Los mejores candidatos a emprender en franquicia ¡no saben que lo son!

Es un buen momento para poner en valor al sistema de franquicia como acelerador de la recuperación del comercio, los servicios, el mercado inmobiliario, la distribución y como opción legítima en aquellos emprendedores que salen de la crisis con la necesidad de asumir un nuevo rol profesional. El estrés sufrido en las redes de franquicias desde marzo de 2020, tanto si su sector fue desactivado en los siguientes meses, el caso de la hostelería, como si estuvieron sumidos en la hiperactividad para dar respuesta al abastecimiento del confinamiento, como el transporte, paquetería y mensajería, ha sido extraordinario. No más que para el resto que han tenido que bregar con cierres, rupturas de stock, adaptación a contrarreloj al comercio online, a las bajas por enfermedad, ERES, etc., aunque, si acaso, atenuado por contar con una red con la que compartir las emergencias e intentar paliarlas.

Durante la pandemia el franquiciador y el franquiciado han tenido que cooperar, negociar e improvisar para mantener la vigencia del contrato (o no). Pero en el segundo semestre de 2021, llega cierta recuperación económica y aumenta el consumo, la facturación diaria se empieza a parecer bastante a la de hace dos años en aquellos negocios que han podido pervivir. Llegados a este punto de normalización, las franquicias deben bombear aperturas a su sistema para hacer rentable la propuesta de cooperación entre los que configuran el modelo de negocio competitivo, léase el franquiciador, y los que ejecutan el modelo para que facture, el franquiciado. Si la virtud del sistema de franquicia es la de montar en tiempo récord, en una ubicación un sistema de negocio que, dada la experiencia del concepto, la formación de los equipos y la potencia de la marca, dan facturación desde el primer día es lo que muchos emprendedores necesitan.

¿Cómo crecer en esta situación? La opción más lógica es que el franquiciador proponga a sus veteranos y curtidos franquiciados que inviertan en las nuevas aperturas, bien sea recomprando establecimientos de la marca o aprovechando oportunidades en las ubicaciones que han quedado libres por la crisis. Pero existe una nueva cantera de emprendedores por atender. La situación post pandémica libera miles de profesionales obligados a cambiar de actividad profesional que formarán parte del nuevo contingente de candidatos para emprender en franquicia.

Si como prevé la asociación norteamericana de franquicias (International Franchise Association), en 2021 se realizarán más de 26.000 aperturas, creando 800.000 nuevos puestos de trabajo y contribuyendo en 477.000 millones de dólares al producto interior bruto estadounidense, si como según indica la Federación Francesa de la Franquicia, la franquicia será “el boom de la economía”, tal como ha transmitido en la última feria de Paris presencial, afortunadamente, y tal como avala nuestra Asociación Española de Franquiciadores, la franquicia impulsará los nuevos canales de venta, moderniza el comercio tradicional, impulsa la recuperación económica, creando empleo, ¿puede la franquicia asumir protagonismo en la recuperación económica de nuestro tejido comercial?

Es de dominio público que las entidades bancarias y otras grandes empresas aportarán al mercado del emprendimiento un buen número de profesionales bregados en experiencia económico-financiera, comercial, gerencial, en aspectos tales como el marketing, la gestión del riesgo, la negociación, la atención al público y la gestión de equipos con objetivos comunes. Grandes profesionales con recorrido que pueden liderar una franquicia, crear un grupo empresarial que gestione varias franquicias o importar una franquicia extranjera para liderar su desarrollo en España.

La recolocación de tales profesionales tiene diversos destinos. Especialistas en recolocación, afirman que el 60% de los trabajadores despedidos de banca se habían recolocado (2018) en otras empresas del mismo sector y que el inmobiliario, habría absorbido el 5%. Tal afirmación contrasta con el sector de aseguradoras que consideran que los exempleados de banca no tienen fácil la recolocación en el sector de las aseguradoras ya que las aseguradoras mantienen una plantilla estable de unas 50.000 personas aproximadamente y que no ha tenido grandes variaciones a lo largo de los años.

Pero estamos en un periodo diferente en el que pocos sectores han mantenido un ritmo estable de actividad por lo que es difícil estimar que sector puede absorber el desempleo generado en otro. La salida más común de estos perfiles es el autoempleo en diversos sectores. Sin duda, se encuentran en una situación de recolocación, nada envidiable por lo emocional, pensando en opciones dentro de su sector, o en sectores afines que los contraten laboralmente. Pero ¿saben ellos que son perfectos perfiles para emprender en franquicia?

Tales perfiles encajan con lo que buscan los franquiciadores, tanto en las capacidades que deben tener los franquiciados para gestionar modelos de negocio de éxito como para enfrentar el reto del emprendimiento. Si el emprendimiento o el trabajo por cuenta propia, el contrato mercantil, es la opción de recolocación, el profesional que se encuentra en la situación de ERE o prejubilación, debe ser consciente que, por un lado, el emprendimiento en franquicia le permite desarrollar una actividad nueva o afín, pero de acuerdo con sus capacidades con la tutela y solvencia de una red de empresarios que están en constante desarrollo del modelo de negocio y prestigiando una marca conocida para el consumidor, bien desde la trinchera del franquiciado o bien desde la central del franquiciador. ¿Confluirán los mejores profesionales con las franquicias más dinámicas?

Dependerá de habilitar los cauces para el encuentro desde el optimismo de los profesionales que se encuentren en la disyuntiva de caminos, su inquietud en obtener la mejor información para emprender en franquicia y que quieran tomar el control de su recolocación en el tiempo, y en la forma, con los franquiciadores que den protagonismo a la nueva cantera de profesionales, sepan aprovechar la oportunidad y ambicionen una red cada vez más profesional, asomándose a la recuperación que no siempre está en la zona de confort.