De vacaciones a la cárcel: crece el turismo entre rejas en todo el mundo

Desde la archiconocida Alcatraz, en Estados Unidos, hasta La Model, en Barcelona: cárceles de todo el mundo se han convertido en exitosos destinos turísticos, un tanto peculiares, pero sin duda muy atractivos. Y es que pocos se resisten a descubrir, aunque sea someramente, cómo era la vida al otro lado de los gruesos e inexpugnables muros carcelarios. Según Pablo Díaz Luque, profesor del programa de Turismo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) “estas visitas están reivindicando el valor de cárceles que dejan de ser usadas como tales por obsoletas, pero que -o bien por sus emplazamientos, su arquitectura o su historia- reúnen el atractivo suficiente para ser visitadas y vividas”. “Hay un crecimiento de este turismo, como muchas otras prácticas turísticas originales, pues supone una vivencia y el conocimiento de una parte de la historia de una ciudad, región o país”, añade.