El ‘Foodtech’ en España, un diamante en bruto para el sector
El Foodtech avanza a pasos agigantados en todo el mundo, y en un espacio muy corto en el tiempo. No solo porque surgen empresas disruptivas dispuestas a digitalizar todo lo que tenga que ver con restauración, hostelería y gastronomía, si no por la inversión que se está depositando en ellas a lo largo de la última década. En 2020, y en contra de todo pronóstico debido a la pandemia, se registró un aumento de empresas Foodtech del 42%. Este dato sumado a que desde 2010 se han invertido 65 millones de euros en este sector, 19.800 de los cuales se levantaron en 2019, construye las razones suficientes para prever que la digitalización del sector HORECA marcará el futuro más inminente del sector de la restauración, la hostelería y la producción alimentaria.
Pero... ¿Qué significa digitalizar el sector Horeca? ¿Cuál es el alcance de las compañías foodtech? Básicamente, dotar de tecnología a toda empresa relacionada con la restauración y/o la gastronomía (nueva o ya existente) para que sea más efectiva, sostenible y eficiente. Aunque nos parezca que el canal HORECA responde a un sistema de funcionamiento efectivo y consolidado, hay un altísimo desconocimiento sobre toda la “burocracia” que conlleva el hecho de que un tomate (o cualquier otro ingrediente alimenticio) llegue a nuestro plato. ¿Cuántos pasos hay que seguir para pedir una tanda de botellas de vino blanco para un local o restaurante? Si a esto le sumas que no solo son botellas de vino blanco, sino que también hay tinto, refrescos, agua, pan, cereales, carnes, pescados, marisco, verduras, frutas, legumbres, setas, especias, aliños, salsas, condimentos, hierbas aromáticas y un largo etcétera que ocuparía todas las líneas de este escrito, el desbarajuste de provisiones, como mínimo, puede ser recurrente.
Entonces, ¿qué necesita España? España puede ser un diamante en bruto para el foodtech. Un país “hambriento” de tecnología (nunca mejor dicho) en un sector que es un gran potencial del país, tanto desde el plano económico, como social y cultural. Y es que España es el país con mayor número de locales de restauración y hostelería del mundo, con un total de 277.539 establecimientos. Claramente, el Estado Español, está pidiendo a gritos que haya espacio para la tecnología aplicada al canal HORECA; para mejorar la conexión entre proveedores y restauradores y procurar que el sistema de comunicación y pedidos se digitalice. Gracias a ello será posible simplificar, agilizar y optimizar el desperdicio alimentario. Sin olvidar el trato personalizado y dando la bienvenida a una gestión tan rápida y automatizada como pueden ser un par de clics a través de una App en un objeto de uso generalizado en la población: el móvil.
Además de la comodidad, la tecnología significa sostenibilidad. ¿Cuánta cantidad de comida tienen que tirar los restaurantes a la basura todos los días? En 2020 se llegaron a desperdiciar 1.364 millones de kilos de alimentos. Y todo porque es imposible tener una previsión de ventas sin un sistema digital que nos ayude a automatizarlo. Tampoco podemos gestionar los pedidos de forma individualizada, segmentando según canales de preferencia de cada uno. Whatsapp, sms, email, llamada de teléfono, apunte a mano alzada... Este sistema caduco supone un coste de personal añadido para el restaurador y para el proveedor, y una fuente de errores para ambos. ¿Qué podríamos hacer con los 1.364 millones de kilos de alimentos que se arrojan a la basura cada año? Esta cifra contrasta con otro dato: 4,5 millones de españoles viven en situación de pobreza extrema.
¿Necesitamos más motivos para explotar esta corriente digital aplicada al foodtech? Otro dato importante: el talento surgido en nuestro país a raíz de este movimiento. No solo a nivel humano con el espíritu emprendedor que nos rodea, sino porque Barcelona y Madrid ocupan las posiciones séptima y octava, respectivamente, en el ranking de ciudades de Europa en las que más se invierte en tecnología. En ese mismo ranking se concluyó que España cerró el 2021 con la cifra de inversión en tecnología más alta de su historia: 4.900 millones de dólares.
Todo esto son garantías de que España es el lugar. Debemos aprovechar esta oportunidad única. Pongamos en valor a los productores locales, dignifiquemos la hostelería y la restauración como un oficio de futuro, dentro de un sector que garantiza el crecimiento y desarrollo de los territorios. La pandemia se llevó por delante, en los primeros 6 meses, a 85.000 establecimientos relacionados con la hostelería, de 207.000 empresas en total. Fueron establecimientos injustamente demonizados y penalizados en algunas zonas del país. Pero a pesar de ello, el espíritu de resiliencia del sector ha quedado demostrado. Con este potencial, aún podemos hacerlo mejor, podemos fomentar aún más la compra y relación entre los profesionales del sector. El canal HORECA es una cadena -la cadena de distribución alimentaria- en la que unos y otros se necesitan y, lo más importante, demandan una plataforma de conexión en la que interactuar, decidir y convertir.
Claramente estamos delante de un cambio de paradigma, de una gran oportunidad de inversión. Todo apunta a que el foodtech ha venido para quedarse. Y, en el caso de España, ha sido el mismo sector gastronómico el que ha creado esa necesidad.
España puede estar destinada a ser un ejemplo para todo el mundo. Es el país número uno en gastronomía y tiene en la restauración y la hostelería una de sus mayores atracciones turísticas. Al tiempo es país productor, con una climatología favorable al sector primario, garante de empresas españolas con proyección internacional, líderes en alimentación. Sin duda para todos ellos ha llegado el momento de evolucionar, de reivindicar una clara apuesta por la digitalización. Es momento de dar un paso adelante, de ser el país líder en foodtech de Europa, y del mundo. Tenemos el talento, la pasión y, por fin, las herramientas para hacerlo.