Alfonso Jiménez, presidente CEO de Cascajares: “El 33% de la facturación de la empresa es entre los meses de Acción de Gracias y Navidad”

Cascajares es un ejemplo de internacionalización de una pyme. Una compañía de productos avícolas que en 2004 fue la encargada de servir capón en la boda de los actuales reyes de España y que, en lo más oscuro de la crisis de 2008, abrió su sede en Canadá, donde hizo famoso su pavo de Acción de Gracias.

Detrás de Cascajares existe un proceso de internacionalización cocinado, como sus famosos pavos, con cariño y paciencia. De este modo, su facturación en Canadá se ha incrementado desde los 4,1 millones de euros en 2020 hasta los 6,5 millones en 2021. Su CEO, Alfonso Jiménez, nos cuenta las claves de este éxito.

Su internacionalización en Canadá empezó en 2008, en plena crisis económica. ¿Ha sido duro?

Fue tremendamente duro. Tuvimos que tomar la decisión de si seguir adelante o apagar nuestro proyecto. Tuvimos muchas facilidades por parte de la Embajada de Canadá para ello. Nos pusieron en contacto con inversores para presentarle el proyecto y ahora aquí estamos, vendiendo más en la ciudad de Montreal que en Madrid.

¿Por qué Canadá?

Tuvimos la suerte de estar aconsejados por el chef José Andrés, nos ayudó muchísimo. Vimos que México no era muy viable y Estados Unidos era muy caro para nosotros a nivel económico. Por tanto, vimos en Quebec un escenario muy europeo y muy adecuado para llevar allí nuestro negocio en Norteamérica. Date cuenta que en Canadá, solo en Acción de Gracias, se consumen 48 millones de pavos en una noche y nosotros proporcionamos la facilidad de tener un pavo ya preparado que salga directamente del envase a la mesa.

¿Los canales ‘online’ son importantes?

Sin duda, nosotros tenemos una gran presencial online. A través de nuestra tienda cascajares.com se hacen una media de 8.000 pedidos al año. Al final, tenemos un negocio muy diversificado.

Están ahora en plena campaña con Acción de Gracias y Navidad a la vuelta.

Sí, nos tenemos que anticipar mucho porque en dos meses vendemos el 33% de nuestra facturación. Pero contamos con una amplia experiencia y lo sacamos siempre adelante gracias a todos los trabajadores que están en nuestros centros de producción, tanto de Canadá como de España.

¿Qué consejos daría a una pyme que quiere comenzar con la internacionalización?

Yo diría que lo primero es, si la producción lo permite, que fije primero la exportación a través de canales online. Una vez la empresa haya adquirido una masa crítica que valore ya el proceso de internacionalización. Es muy difícil empezar desde cero un proyecto de internacionalización, incluso diría que es agotador. Nosotros pasamos de vender cero dólares a vender 10 millones de dólares. En resumen, mi consejo sería que primero se empiece con el proceso de exportación desde el país de origen al país de destino y, cuando estén asentadas la ventas, luego ir de lleno a por la internacionalización. Pero reitero que es un camino complicado.