Una ‘startup’ española logra un hito histórico en la industria espacial

La ‘startup’ española Pangea Aerospace activa con éxito y por primera vez en la historia un motor tipo aerospike para cohetes espaciales producido con tecnología 3D. La empresa ganó un contrato con la Agencia Espacial Francesa (CNES)

Pangea Aerospace, fundada en 2018, nació con el objetivo de resolver los problemas técnicos y mejorar la eficiencia en la producción de motores para cohetes espaciales. Una producción que se realiza con impresoras 3D, muy pocas piezas, y emplea un material reutilizable que tiene un reducido impacto ambiental.

Esta startup, con sede en Barcelona, ha conseguido un hito en la historia de la industria espacial: encender un motor aerospike varias veces, a la primera y durante casi tres minutos, lo que simula perfectamente el vuelo necesario para llevar satélites en órbita.

Pangea Aerospace ha mejorado los desarrollos que hizo la NASA entre los años 1970 y 1990, ya que ha sido capaz de producir este motor a un coste extremadamente reducido y solucionar el problema de la refrigeración del mismo gracias a la fabricación aditiva y a los nuevos materiales -el GRop42, una aleación de cobre-, todos diseños propiedad de Pangea Aerospace.

Para Adrià Argemí, CEO y cofundador de Pangea Aerospace: “Hemos conseguido desbloquear la tecnología aerospike a un coste muy bajo. Se trata de un hito a nivel mundial para el sector y lo hemos conseguido desde España.”

Además, Pangea Aerospace ha ganado un contrato de la CNES (Agencia espacial francesa) para estudiar cómo se puede aplicar esta tecnología a motores de mayor tamaño, cómo los que propulsan Ariane 6 o Falcon 9 de Space X.

Pangea también está en conversaciones con otras entidades privadas, así como con la ESA (Agencia Espacial Europea) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España (CDTI) sobre el uso y desarrollo de esta tecnología.

Este concepto de motor dirige los gases que propulsan el cohete hacia el espacio con una tobera abierta o en forma de “V”. Esto hace que los gases estén siempre expandidos de manera óptima y se gane un 15% de eficiencia respecto a los motores en campana. En otras palabras, para llevar los mismos kilogramos de satélite en órbita, se necesita un 15% menos de combustible y esto es muy importante ya que más del 80% del peso de un cohete es combustible.

Gracias a la fabricación aditiva (impresión 3D de metales), Pangea Aerospace ha diseñado unos canales de enfriamiento con unas geometrías muy complejas y ha podido fabricar el motor aerospike a un coste muy reducido.

Los combustibles, en estado criogénico, entran por los canales de refrigeración y enfrían el motor antes de entrar en la cámara de combustión.

Para ayudar a resolver el problema térmico que presentan este tipo de motores, Pangea Aerospace ha contado con su socio Aenium -empresa de fabricación aditiva con sede en Valladolid- ya que tienen las capacidades exclusivas para Europa de un nuevo material llamado GRop42: una aleación de cobre desarrollado por la NASA en 2019 para la fabricación aditiva de cámaras de combustión de motores de cohete.

Como afirma Miguel Ampudia, CEO de Aenium: “Gracias a una aleación de cobre desarrollada por la NASA y a la tecnología de nuestra empresa, hemos podido imprimir esta pieza que presentaba uno de los diseños más complejos y de la que estamos muy orgullosos. Fabricada en Valladolid, esta pieza solventa los problemas térmicos de un motor que impulsará los viajes del mañana por el Espacio”, destaca Ampudia.