Las nuevas firmas españolas nacen desde las necesidades, gustos e inquitudes de la población
España es una referencia en el sector de la Moda. Grandes firmas de nuestro país copan los mercados y las grandes pasarelas internacionales y nuestros emprendedores se hacen un hueco en un espacio de negocio tan competitivo como este, pero alejado de los convencionalismos y las prácticas asociadas al fast fashion. Unos cambios que el contexto y la población estaban reclamando a las grandes marcas, pero a las que estas han permanecido ajenas.
El eje central de estas enseñas se fundamenta en el cliente y en la calidad. Las marcas, se cuelgan el deber moral de garantizar que sus prendas se fabrican en unas condiciones laborales justas y dignas. La única forma de asegurarse de que esto es así es echando la vista atrás en la cadena de producción, es decir, conocer quién hace cada uno de los procesos que intervienen en la confección de una prenda: campo de cultivo, hilatura, confección, estampación, etc. Es algo de sentido común para estas firmas, que no pueden mirar para otro lado solo para abaratar el coste de las prendas.
Enmarcadas en el streetwear, o ropa de calle, son compañías que siguen una corriente que antepone la comodidad y las tendencias que se ven en las calles sin dejar de ofrecer un producto de calidad y con una cantidad de productos cerrada, lo que las dota de cierta exclusividad. El éxito de Yeezy, el boom de las colaboraciones entre el lujo y la calle (por ejemplo, Supreme y Louis Vuitton), los best-sellers de Off-White, su llegada a las grandes pasarelas, etc., no cabe duda de que nos encontramos en la era del streetwear.
Bajo este paradigma surgen en nuestro país cantidad de nuevas enseñas que, en pocos años, han logrado trascender más allá de la moda. Una nueva forma de hacer las cosas con el cliente como base de su trabajo, moda hecha por y para los jóvenes. Jóvenes que han vivido en sus propias carnes como las marcas no se han ajustado al cliente y que se han centrado más en los ingresos.
Estas marcas tienen una manera muy diferente de entender la ropa y de presentar las colecciones. Así como otras marcas buscan hacer productos comerciales con impresiones de la marca o de puro branding, estas buscan que cada colección sea una historia completamente diferente. Darle a cada colección una narrativa muy definida y diferente a las anteriores, tratando de contar cada vez una historia nueva. Esto además las ayuda a evolucionar sin ser prisioneros de su propia marca, sino a avanzar a medida que la moda lo hace. Por supuesto, todo esto lo intentan acompañar con un contenido que entretenga e impresione a los clientes, pero es especialmente importante que tengan una historia o concepto nuevo entorno al cual revuelven todos los diseños, comunicaciones, creatividades y piezas de contenido.