo preocupante es que nuestras empresas no sobreviven. La mitad ha cerrado 3 años después de su creación. Esto se debe a que el entorno económico no es el más propicio para desarrollar su actividad y deben hacer frente a demasiados obstáculos que les impiden sobrevivir. Por un lado, los costes a los que debe hacer frente la empresa son excesivamente elevados. En comparación con otros países, la presión fiscal está por encima de la europea. Nuestras cotizaciones son las terceras más elevadas de la Unión Europea y el Gobierno lleva elevando las cotizaciones 5 años seguidos, periodo en el que las bases mínimas han subido más de un 40%. A esto se suma que tenemos una normativa excesiva, con la que se intenta controlar todas las facetas de la actividad empresarial y eso se convierte en cargas: muchas más cargas burocráticas, laborales y contables. No es normal que la empresa que no es morosa deba acreditar que no lo es antes de solicitar cualquier ayuda pública. Las pequeñas y medianas empresas tienen menos capacidad para hacer frente a todas estas cargas y burocracias al tener menos recursos”, comparten desde Cepyme.