Generar impacto con tu trabajo: el futuro que es presente

Con la reciente figura jurídica de “Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC)” que aprobó el Congreso de los Diputados a principios de verano se reconoce a las empresas con propósito en España. Una moda que se ha convertido en algo más porque cada vez es mayor el número de compañías que quieren vincular el retorno económico a la consecución de un impacto ambiental y social.

Un cambio de paradigma que puede encontrar en el periodo veraniego un gran aliado. El modelo de productividad en el que nos encontramos inmersos conlleva un ritmo donde siempre hay que estar en movimiento. Pero por paradójico que pueda resultar, en ocasiones, parar puede llegar a ser lo más productivo. La pausa permite una reflexión que genera autoconocimiento. La idea convencional era la de crear una empresa para conseguir un buen retorno económico, pero, por suerte, las cosas han cambiado y ahora ya no solo importa la rentabilidad, ahora podemos ser rentables creando empresas con el fin de ayudar a los demás y, así, generar un impacto positivo.

Generar impacto se ha convertido en el gran objetivo y para ello es vital saber responder a preguntas como: ¿Cuál es la misión de mi empresa?, ¿y sus objetivos? Un negocio que no tiene claros sus valores, su misión o su filosofía estará caminando sin rumbo propio y sin coherencia. La coherencia es muy importante porque si no la hay será más difícil perdurar en el tiempo.

¿Y si ya llevas una trayectoria recorrida y aun no has hecho los deberes? Tranquilo, todavía estás a tiempo de redefinir el propósito de tu empresa. Hay que aprovechar el tiempo para sentarte delante de un papel y reflexionar sobre lo que estás haciendo y lo que mueve a tu compañía. Compara dónde estás y dónde te gustaría estar; verifica si el impacto que estás dando es el que quieres y corrobora si tu imagen es la que quieres transmitir.

Las respuestas que encuentres serán la base para planificar las acciones que debes desarrollar a partir de otoño. Ahora bien, si las conclusiones que obtengas te indican que hay que variar el rumbo o modificar cosas...debes hacerlo con calma.

Antes de implementar cualquier posible modificación es vital transmitir bien el mensaje. Fomenta la comunicación interna, explica las razones que justifican el cambio e implica a las personas en él para que lo sientan como algo propio, como si hubieran sido los instigadores. Consigue que la reflexión propia se traslade al colectivo que compone la empresa y, de esta forma, se genere la unión grupal para generar el impacto deseado en la sociedad y el planeta. Y es que cada vez más, no solo las empresas, sino los propios trabajadores necesitan que su vida laboral tenga un propósito y que su actividad esté enfocada y alineada con sus valores.

¿Estoy haciendo el trabajo que quiero hacer? No es solo una pregunta que alguien se formula al comienzo de la semana fruto del deseo de permanecer en la cama. El exceso de horas frente a un ordenador, el estrés, los conflictos profesionales, el desapego hacia las organizaciones, etc. Son muchas las cuestiones que están llevando a los trabajadores a preguntarse por su presente y su futuro laboral. En Estados Unidos se ha producido el fenómeno conocido como “La gran dimisión”, que ha llevado a millones de personas a dejar su puesto de trabajo de manera voluntaria. Ya no solo se busca producir y producir. No sólo importa conseguir récords de ventas o ser el trabajador que más gana. Los trabajadores demandan algo más, necesitan un porqué.

Uno de los muchos factores que están llevando al cambio laboral es el medioambiental. Hasta ahora muchas personas no se fijaban en el impacto ecológico que generaba su actividad o la de su empresa. Pero las cosas están cambiando. Cada vez son más los que quieren que su vida laboral tenga un sentido y que su actividad esté enfocada y alineada con sus valores. Por ello, además de cambiar a las empresas que ya existían, muchos apuestan por la creación de su propio negocio o emprendimiento para conseguir el impacto positivo deseado.

En mi trabajo lo veo a diario, llevo años acompañando a personas y empresas en su camino a la reinvención y la gente necesita un cambio, que alguien les acompañe en su proceso de transformación personal y profesional. Y aquí es donde resulta fundamental la adquisición de capacidades como la gestión de los miedos o la mejora de la autoestima.

El porqué de cada profesional y de cada empresa requiere trabajar a través de sus propios valores, y para eso primero hay que conocer qué es lo que te mueve para luego poder ejercer ese trabajo y ese propósito. Si necesitas actuar con un propósito, ver que tu labor va a tener un impacto no solo en tu vida, sino también en la del resto de personas o en la salud del planeta, debes saber que es sí posible. Eso sí, necesitas ayuda en el camino.

Debes hacer mucha labor de autoconocimiento. El viaje comienza con un trayecto hacia el interior de uno mismo, conocer quién eres tú, cuál es tu potencial, qué cosas te hacen único y definir tus valores porque sin ese conocimiento es difícil que puedas llegar a todo lo demás. A su vez necesitas conocer dónde poner el foco. Si tienes un negocio y tú no estás bien, tu negocio no irá bien. Debes evitar cualquier disonancia y conseguir la unión entre tu negocio y tu persona. Dar respuesta a preguntas como: ¿Dónde te ves? o ¿qué quieres sumar y aportar?, pueden clarificar tu propósito. Sé coherente. La sostenibilidad implica tener una mirada en el futuro y conseguir que tu proceso y actividad laboral sea lo más respetuosa posible con todas las partes.

Para mí la clave siempre está en ayudar. Ya sea para conseguir vender o para comunicar, todo resulta más fácil cuando el foco está puesto en ayudar a los demás. Eso sí, es fundamental tener claro qué significa para ti el concepto de ayudar. Y por supuesto, el compromiso y responsabilidad con tu propósito son fundamentales. Siempre existe la opción de mejorar o cambiar. No se trata de un mensaje motivacional gratuito, sino de buscar el camino y, en base a los conocimientos, valores y posibilidades confirmar que sí es posible generar el impacto deseado en tu propia empresa o en tu puesto de trabajo.