Solo el 25% de las pymes se beneficiará de la nueva rebaja fiscal

Hacienda bonificará con 717 euros a las que facturen menos del millón. Mientras, los costes que soportan las pymes se disparan un 24%; entre estos, los que mayor subida han sufrido son los gastos en energía y suministros, que se encarecen un 50%.

Las nuevas deducciones fiscales a empresas han generado gran polvareda por su escaso alcance, ya que, de acuerdo con los datos proporcionados por Hacienda, sólo 407.384 empresas se beneficiarán de la rebaja del tipo nominal del impuesto de Sociedades del 25% al 23%, cuando 1,5 millones de pymes están sometidas a este impuesto. En otras palabras, sólo el 25% de las pymes podrán beneficiarse de las medidas y esto, en buena parte, es consecuencia de la difícil situación que atraviesan muchas de estas.

En 2019, según datos de la Agencia Tributaria (AET), 1.483.524 empresas declararon una cifra de negocio igual o inferior a un millón de euros, pero de éstas solo 460.448 contabilizaron una base imponible positiva y, de acuerdo con los datos del Gobierno, en la actualidad la situación se ha visto agravada ya que sólo 407.384 estarían en esta situación. En lo referente al Impuesto de Sociedades, fuentes de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), confirma a elEconomista.es que “el alivio fiscal llega a un número muy limitado de pymes y no está enfocado a las que atraviesan mayores dificultades ya que éstas generan bases imponibles negativas o positivas de escasa cuantía”.

En conjunto, la medida suma un escaso alivio de 717 euros por empresa (292 millones/407.384 empresas), lo cual en muchos casos no cubre ni el encarecimiento de la factura energética de un mes, dicen desde Cepyme.

La patronal confirman de este modo que “las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno, si bien suponen una reacción respecto a los ciudadanos con rentas bajas afectados por la inflación, no tiene en cuenta la difícil situación que atraviesan las pymes españolas. La bajada de dos puntos en Sociedades dirigida solo a una parte de las pymes no es acorde con la realidad por la que atraviesan muchas empresas, cuyos aumentos de costes asfixia su liquidez y es origen en muchos casos de problemas de solvencia. Desde Cepyme, instamos al Gobierno a tratar de impedir que los problemas de solvencia, incipientes en estos momentos, lastren una parte de nuestro tejido empresarial”.

Con estas reducciones en el Impuesto de Sociedades, el Gobierno apuesta por intentar aliviar las condiciones de aquellas compañías en una buena, o no muy mala, situación económica, abandonando a su suerte a las empresas que se encuentran en un contexto más complicado. Según Cepyme, “de casi 1,5 millones de empresas que se podrían beneficiar por declarar una cifra de negocio igual o menor a 1 millón, más de 1 millón de estas empresas no tendrían base imponible positiva. Es decir, la medida es muy limitada en cuantía y además deja fuera a las empresas que realmente tienen problemas con la inflación”.

Del mismo modo, estas medidas, dice Cepyme, supondrían un socavamiento de la percepción de país estable para la inversión y las empresas, lo que perjudica a las empresas y su clima de negocios. “Al mismo tiempo instamos al Gobierno a realizar un esfuerzo similar al que están haciendo ciudadanos y empresas”, concluyen.

Los costes se disparan

Mientras, el tejido empresarial español continúa sufriendo los efectos de la inflación. En el caso de las pymes, los costes totales que soportan para ejercer su actividad se han disparado un 24,4% interanual entre abril y junio, según el último Indicador Cepyme sobre la situación de la Pyme en España para el segundo trimestre.

Este informe, que mide las fortalezas y vulnerabilidades del tejido empresarial español, muestra que las altas tasas de inflación afectan de lleno a las empresas, en especial a las de menor tamaño. El indicador se sitúa en los 5,7 puntos en el segundo trimestre de 2022 (puntuación sobre una escala de 10), frente a los 5,4 puntos registrados en el cuarto trimestre de 2021. Este leve repunte se debe al auge de actividad registrado en la primera mitad del año, pero no es suficiente para mejorar la situación general de la empresa, ya que el indicador aún se sitúa en niveles similares a los que tenía en 2014 y no ha recuperado el terreno perdido durante la pandemia.

Con un crecimiento global del 24,4%, los costes crecen a mayor velocidad que lo hacen las ventas, cuyo crecimiento se ha ralentizado y, como consecuencia, los márgenes empresariales se estrechan todavía más. Esta situación hace prever un empeoramiento de la situación de las pymes en otoño, cuando la actividad se ralentice y las empresas se vean obligadas a endeudarse más para hacer frente a los costes, a pesar de que la tasa de endeudamiento ya supera el 100% de su patrimonio neto.

El empeoramiento de las condiciones de crédito tras las dos últimas subidas de los tipos de interés, de 0,75 puntos en septiembre y de 0,5 puntos en julio, harán todavía más vulnerable la situación de las pymes en los próximos meses, sobre todo si se tiene en cuenta que el Banco Central Europeo ya ha anunciado que las subidas de tipos proseguirán en los próximos meses para tratar de frenar la inflación.

Por su parte, los márgenes de beneficio de los negocios también han sufrido a causa de la actual situación económica. Las ventas de las pequeñas y medianas empresas crecen, pero a menor intensidad, un 14,5% en el segundo trimestre de 2022, frente al auge del 19,8% registrado en el primero.