La mayoría de autónomos siempre ha querido trabajar por cuenta ajena

España es un país de emprendedores y de eso no cabe ninguna duda. En nuestro país hay más de 3 millones de empresas creadas por trabajadores autónomos, quienes conforman, junto a las pymes, el 98% de nuestro tejido empresarial. Estas cifras podrían tener una visión positiva de la situación del trabajo por cuenta propia en nuestro país, pero la realidad es bien distinta.

Entre los países europeos, España encabeza, junto con Grecia, la lista de naciones con mayor tasa de desempleo de larga duración y, a pesar de encontrarnos con datos de crecimiento de empleo, somos uno de los países con más paro, con cerca de 3 millones de personas sin trabajo; casi el mismo número de autónomos que de parados. Esta situación reflejada a través de los números explica la motivación de gran parte de personas por hacerse autónomo: la falta de trabajo para su formación o la precariedad de los trabajos que el mercado laboral ofrece a los ciudadanos, les anima a dar el paso.

Porque trabajo hay. Uno de los grandes motivos para favorecer la formación profesional, que desde marzo tiene su propia regulación, es satisfacer las necesidades de perfiles profesionales que demandan las empresas de muchos sectores, principalmente industriales, que no consiguen cubrir sus vacantes. El problema es que este no se ajusta a la formación previa de muchos ciudadanos, que ya han invertido tiempo y dinero para trabajar de lo que quieren.

Ante la imposibilidad de ejercer su profesión en buenas condiciones y no querer invertir más tiempo, y recursos, en formación, los profesionales se lanzan a la piscina para salir de la precariedad o el desempleo y lograr desarrollarse dentro de su sector.

Queda invalidado de este modo el discurso político mantenido durante tantos años de que España es un buen país para emprender. Son nuestros emprendedores los que, en un país en el que es muy complicado desarrollarse profesionalmente por las características del mercado laboral, logran sobreponerse a las adversidades y generar un ecosistema en el que el político se apoya para atribuirse el tanto de la cantidad de trabajadores por cuenta propia que sostienen el empleo.

Según un estudio elaborado por Adecco, el 70% de los autónomos lo son por necesidad y no por vocación. Lo que muestra las sombras de nuestro mercado de trabajo. Cerca de 2 millones de autónomos prefieren trabajar para otra persona o empresa, ya que les aportaría mayor tranquilidad al no estarse jugando sus propios recursos y su vida en su propia empresa. A pesar de esto, no todo es negativo, ya que más de la mitad de estos emprendedores considera que es más feliz desde que trabaja por cuenta propia.