“¿Qué puede aportar mi compañía a nuestra sociedad?”

La consultora Llorente y Cuenca analiza la importancia de tener un propósito corporativo ajustado al público de nuestra empresa para su éxito

La pandemia está afectando de muchas formas distintas a todo tipo de empresas, pero uno de los puntos de los que no se suele hablar en términos de éxito en las empresas es de sus propósitos corporativos y la imagen que esa compañía proyecta en la sociedad. La importancia que el rol social debe tener en una empresa es el punto de partida del último informe de la consultora Llorente y Cuenca, en el que analizan la importancia que la empresa le da a las personas a la hora de marcar sus propósitos y si se les hace casos una vez los articulan.

En el paradigma empresarial actual, se considera que la empresa del futuro debe ser digital y sostenible para resistir y alcanzar el éxito. Este impacto positivo debe ser también para con los grupos de interés, conocidos como stakeholders, que son todas aquellas personas o entidades afectadas en mayor o menor medida por las decisiones y actividades que esta desarrolla y que permiten, a su vez, el completo funcionamiento de la misma.

En este informe, se consultó a CEO iberoamericanos de distintos sectores y a sus stakeholders, a través de un análisis de redes sociales a través de conversaciones que se generan sobre las compañías, poniendo el foco en aquellas con mejor reputación en España, ya que la exigencia para ellas es aún mayor que para el resto de entidades.Entre las empresas entrevistadas, el 81,3% tienen un propósito definido desde hace tiempo y el 77% de los CEO de estas, tienen claro que estos proyectos les diferencian beneficiosamente con respecto a sus competidoras, y la mitad de los CEO consultados reconocen la aportación del propósito a la eficiencia e innovación de sus organizaciones. “Sin duda, un propósito aporta claridad en la toma de decisiones de negocio en el largo plazo, lo que ayuda a tomar decisiones rápidas y efectivas necesarias en el marco actual de incertidumbre y asegura más éxito en los procesos de transformación necesarios para afrontar la crisis económica actual”, señala el informe.

Sin embargo, la mayoría de empresas no está contando con sus stakeholders para desarrollar su propósito (solo el 27% consulta a sus empleados y el 9% a clientes), cuando el 88% declara que tener un proyecto corporativo es importante para las personas interesadas en su compañía. A través del análisis de las conversaciones online, nos encontramos con una falta de alineamiento entre las expectativas del ciudadano y los compromisos sobre los que se centran las compañías. Probablemente, por ese proceso tan poco participativo para descubrir el propósito, este no responde en muchos casos a lo que de verdad esperan y sobre lo que hablan estos grupos de interés.

La diferencia que más destaca nos la encontramos en términos de sostenibilidad, un tema al que las compañías le dan una importancia significativamente mayor que la ciudadanía, en detrimento de otros temas como la pobreza, la salud y la justicia social, temas de actualidad en el debate online y al que las empresas “no han prestado atención, al menos en su discurso corporativo a través de las redes sociales”, remarca el informe.

Hacer caso a los ‘stakeholders’

Desde la consultora Llorente y Cuenca presentan tres condiciones para que las empresas mejoren de forma real y cuenten con propósitos corporativos que reporten beneficios a la sociedad, a sus resultados y a sus accionistas, y que realmente cumpla con las expectativas de su público potencial a través de: la escucha y el diálogo, la integración de estrategias de negocio y comunicación y la posesión de indicadores para medir la progresión. En palabras de Almudena Alonso, directora senior de Stakeholders Management en LLYC, “paraque una empresa realmente cuente con un propósito corporativo que reporte beneficios a la sociedad y a sus propios resultados, son fundamentales la escucha profunda de todos los grupos de interés, integrar ese propósito en la estrategia de negocio y comunicar especialmente desde la acción y tener indicadores que permitan medir los avances, tanto en desempeño como en reconocimiento por parte de los grupos de interés”, concluye.